El equipo de gobierno no puede gastar aún los 11,6 millones de Martiricos ya ingresados porque dependen de un trámite urbanístico
14.01.2012 -
Recreación virtual de las torres de Martiricos. ::SUR
De los convenios millonarios firmados en plena burbuja inmobiliaria a la arena de una realidad con el ladrillo parado. Es el ejercicio que en las últimas semanas está haciendo el Ayuntamiento de la capital para adaptar los cobros pendientes de los convenios recogidos en el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), un documento que ha tardado casi siete años en ver la luz. El último paso en ese sentido se produjo ayer con la firma del acuerdo para aplazar los pagos pendientes del convenio de Martiricos, asociado al proyecto para construir en la parcela de Citesa y el lugar que ocupó el rastro dominical medio millar de pisos en dos torres gemelas de 30 plantas, doscientas VPO, un edificio de oficinas y comercial, un parque y equipamientos.
La entidad Espacio Medina, integrada por Inmobiliaria Espacio y Unicaja, ya entregó en su momento al Ayuntamiento 11,6 de los 23,3 millones de euros del convenio, es decir, la mitad. El resto se irá cobrando a plazos hasta el año 2017 en función de los diferentes hitos de la tramitación del sector por lo que, si la burocracia urbanística se demora, ello irá en contra de la cuenta de resultados municipal. No obstante, se ha previsto recibir 2,5 millones de euros en noviembre del año que viene, 2,9 al año siguiente, 1,6 en 2015, 4,25 en 2016 y 0,37 en 2017.
Obras en el entorno
El uso de este dinero está limitado por la legislación urbanística regional. Para poder dedicar la mayor parte de él a infraestructuras para la ciudad, se ha estipulado en el acuerdo de ayer que un total de 7.150.000 euros de los 11,6 por ingresar en los próximos cinco años se destinarán a la realización de obras para mejorar las calles del entorno del sector. En ese sentido, se mencionan la avenida de Luis Buñuel, el puente de la Rosaleda, la calle Toledo, el paseo de Martiricos, la calle Huerto de los Claveles, la avenida de Jorge Silvela, el puente de Armiñán y su ampliación prevista en el nuevo PGOU, así como una futura plaza en la intersección del paseo de Martiricos y la avenida del Arroyo de los Ángeles, y los paseos fluviales del Guadalmedina. El resto, 4,46 millones, tendrá otros fines conforme a la ley del suelo.
Al aplazamiento en un lustro del cobro del convenio de Martiricos hay que añadir otra dificultad más, y es que el dinero ya ingresado -11,6 millones- todavía no puede tocarse porque, como ya adelantó este periódico (ver SUR 31/8/2011) y pese a que luego hubo opiniones contrarias por parte de algunos responsables municipales, ello depende, según la legislación regional, de que se apruebe la figura de planeamiento que recoge la ordenación del sector. Esa figura es un Plan Especial de Reforma Interior que el equipo de gobierno pretende impulsar de manera inmediata, según reconoció ayer el concejal de Ordenación del Territorio, Diego Maldonado. No en vano, de ello depende poder hacer uso de un dinero en depósito que viene como agua de mayo para unas arcas municipales mermadas por la crisis.
De igual modo, el Consistorio espera con impaciencia que la Junta mande el documento por el que levanta la suspensión que dictó para el proyecto de las torres en los terrenos de los antiguos depósitos de Repsol. De ello depende que pueda gastar los 12 millones de euros que se ingresaron por este otro convenio.
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