El edificio acumula cuatro propietarios en menos de ocho años · El nuevo dueño de los pisos es Banco Popular, que lo recibió como parte de la deuda que tenía Restaura
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 07.03.2012 - 01:00
El edificio que albergó durante más de 120 años los tradicionales almacenes Félix Sáenz, icono arquitectónico del centro de Málaga capital, tiene el dudoso honor de haber pasado en los últimos siete años y medio por hasta cuatro manos de propietarios. El inmueble, actualmente concebido y restaurado para dar cabida a casi medio centenar de pisos de lujo en el casco antiguo, así como una gran tienda de la marca de ropa sueca H&M, fue objeto a finales del pasado ejercicio de una nueva operación de venta que la deja en este momento como parte del activo inmobiliario del Banco Popular.
La entidad financiera compró por alrededor de 33,5 millones de euros las plantas superiores de la construcción, justamente destinada al uso residencial. Más que una adquisición se trató de una asunción de la propiedad después de que su anterior dueña, la promotora Restaura, decidiese entregar esta parte del inmueble como parte de su deuda con el citado banco. Las dos primeras plantas del inmueble, de uso comercial, fueron adquiridas por 24,5 millones por la firma Nergosa, que ha arrendado la citada superficie a H&M para la instalación de una tienda de gran tamaño.
Banco Popular protagoniza la última de las maniobras de cambio de manos de este tradicional edificio del centro histórico, cuyo atractivo parece indemne a pesar del paso del tiempo, pero que no es ajeno a una crisis que deja en el aire su desarrollo final como continente residencial.
La cronología tiene su inicio en septiembre de 2004, cuando se conoce que la que era por aquel entonces dueña de la construcción, la firma Somersen, se embolsaba los alrededor de 21 millones de euros pagados por un grupo empresarial local, promociones Tres Aceras. Los socios de este grupo, Javier Díaz y Miguel Muñoz, anunciaron su intención de promotor la restauración del edificio para que albergase 50 pisos de lujo, cuyos precios rondarían los 420.000 euros.
A mediados de 2007, Félix Sáenz vuelva a cambiar de titular después de que Restaura pagase unos 30 millones a la firma malagueña. Desde ese momento, la promotora de ámbito nacional, impulsó su recuperación, al punto de que hace unos meses se daba por culminada una obra de adecuación que trajo consigo el vaciado interno del bloque y la restauración completa de su fachada, así como la construcción de varias plantas de aparcamiento subterráneo.
Sin embargo, Restaura, asolada por la crisis inmobiliaria y financiera, se ha visto obligada a desprenderse de buena parte de sus activos inmobiliarios, caso del Félix Sáenz. Con su entrega buscaba reducir parte del débito contraída con Banco Popular, su nuevo dueño.
La intención de la entidad pasa por mantener el proyecto residencial contemplado por la promotora, si bien se están ultimando en este momento los detalles del mismo. Según informaron a Málaga Hoy desde la delegación provincial de Aliseda, compañía inmobiliaria del banco, no existe una fecha cerrada para que se abra el proceso de venta de los 44 pisos que restan por enajenar (a los que sumar cuatro más ya vendidos en la etapa anterior), así como 29 plazas de aparcamiento.
Será en ese momento cuando se determine el precio de adquisición, aunque todo apunta a que no variará en exceso de los previstos por Restaura, que incluía un ático de 70 metros valorado en unos 637.000 euros (con un pico de 9.100 euros el metro cuadrado). En relación al momento económico y a cómo ello puede afectar a la venta de estas viviendas, desde Aliseda destacaron que se trata de un producto que suele estar más ajeno a la crisis. "Esto tiene su público especial; es un edificio emblemático y hay gente con capital que quiere invertir en este tipo de productos", expusieron.
Félix Sáenz está integrado por tres edificios distintos. El primero de ellos, que data de 1888, fue diseñado por el arquitecto Jerónimo Cuervo, y se refiere fundamentalmente a la fachada de la calle Sagasta. Posteriormente, en 1911 y 1912, los arquitectos Guerrero Strachan y Manuel Rivera Vera culminaron este conjunto, que en 1987 sufrió una remodelación completa.
La entidad financiera compró por alrededor de 33,5 millones de euros las plantas superiores de la construcción, justamente destinada al uso residencial. Más que una adquisición se trató de una asunción de la propiedad después de que su anterior dueña, la promotora Restaura, decidiese entregar esta parte del inmueble como parte de su deuda con el citado banco. Las dos primeras plantas del inmueble, de uso comercial, fueron adquiridas por 24,5 millones por la firma Nergosa, que ha arrendado la citada superficie a H&M para la instalación de una tienda de gran tamaño.
Banco Popular protagoniza la última de las maniobras de cambio de manos de este tradicional edificio del centro histórico, cuyo atractivo parece indemne a pesar del paso del tiempo, pero que no es ajeno a una crisis que deja en el aire su desarrollo final como continente residencial.
La cronología tiene su inicio en septiembre de 2004, cuando se conoce que la que era por aquel entonces dueña de la construcción, la firma Somersen, se embolsaba los alrededor de 21 millones de euros pagados por un grupo empresarial local, promociones Tres Aceras. Los socios de este grupo, Javier Díaz y Miguel Muñoz, anunciaron su intención de promotor la restauración del edificio para que albergase 50 pisos de lujo, cuyos precios rondarían los 420.000 euros.
A mediados de 2007, Félix Sáenz vuelva a cambiar de titular después de que Restaura pagase unos 30 millones a la firma malagueña. Desde ese momento, la promotora de ámbito nacional, impulsó su recuperación, al punto de que hace unos meses se daba por culminada una obra de adecuación que trajo consigo el vaciado interno del bloque y la restauración completa de su fachada, así como la construcción de varias plantas de aparcamiento subterráneo.
Sin embargo, Restaura, asolada por la crisis inmobiliaria y financiera, se ha visto obligada a desprenderse de buena parte de sus activos inmobiliarios, caso del Félix Sáenz. Con su entrega buscaba reducir parte del débito contraída con Banco Popular, su nuevo dueño.
La intención de la entidad pasa por mantener el proyecto residencial contemplado por la promotora, si bien se están ultimando en este momento los detalles del mismo. Según informaron a Málaga Hoy desde la delegación provincial de Aliseda, compañía inmobiliaria del banco, no existe una fecha cerrada para que se abra el proceso de venta de los 44 pisos que restan por enajenar (a los que sumar cuatro más ya vendidos en la etapa anterior), así como 29 plazas de aparcamiento.
Será en ese momento cuando se determine el precio de adquisición, aunque todo apunta a que no variará en exceso de los previstos por Restaura, que incluía un ático de 70 metros valorado en unos 637.000 euros (con un pico de 9.100 euros el metro cuadrado). En relación al momento económico y a cómo ello puede afectar a la venta de estas viviendas, desde Aliseda destacaron que se trata de un producto que suele estar más ajeno a la crisis. "Esto tiene su público especial; es un edificio emblemático y hay gente con capital que quiere invertir en este tipo de productos", expusieron.
Félix Sáenz está integrado por tres edificios distintos. El primero de ellos, que data de 1888, fue diseñado por el arquitecto Jerónimo Cuervo, y se refiere fundamentalmente a la fachada de la calle Sagasta. Posteriormente, en 1911 y 1912, los arquitectos Guerrero Strachan y Manuel Rivera Vera culminaron este conjunto, que en 1987 sufrió una remodelación completa.
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