sábado, 23 de junio de 2012

Inversores extranjeros se interesan por una decena de hoteles emblemáticos de la Costa (SUR)


El sector señala el acuerdo entre el Banco Sabadell y Barceló en el Selenza Estepona como un ejemplo a seguir
23.06.2012 - 
PILAR MARTÍNEZ pmartinez@diariosur.es
 
MÁLAGA .
Inversores extranjeros se interesan por una decena de hoteles emblemáticos de la Costa
Vista de la entrada al hotel de cinco estrellas gran lujo Las Dunas, en Estepona, cerrado al público y pretendido por inversores. :: JOSELE-LANZA
De un cierre sin fecha de apertura a un estreno bajo la marca Barceló. Esta es la historia del cuatro estrellas Selenza Estepona, que está a punto de abrir sus puertas tras un proceso concursal que lejos de suponer la puntilla para el negocio ha sido la vía de reactivación. Se trata de un acuerdo, entre el Banco Sabadell y este grupo hotelero, que ahora el sector turístico señala como un ejemplo a seguir y más en un momento en que los inversores hoteleros han desembarcado en la Costa y lo han hecho con un despliegue que sorprende a empresarios que llevan toda la vida en este sector.
Este destino se ha convertido en un punto estratégico para grupos hoteleros, 'brokers' e inversores internacionales al calor de establecimientos históricos que pasan por dificultades y por instalaciones que cuentan con ubicaciones privilegiadas pero que precisan inversiones a las que los actuales dueños no pueden hacer frente.
Una decena de establecimientos componen la lista de hoteles que están en el punto de mira, y cuyas negociaciones se encuentran en distintos estadíos. En ella se incluyen, según el sector, varios de los cinco estrellas que tampoco abrirán este verano: Las Dunas, Incosol o el Byblos, sin añadir el Guadalpín Marbella, debido a la maraña judicial en el que está inmerso. Situación similar a la que bloquea el cambio de dueño del Byblos.
Fuentes del sector apuntan a que la negociación que se encuentra más avanzada es la del hotel las Dunas de Marbella, en el que aseguran que son unos inversores árabes los que quieren hacerse con las riendas de este cinco estrellas de gran lujo que pese a no tener actividad cuenta con la disposición de una plantilla que acude a diario a su puesto de trabajo y que mantiene el establecimiento en perfectas condiciones. En este sentido, el responsable de Hostelería de Andalucía de CC. OO., Gonzalo Fuentes, explicó que es el único caso en que los empleados siguen cobrando sus nóminas pese a no recibir turistas.
Otro de los hoteles emblemáticos que pretenden los inversores, en ocasiones transformados en abogados que trabajan para grupos internacionales con divisiones hoteleras, es el célebre Incosol, que este verano no podrá recibir clientes por orden del Juzgado de Mercantil que tramita el concurso de acreedores. Pese a la ausencia de clientes, los empleados acuden al centro de trabajo y se encuentran negociando un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) mientras se resuelve el proceso concursal.
Trampolín a la Península
En este sentido, los responsables sindicales recuerdan como ejemplos de valentía y decisión de los interventores concursales de los cinco estrellas Los Monteros, que cumple 50 años a pleno rendimiento, o del Torrequebrada, que abrió el pasado marzo de la mano de la cadena mallorquina THB tras rebajar su categoría. Este grupo hotelero inició así su incursión en la Península, que pronto amplió con el Reserva del Higuerón. La estrategia de esta cadena, que cuenta además con hoteles en Mallorca, Ibiza y en Lanzarote, es también el espejo en que se miran otras de similares características que han desplegado sus tentáculos en la Costa como trampolín para ampliar su cartera en la Península.
A la lista de pretendidos se unen otros tantos cuatro estrellas importantes que también pasan por momentos más que complicados como son el hotel Cervantes, vinculado a Nueva Rumasa, o el antiguo Novotel Málaga. En este último caso, la cadena cerró el establecimiento tras el desacuerdo con los propietarios y en la actualidad éstos mantienen avanzadas negociaciones con otro grupo, según fuentes hoteleras que aseguran tener constancia del interés de inversores europeos por el Cervantes y por Las Palomas. Los sindicatos denuncian que estos inversores solo buscan gangas libres de cargas laborales.
La situación es tal que más de un hotelero, que no pensaba colgar el cartel de se vende, confiesa que se ha parado a escuchar alguna propuesta de compra en estos últimos meses. Varios hoteles de la capital malagueña y algunos más de Torremolinos han vivido esta experiencia, en la que el precio a pagar distaba de las pretensiones de los propietarios.
Sin embargo, el presidente del Consejo de Turismo de la CEA, Miguel Sánchez, advirtió: «hay mucho interés, pero en buscar chollos y en la Costa solo la marca tiene un valor y la ubicación de muchos de los establecimientos supone un activo al alcance de pocos».
Otro problema que está dificultando que este interés de los inversores cuaje en acuerdos de compra o gestión de las instalaciones es las deudas contraídas con la Seguridad Social o Hacienda.
Pese a este escenario, el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa, José Carlos Escribano, confirmó que los hoteles malagueños cuentan ahora con más pretendientes que nunca, aunque los precios a pagar se alejan del valor real.

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