martes, 4 de septiembre de 2012

El nuevo PGOU cumple su primer año sin generar ingresos ni obras para Málaga (SUR)


La crisis ha desinflado los más de 150 millones de convenios urbanísticos y ha coartado la actividad promotora que se podría esperar con el plan

El nuevo PGOU cumple su primer año sin generar ingresos ni obras para Málaga
El Ayuntamiento se ha quedado con la mayor parte de los derechos urbanísticos de las torres de Repsol al no poder cobrar el convenio. :: SUR
El 31 de agosto de 2011, hace un año, las páginas del Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicaban el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga. Tras casi una década de preparativos y trámites marcados por el fuego cruzado entre el Ayuntamiento y el Gobierno andaluz, veía la luz el documento que planifica el desarrollo de la ciudad para las próximas décadas. Sin embargo, las expectativas que hace cinco o seis años se ponían en el plan por cuanto suponía de crecimiento de la ciudad y el cobro de millonarios convenios para inflar las arcas municipales se han venido abajo por completo. Su primer año de vida ha estado marcado por una crisis para la que todavía no se vislumbra un final.
Sus efectos se han dejado sentir en primer lugar en los convenios asociados a proyectos como las torres de Repsol, las de Martiricos y la nueva centralidad de La Térmica. Por todos ellos, de haberse mantenido las condiciones estipuladas en los acuerdos que se firmaron al calor del 'boom' inmobiliario, el Consistorio debería haber ingresado 151 millones de euros tras la entrada en vigor del PGOU. Nada más lejos de la realidad, ya que sus arcas solo han visto llegar 28,4 millones y gracias a los primeros pagos que se realizaron hace años con la aprobación de los convenios. Para más 'inri', la mitad de este dinero no puede gastarse todavía porque está pendiente de que se aprueben diversas figuras de planteamiento para que puedan materializarse los proyectos asociados a los convenios. Es el caso de los 2,6 millones ingresados por la operación de Málaga Wagen, los 2,2 millones de la ampliación de Hipercor y 11,6 por el proyecto de las torres de Martiricos.
De las grandes actuaciones contenidas en el PGOU, esta última es una de las pocas que se han activado -solo a nivel de trámites- en los últimos 12 meses, forzada por las nuevas condiciones pactadas para que la ciudad reciba los otros 12 millones de euros del convenio. Lo mismo sucede con el proyecto residencial y hotelero para La Térmica, iniciado de oficio por el Ayuntamiento en contra de la voluntad de Endesa, con la que el equipo de gobierno tendrá que librar una batalla en los tribunales si quiere cobrar los 40,6 millones que la compañía eléctrica debería haber aportado ya a la ciudad en función del convenio que rubricó hace cuatro años. Un primer pronunciamiento judicial ha frustrado sus pretensiones de anular ese acuerdo.
Junto con Martiricos y La Térmica, otra gran operación que se ha movido en este tiempo -en planos, no en obra- es la realización en el vacío de Arraijanal de un parque y La Academia del Málaga. En este caso, Urbanismo también ha llevado a cabo la tramitación de oficio para dar respuesta a una inquietud del club de La Rosaleda sobre la que se ciernen aún numerosos interrogantes.
Una burbuja que explotó
Para el decano del Colegio Oficial de Arquitectos, Antonio Vargas, este ha sido el PGOU de una burbuja inmobiliaria que ha terminado por explotar. «Hemos aprobado un Plan General para Málaga pero es como si no lo tuviéramos. Su entrada en vigor ha coincidido con un momento de crisis tan profunda que, a diferencia de lo sucedido en otras localidades, apenas si ha tenido trascendencia o efectos en la ciudad», señaló Vargas.
La secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), Violeta Aragón, coincidió en que este primer año ha estado condicionado por «la paralización total del sector» que ha impedido que se activen los proyectos contenidos en el documento. No obstante, valoró positivamente que la ciudad cuente con un Plan General actualizado «porque viene bien para cuando cambie la coyuntura económica».
Por su parte, el delegado municipal de Ordenación del Territorio, Diego Maldonado, apuntó que las trabas que la Junta de Andalucía fue colocando en el camino de la tramitación del nuevo Plan General ha hecho que entre en vigor «en un momento de crisis de tal magnitud que hace muy complicado que se desarrollen los proyectos». No obstante, Maldonado puso el acento en el «gran esfuerzo» que el Ayuntamiento está haciendo para impulsar algunas actuaciones pese a las actuales circunstancias. En ese sentido, destacó la obra del bulevar sobre el soterramiento del AVE, que está en marcha, y la tramitación de los planes de Arraijanal, La Térmica y Martiricos. Según los datos aportados por el delegado, la entrada en vigor del PGOU sí ha supuesto una mayor actividad promotora aunque por ahora solo a nivel de planificación. Así, se han duplicado los expedientes tramitados al pasar de 21, desde agosto de 2010 a agosto de 2011, a 38 en el último año.
«Un conglomerado de fracasos». Así define el primer año del PGOU el viceportavoz del PSOE, Carlos Hernández Pezzi, quien argumentó que «ninguna de las grandes operaciones pasará del nivel de la propaganda». Sobre las críticas del equipo de gobierno al culpar a la Junta del retraso del plan, Hernández Pezzi dijo que son «falsas» ya que «si se hubiera seguido aplicando esa lógica de la especulación en Los Montes y Arraijanal, ahora estaríamos mucho peor». Cabe recordar que, como adelantó este periódico (ver SUR 25/7/2012), varias sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía han avalado en los últimos meses la prohibición de la Junta a construir al norte de la autovía.
Igualmente, el portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, destacó que este año ha estado marcado por «el desastre de los convenios urbanísticos, que el alcalde vendió como la panacea y que se han renegociado en contra de los intereses de la ciudad».

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