El Ayuntamiento inicia los trámites para que una empresa privada sea la que construya y explote este proyecto a partir de finales de 2014
El Ayuntamiento dio ayer el primer paso oficial para hacer realidad el proyecto de funicular a Gibralfaro, una de las grandes promesas ofrecidas por el alcalde, Francisco de la Torre, en la pasada campaña electoral. La Junta de Gobierno Local aprobó que se someta a información pública durante dos meses el anteproyecto de esta infraestructura, que fue rechazada por colectivos en defensa de la protección del monte cuando se planteó en 2007 y que tendrá que contar con el visto bueno de la Junta de Andalucía por discurrir en las proximidades del Castillo de Gibralfaro, que está catalogado como monumento.
De la Torre defendió ayer las bondades del proyecto, que permitirá unir la calle Mundo Nuevo con la explanada del castillo en un minuto y cuarenta segundos. El estudio realizado para que sea una empresa privada la que construya y explote el funicular durante 35 años calcula que el billete simple tendrá un coste de dos euros, si bien podrá establecerse uno de ida y vuelta con una reducción respecto a esa cantidad.
Unos quinientos mil pasajeros son los usuarios potenciales de este futuro medio de transporte que, según el Consistorio, evitará los colapsos que se producen cuando coinciden a la vez varios autobuses de cruceristas a las puertas de Gibralfaro. El alcalde reiteró que ya hay una empresa interesada en acometer la actuación, para la que se calcula una inversión de 18 millones de euros. Tras la fase de exposición pública, la intención del equipo de gobierno es redactar las bases del concurso para finales de este año y que la adjudicación pueda producirse a mediados del que viene. No obstante, las obras no comenzarían hasta el otoño o el invierno de 2012, por lo que la puesta en servicio del funicular llegaría como muy pronto a finales de 2014.
Bajo tierra
La mayor parte de su trazado, que será por la ladera norte del monte, como ya adelantó este periódico (ver SUR 29/3/2010), será soterrado. Así de los 601 metros de longitud tan solo un tramo de unos diez metros quedará a la intemperie. El resto será construido en mina y falso túnel, para lo que ya se han hecho los estudios geotécnicos y arqueológicos, según explicó el alcalde, quien confió en obtener el permiso de la Junta para las obras porque «no afectan en nada» al conjunto de Gibralfaro.
De la Torre apuntó que, contar con el funicular, permitirá poner en valor el castillo y fomentar su uso para la celebración de eventos culturales que ahora no se organizan por la escasez de aparcamientos y las dificultades de movilidad que plantea la zona. «Podría acoger muchas manifestaciones culturales en verano», apuntó.
«Que te suban a Gibralfaro en el funicular y luego puedas bajar andando por el parque en el que queremos convertir el monte será un gustazo. Es verdad que nos encontramos en una época de crisis, pero espero que haya varias empresas que explotan infraestructuras similares en otros puntos del país y de Europa que se interesen por el proyecto», argumentó.
No obstante, sobre ese plan municipal para convertir el monte en un parque urbano abierto a la ciudad, el regidor reconoció que «no hay fecha» para su puesta en práctica porque no hay financiación para los 28 millones de euros que cuesta. «Si hubiéramos tenido los fondos europeos que le pedimos a la Junta para poder hacerlo no estaríamos así. Ahora es difícil dar una respuesta a ese proyecto», recalcó.
Por otro lado, sobre la posibilidad de emplear la antigua Coracha, que une la Alcazaba y Gibralfaro, para establecer un recorrido peatonal entre ambos monumentos, De la Torre admitió que es una idea «que tiene sus dificultades» desde el punto de vista de la accesibilidad.
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