El Ayuntamiento entrega las primeras resoluciones a 16 locales que infringen la norma de forma reiterada y están en el punto de mira casi 80 más · No descarta quitar las autorizaciones de ocupación de vía pública
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 15.05.2012 - 01:00
Las terrazas ilegales en Málaga tienen fecha de caducidad. Lo que durante años ha sido un comportamiento extendido y permitido por el Ayuntamiento de la ciudad, encargado justamente de velar por el cumplimiento de la ordenanza que impide esta práctica, se topa ahora con el compromiso municipal de ponerles coto y actuar con contundencia contra los propietarios de bares y restaurantes que, de forma más que clara, ocupan con sus sillas y mesas zonas de la vía pública sobre la que no tienen autorización.
La vuelta de tuerca que está protagonizando el área de Promoción Empresarial y Empleo, dirigida por la delegada Esther Molina, desde principios de año llega al punto de que tras abrir los primeros expedientes sancionadores contra un centenar de locales (los más incumplidores) eleva el grado de presión con la advertencia de retirarles el mobiliario situado sobre el espacio no permitido e, incluso, dejar sin efecto la autorización de la que dispone el propietario para toda la terraza.
Y como el movimiento se demuestra andando, el Ayuntamiento ya lo ha hecho. Según explicó ayer Molina, en una comparecencia en la que estuvo acompañada por el concejal de Seguridad, Julio Andrade, el pasado viernes técnicos municipales y agentes de la Policía Local entregaron en mano a 16 restaurantes y bares de El Palo, centro y Teatinos el decreto en el que les insta a "retirar de forma inmediata las mesas y sillas fuera de ordenación".
Tras este paso, en el plazo de "tres o cuatro días" los inspectores volverán a comprobar el estado de estas terrazas y, en caso de que no hayan sido restablecidas conforme a la norma, ordenarán la entrada de un camión para recoger el mobiliario, cuyos costes serán, posteriormente, revertidos sobre el afectado. Trámites complementarios a las sanciones económicas que se imponen en estos casos y que, según consta en la ordenanza, pueden alcanzar los 3.000 euros.
Esta escalada continuada en la manera de afrontar este problema por parte del Ayuntamiento tiene el foco puesto, fundamentalmente, sobre los establecimientos más infractores, que se cuentan en casi un centenar, y sobre los que se actuará en los dos próximos meses. Coinciden los mismos con aquellos a los que el área municipal ha impuesto hasta la fecha las multas, dándose el caso de locales con hasta 15 apercibimientos previos.
El director del área de Promoción Empresarial y Empleo, Ignacio López, precisó que se puede dar la circunstancia de que los agentes que acudan a estos locales para ordenar el levantamiento de mesas comprueben que la ocupación irregular ha sido subsanada tras la imposición de la sanción. En ese supuesto, no se hará entrega del decreto y se mantendrá la vigilancia sobre la zona.
"El número de incumplidores es bajo, puede que sea inferior al 5%, pero los que no cumplen suelen infringir muchos de los aspectos de la norma", comentó Molina, quien destacó también que son episodios "muy llamativos, muy vistosos". "Las normas están para cumplir y así debe ser", insistió. Al tiempo, aludió al "agravio comparativo" que se crea con aquellos empresarios que sí cumplen con la norma.
En buena medida, que el Consistorio haya virado su tradicional actitud de aquiescencia con el incumplimiento de la norma de vía pública hacia un posicionamiento mucho más drástico, tiene que ver con el crecimiento evidente de las quejas de vecinos y comerciantes que se sienten afectados por terrazas infinitas. "Había vecinos que se quejaban porque no podían entrar a sus portales", expuso Andrade, quien incluso relató una situación cercana en el tiempo en la que una ambulancia no puedo entrar por la calle Strachan para atender a una persona que se encontraba indispuesta por la ocupación de mesas y sillas.
