Considera que la entrada provisional que se está ejecutando en superficie basta para absorber el tráfico hasta que se consiga la financiación
11.06.2012 -
Con el proyecto del Auditorio de la Música en el aire por la falta de liquidez de las tres administraciones públicas implicadas (Gobierno, Junta y Ayuntamiento) y con la construcción del puerto deportivo de San Andrés pendiente de que sus promotores solventen los problemas de financiación que lo tienen anclado, la creación del acceso soterrado al puerto de Málaga previsto para hacer compatibles el tráfico de mercancías del recinto portuario con el de los usuarios de ambas instalaciones tiene todos los ingredientes para no ser una prioridad. Un contexto que, sin quererlo, se ha convertido en el principal aliado de la Autoridad Portuaria para poder aparcar esta ambiciosa actuación a la espera de tiempos mejores.
De hecho, la remodelación de los accesos por San Andrés que se está acometiendo en la actualidad, concebida inicialmente como una primera fase consistente en el desplazamiento hacia el oeste de la actual entrada (en la rotonda que enlaza el paseo marítimo Antonio Machado con la calle Ingeniero Garnica) va perdiendo su carácter provisional a medida que avanzan las obras para empezar a valorarse como una solución más que factible no solo a corto, sino también a medio plazo. Estos trabajos, que fueron adjudicados por 483.000 euros, son claves para dejar el camino despejado para otro soterramiento pendiente en la zona: el de las vías del tren.
«Es una parte del proyecto definitivo que se va a quedar lista para dar servicio hasta que en el futuro se pueda acometer la conexión subterránea con el paseo marítimo», explica el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, quien reconoce que «actualmente no hay previsión presupuestaria ni técnica» para ejecutar el paso subterráneo.
Sobre la mediana
Este vial, contemplado en el Plan Especial del Puerto, arrancaría bajo la mediana de la avenida de Antonio Machado con dos carriles (uno por sentido) que absorberían el flujo de vehículos que genera el puerto (mercancías, personal y tráfico de pasajeros) sin dificultar la circulación del resto de usuarios del eje litoral. En cambio, el nuevo acceso en superficie que se está ejecutando desde septiembre del pasado año y que podría estar listo en un mes, según las previsiones, requerirá la instalación de un circuito semafórico para ordenar la circulación en una intersección que se antoja tan complicada en las horas punta como puede serlo la actual entrada.
Pese a ello, esta complejidad confía en ser salvada por la Autoridad Portuaria en función del estudio que encargó a una empresa especializada en la que se garantiza que este acceso provisional podría asumir tanto la intensidad del tráfico actual como los movimientos de vehículos que se producirán en los accesos al futuro auditorio y a la dársena deportiva cuando ambas infraestructuras sean una realidad.
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