La iniciativa del Ayuntamiento sacará a la luz casos en los que un permiso de carácter menor amparó trabajos de mayor magnitud
24.04.2012 -
La revisión de las tasas por licencias de obra ingresadas por el Ayuntamiento de la capital en los últimos cuatro años no solo llegará a las obras promovidas por grandes empresas de la construcción, sino también a los permisos de carácter menor que los ciudadanos solicitan para hacer pequeñas reformas. De este modo, son miles los malagueños que quedan sometidos a una inspección que les obligará a pagar más por una obra, si es que se les subió de presupuesto respecto al que aportaron a la hora de solicitar la licencia. Esta práctica del equipo de gobierno municipal, que fue adelantada por este periódico el pasado domingo, puede alcanzar por lo tanto a todas las licencias, ya sean de carácter mayor o menor, concedidas por la Gerencia Municipal de Urbanismo en los últimos cuatro o cinco años, lo que puede suponer unos 15.000 expedientes, según se desprende de los datos reflejados en la página web del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), organismo dependiente del propio Ayuntamiento.
Todo se basa en la labor que habitualmente realiza Gestrisam a la hora de cobrar el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), para el que exige que se aporten las facturas que justifiquen que la cuota del impuesto responde al 4% del coste real de la obra, tal y como establece la correspondiente ordenanza municipal. Tantos particulares como empresas firman un acta de conformidad sobre el precio final de las obras que, hasta ahora, se quedaba en las oficinas de Gestrisam, ya que el único fin de este procedimiento es que el abono del ICIO se ajuste a lo marcado legalmente.
Sin embargo, como adelantó SUR, desde hace ya algún tiempo, Gestrisam está aportando a la Gerencia Municipal de Urbanismo estos datos sobre los costes finales de las obras para que, a su vez, se revisen las tasas que se abonaron en su momento en base a unos presupuestos estimativos que puede que luego no se correspondieran con la realidad.
Esta práctica, que hasta ahora no se realizaba, es la que está deparando en resoluciones de Urbanismo para exigir el pago de cantidades adicionales hasta alcanzar el 2,5% del precio final de la obra, porcentaje estipulado para la tasa de una licencia.
Debido a la crisis, nueve de cada diez de los permisos de obra solicitados en los últimos años lo fueron de carácter menor, es decir, para reformas y trabajos de menor entidad. La revisión de sus costes sacará a luz si realmente fueron de un calado inferior o si, por el contrario, ampararon construcciones de una mayor magnitud respecto a la permitida.
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