La delegada de Promoción Empresarial explicó que se están analizando diversas posibilidades de mejora de la ordenanza vigente. Uno de los aspectos que es objeto de estudio, reclamado de forma continuada por los empresarios hosteleros del centro, es el relativo a la posibilidad de permitir la instalación de toldos durante todo el año. El presidente del colectivo, Rafael Prado, ya expuso a este periódico que ese dispositivo permitiría a los comerciantes "equilibrar sus cuentas", dado que el invierno y otras épocas del año el negocio cae de forma más que evidente. A ello se suma la opción de establecer un mobiliario común para todos los establecimientos del casco antiguo.
La vuelta de tuerca que está protagonizando el área de Promoción Empresarial y Empleo, dirigida por la delegada Esther Molina, desde principios de año llega al punto de que tras abrir los primeros expedientes sancionadores contra un centenar de locales (los más incumplidores) eleva el grado de presión con la advertencia de retirarles el mobiliario situado sobre el espacio no permitido e, incluso, dejar sin efecto la autorización de la que dispone el propietario para toda la terraza.
Y como el movimiento se demuestra andando, el Ayuntamiento ya lo ha hecho. Según explicó ayer Molina, en una comparecencia en la que estuvo acompañada por el concejal de Seguridad, Julio Andrade, el pasado viernes técnicos municipales y agentes de la Policía Local entregaron en mano a 16 restaurantes y bares de El Palo, centro y Teatinos el decreto en el que les insta a "retirar de forma inmediata las mesas y sillas fuera de ordenación".
Tras este paso, en el plazo de "tres o cuatro días" los inspectores volverán a comprobar el estado de estas terrazas y, en caso de que no hayan sido restablecidas conforme a la norma, ordenarán la entrada de un camión para recoger el mobiliario, cuyos costes serán, posteriormente, revertidos sobre el afectado. Trámites complementarios a las sanciones económicas que se imponen en estos casos y que, según consta en la ordenanza, pueden alcanzar los 3.000 euros.
Esta escalada continuada en la manera de afrontar este problema por parte del Ayuntamiento tiene el foco puesto, fundamentalmente, sobre los establecimientos más infractores, que se cuentan en casi un centenar, y sobre los que se actuará en los dos próximos meses. Coinciden los mismos con aquellos a los que el área municipal ha impuesto hasta la fecha las multas, dándose el caso de locales con hasta 15 apercibimientos previos.
El director del área de Promoción Empresarial y Empleo, Ignacio López, precisó que se puede dar la circunstancia de que los agentes que acudan a estos locales para ordenar el levantamiento de mesas comprueben que la ocupación irregular ha sido subsanada tras la imposición de la sanción. En ese supuesto, no se hará entrega del decreto y se mantendrá la vigilancia sobre la zona.
"El número de incumplidores es bajo, puede que sea inferior al 5%, pero los que no cumplen suelen infringir muchos de los aspectos de la norma", comentó Molina, quien destacó también que son episodios "muy llamativos, muy vistosos". "Las normas están para cumplir y así debe ser", insistió. Al tiempo, aludió al "agravio comparativo" que se crea con aquellos empresarios que sí cumplen con la norma.
En buena medida, que el Consistorio haya virado su tradicional actitud de aquiescencia con el incumplimiento de la norma de vía pública hacia un posicionamiento mucho más drástico, tiene que ver con el crecimiento evidente de las quejas de vecinos y comerciantes que se sienten afectados por terrazas infinitas. "Había vecinos que se quejaban porque no podían entrar a sus portales", expuso Andrade, quien incluso relató una situación cercana en el tiempo en la que una ambulancia no puedo entrar por la calle Strachan para atender a una persona que se encontraba indispuesta por la ocupación de mesas y sillas.
La delegada de Promoción Empresarial explicó que se están analizando diversas posibilidades de mejora de la ordenanza vigente. Uno de los aspectos que es objeto de estudio, reclamado de forma continuada por los empresarios hosteleros del centro, es el relativo a la posibilidad de permitir la instalación de toldos durante todo el año. El presidente del colectivo, Rafael Prado, ya expuso a este periódico que ese dispositivo permitiría a los comerciantes "equilibrar sus cuentas", dado que el invierno y otras épocas del año el negocio cae de forma más que evidente. A ello se suma la opción de establecer un mobiliario común para todos los establecimientos del casco antiguo.
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