domingo, 18 de marzo de 2012

El mercado de locales en el Centro escapa de la crisis (SUR)


El desembarco de los negocios de restauración sigue y mantiene precios de hasta 15.000 euros


La palabra crisis parece no existir para el mercado del alquiler de locales en el Centro Histórico de Málaga, un lugar que claramente se ha puesto de moda para abrir un negocio y que ya no solo es reclamo para franquicias nacionales sino también para inversores extranjeros y asentados en localidades de la Costa del Sol como Marbella. Basta dar una vuelta por la milla de oro en que se ha convertido la calle Larios y su prolongación hacia la calle Granada para comprobar que son muy pocos los locales que están vacíos y, si dejan de estar ocupados, es para cambiar al poco tiempo de actividad comercial. Cuando un bien escasea, sube o mantiene su precio, y eso es lo que sucede con los bajos del casco antiguo.
«El Centro está una clara reactivación. La crisis ha deteriorado el comercio en los barrios pero el Centro sigue siendo un valor seguro por sus calles peatonales, la confluencia de negocios y las visitas de los cruceristas, entre otros muchos factores», señala Joaquín Morales, responsable de la inmobiliaria Kinos. A diferencia de otras capitales andaluzas, el corazón de la ciudad está muy concentrado en unas pocas calles que tienen un gran atractivo para la actividad comercial y otras que no son tan preciadas. De hecho, la diferencia de precios entre alquilar un local en la calle Larios y en la calle Granada puede llegar a la mitad en la segunda respecto a la primera. Solo por andar unos metros más.
Larios se sigue llevando la palma de los precios. Es con diferencia la vía más cara de Málaga y se ha convertido por méritos propios en una de las más exclusivas de todo el país. Según la información recabada por SUR de varios agentes inmobiliarios especializados, en ella se pueden encontrar alquileres de entre 70 y 160 euros el metro cuadrado sin IVA al mes. Ello significa que por un local de unos cien metros cuadrados se pueden llegar a pagar unos 15.000 euros cada mes, dos millones y medio de las antiguas pesetas.
No obstante, lo que más desanima a muchas franquicias y empresas a alquilar un local en Larios y su entorno más inmediato no es la cuota mensual, sino el traspaso que exigen sus propietarios a modo de prima de ocupación, conscientes de que tienen un bien exclusivo y de alta gama. Sin dar nombres, los agentes inmobiliarios aseguran que, en algunos casos, esos traspasos rondan el medio millón de euros, una especie de canon que el inquilino debe abonar sí o sí para poder entrar en el local. De ahí que algunos lleven bastante tiempo vacíos pese a su privilegiada situación. «No hay quien quiera hincarle el diente porque no bajan los precios», aseguran.
Una de las últimas operaciones de alquiler en la calle Larios ha sido la mudanza de Mango al local que ocupó el Banco de Andalucía. El rumor es que la conocida franquicia de moda ha tenido que desembolsar una elevada cantidad de dinero para este traslado, bastante por encima de la media para la zona. Todo ello a cambio de una clientela asegurada en una de las calles más transitadas de España.
No obstante, la moda no es precisamente lo que mueve el mercado de los alquileres en pleno casco histórico. El buque insignia es la hostelería. Un informe municipal apuntaba recientemente que en los últimos tres años se han abierto 120 bares y restaurantes en el Centro. Y no es para ponerlo en duda. En estas fechas próximas a la Semana Santa son varias las obras que se han puesto en marcha para abrir nuevos negocios de restauración coincidiendo con las aglomeraciones diarias de decenas de miles de personas para ver las procesiones.
Valero será una heladería
Varias de estas obras de reforma se concentran entre la calle Granada y la plaza del Siglo. El conocido negocio de Valero, en la confluencia con la calle Santa Lucía, ya ha empezado a transformarse para albergar una heladería. Justo enfrente, una tienda de relojes ha cerrado para dar paso a un negocio de café para llevar, y en la plaza del Siglo están en marcha la apertura de un local de la franquicia andaluza Volapié en el local que fue sede del PP durante las últimas elecciones municipales, y de una coctelería entre un local de comida rápida una administración de loterías.
Cerca de allí, en la curva de la calle Granada hacia Calderería, hace diez días que ha abierto un nuevo negocio de bisutería y complementos en una tienda de apenas 20 metros cuadrados. Audrey Rybaka, su responsable, paga casi dos mil euros al mes de alquiler, pero está convencida de que va a merecer la pena. «Me está yendo fenomenal en el poco tiempo que llevo abierta. La moda tiene muy buen encaje en el Centro», sostiene.
No obstante, la hostelería sigue ganando el pulso y cada vez son más los comercios que se ven abocados a traspasar el local, presionado por el promotor de un bar o un restaurante. No hay más que recorrer al mediodía o por la noche las calles Sánchez Pastor, Calderería, Strachan o La Bolsa para descubrir cuáles son los lugares de concentración de hosteleros en el casco antiguo. Carlos Almarán, de la inmobiliaria In Málaga, es uno de los principales agentes de la calle Strachan. Pronto abrirán en ella un nuevo negocio de zapatos italianos y una cafetería de lujo. Aunque pudiera parecer lo contrario, la sucesión de restaurantes en esta vía peatonal y sus adyacentes es muy positiva para su funcionamiento. «En hostelería, la competencia es buena porque así se atrae a más público», señala Carlos, quien aunque reconoce que a la gran mayoría de los bares y restaurantes del Centro les va bien, se está notando una cierta bajada del negocio por la crisis.
Sobreoferta
Otro agente inmobiliario consultado por este periódico reconoce que se está llegando ya una sobreoferta de restaurantes en el casco antiguo que puede que desemboque en un cierre masivo de negocios si de aquí a un tiempo no van bien. «Por el momento aguantan gracias a la afluencia de público los fines de semana y a los cruceros, pero puede llegar un momento en que no haya tanta gente comiendo para la oferta que se está implantando», comenta. Una de las zonas que en los últimos meses ha sido especialmente invadida por nuevos negocios de hostelería es la plaza de la Merced, en su lateral norte, una vez peatonalizado por el Ayuntamiento. Aquí, los precios han subido como la espuma por la posibilidad de instalar mesas y sillas en la puerta y ser una zona soleada durante casi todo el día, otro factor que hace que los alquileres se disparen.

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