El Ayuntamiento da luz verde al plan parcial de El Realejo, que permitirá el desarrollo urbanístico de 767.000 metros e incluirá la construcción de un millar de viviendas
El portavoz del equipo de Gobierno, Félix Romero, y el concejal de Urbanismo, Pablo Moro, ayer en rueda de prensa. :: JOSELE-LANZA
Es la actuación más relevante, junto a las operaciones estratégicas de Guadaiza y del polígono de La Ermita, que contempla el vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella. Al menos, en lo que respecta al desarrollo urbanístico y a la liberación de suelos destinado a equipamiento. Las cifras dan fe de ello: casi un millar de viviendas, cerca de 250.000 metros cuadrados dedicados a zonas verdes y alrededor de 140.000 metros cuadrados para uso educativo, deportivo y social. La Junta de Gobierno Local dio ayer luz verde a la aprobación inicial del plan parcial de El Realejo, un sector de 767.000 metros cuadrados de superficie ubicado al este del hospital Costa del Sol que constituye una pieza clave en la evolución del nuevo ordenamiento, dado que la actuación no solo implica el desarrollo urbanístico de este área, sino también la llave para que el Ayuntamiento libere todo el suelo destinado a equipamiento en la zona oriental del municipio. Desde Río Real hasta el puerto de Cabopino.
El plan parcial recogía inicialmente la construcción de 920 viviendas, número que ha sido modificado por el Consistorio en virtud de un mecanismo que incluye el PGOU y que permite incrementar un cinco por ciento la cifra de unidades programadas, siempre que se dediquen a promoción pública. Finalmente serán 966 los inmuebles que se levantarán en el área de El Realejo, 610 de renta libre y 356 viviendas protegidas, según anunció el concejal de Urbanismo, Pablo Moro, que explicó que se destinarán cerca de 47.000 metros cuadrados de superficie para las residencias de promoción pública.
La actuación establece un techo de edificabilidad de 207.000 metros cuadrados en la zona. Pero no todo serán viviendas. El plan fija una superficie de 61.200 metros cuadrados de suelo para uso hotelero y un total de 116.000 destinados a usos terciarios, concepto que incluye actividades económicas como la instalación de centros comerciales. «Las cifras dan una idea de la magnitud del desarrollo de este ámbito», señaló el delegado municipal, que destacó que el resto del suelo, hasta completar los 767.000 metros cuadrados de actuación, estará dedicado a zonas verdes y equipamientos.
Las primeras ocuparán más de un tercio de la superficie global. El plan parcial, según apuntó el edil, dibuja un parque fluvial de unos 47.000 metros cuadrados de superficie que discurrirá por el cauce del río Realejo, así como más de 190.000 metros de sistemas de espacios libres. En cuanto a los equipamientos, la actuación establece cerca de 140.000 metros cuadrados de superficie dedicados a este concepto. Según señaló el concejal, casi 20.000 metros cuadrados se destinarán a uso deportivo, cerca de 15.000 a uso educativo y un total de 3.760 metros cuadrados a equipamientos sociales.
Las licencias, en un año
«Es el plan parcial más importante de los que se reflejan en el PGOU», aseguró Moro, que indicó que, una vez acordada su aprobación inicial, el expediente se someterá durante un periodo mínimo de un mes a exposición pública. «En función de las alegaciones que se reciban se llevará a aprobación provisional o, tras el informe vinculante de la Dirección General de Urbanismo, iremos directamente a la aprobación definitiva», apuntó el edil. Estos trámites se prolongarán durante cerca de medio año, según los plazos que maneja el Gobierno municipal, que prevé que a partir de entonces, y una vez que se redacten los correspondientes proyectos de urbanización y de reparcelación, «estaremos en disposición de recibir los proyectos de edificación». «En el plazo aproximado de un año, antes del verano que viene, podríamos estar informando ya las licencias de construcción», resaltó el delegado municipal.
La relevancia del plan parcial va mucho más allá del desarrollo urbanístico del extenso sector de El Realejo. La actuación es la llave para liberar los suelos destinados a equipamiento de toda la zona oriental del municipio, según subrayó Moro, que explicó que esos terrenos pasarán a ser propiedad del Ayuntamiento y, por tanto, podrán ser puestos a disposición de las distintas administraciones con objeto de que se acometan las obras de edificación de centros educativos y sanitarios, así como de complejos deportivos y sociales, «que tanta falta hacen en Marbella». El desarrollo del plan, según añadió el concejal de Urbanismo, contempla además la obtención por parte del Consistorio de las zonas verdes de toda la parte este de la ciudad.
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