El autobús, la grúa y el IAE también subirán, mientras se congelan el impuesto de circulación y los 'parkings'
Los ediles Ana Navarro, María del Mar Martín, Diego Maldonado y Raúl López repasan las nuevas ordenanzas fiscales de 2013. :: SUR
Sus efectos no serán tan dramáticos como se temía, pero van a ser muchos los malagueños que se acuerden del 'catastrazo' cuando en 2013 toque pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). La suerte irá por barrios, aunque los más perjudicados serán los propietarios de aquellas viviendas con una mayor antigüedad cuyo valor catastral se ha disparado con la revisión realizada en 2008, mientras que las construidas en pleno 'boom' inmobiliario y que ya registran niveles elevados podría darse la circunstancia de que bajara levemente la cuota. Después de cuatro años esquivando la actualización de los valores catastrales de la ciudad a base de bonificaciones, el Ayuntamiento de Málaga se ha quedado sin margen de maniobra, de forma que una vez agotada esta vía no le queda otra que empezar a aplicar la revisión de las nuevos valores que desde 2009 han permanecido en la nevera. Todo ello, enmarcado en un contexto de crisis que, lejos de atenuarse, sigue haciendo estragos en las economías domésticas.
En el caso de Málaga, la actualización del catastro supone de media una duplicación de los valores, pero como su implementación se hace de forma progresiva a razón de un 10% anual, la subida real en 2013 será del 50%. Para amortiguar su impacto en el bolsillo de los ciudadanos, el equipo de gobierno ha decidido reducir el tipo impositivo en un 35,15%, pasando del 0,6954 actual a un 0,4510 (la cuota es el resultado de multiplicar el valor catastral del inmueble por el tipo impositivo). Un considerable esfuerzo municipal que no basta para equilibrar la balanza, máxime cuando a todos los locales y a la mitad de las viviendas con valor más alto (las que superen los 72.120,2 euros) hay que añadirle la subida del 4% sobre el tipo decretada por el Gobierno para 2012 y 2013, que ya logró eludir el Ayuntamiento este año porque sus ordenanzas fiscales se habían aprobado antes pero que resulta inevitable para el próximo. Así, a las 120.600 viviendas que en la nueva ponencia tengan un valor urbano inferior a esos 72.120,2 euros se les aplicará un coeficiente del 0,4510% mientras que a los 257.318 inmuebles restantes será del 0,4788%.
Para comprender este laberinto de cifras, lo más sencillo es acudir a un supuesto práctico tomando como referencia los valores medios de la capital que, según los datos de la Dirección General del Catastro, eran de 39.438 euros en 2008 (antes de la revisión) y de 89.988 en 2011. En este caso concreto, el contribuyente pagará este año 274,2 euros, mientras que en 2013 el recibo ascendería a 309,8 euros (un 13% más), que es el resultado de aplicar un tipo del 0,4788 a los 64.713 euros de valor catastral (el antiguo más la progresión acumulada en los últimos cinco años). En cualquier caso, desde el Ayuntamiento aseguran que el incremento medio será del 2,9%.
Capítulo aparte merecen los 4.400 edificios institucionales y no residenciales de alto valor, que subirán entre un 10 y un 12%; así como el IBI de naturaleza rústica, que bajará un 5%, según apuntaron ayer la delegada de Economía y Hacienda, María del Mar Martín, y el portavoz del equipo de gobierno, Diego Maldonado, que fueron los encargados de dar a conocer los impuestos, tasas y precios públicos del próximo año, a falta de las nuevas tarifas del agua, que aún están en fase de estudio y que se darán a conocer en noviembre, aunque no entrarán en vigor hasta mediados de 2013.
Congelaciones y subidas
Un año en el que se combinarán las de cal con las de arena, puesto que el aumento del IBI se compensará con la congelación de buena parte de los tributos (impuesto de circulación, plusvalías, licencia de apertura o 'parkings' municipales) y con una mayor flexibilidad (aún por concretar) para que el ciudadano pueda cumplir sus obligaciones. Por haber, habrá incluso reducciones, como la consabida del SARE de hasta un 47% para contrarrestar el aumento de la zona azul en la capital con un millar de nuevas plazas en La Malagueta y El Perchel.
Será más barato aparcar, pero saldrá más caro coger el autobús por la inclusión del nuevo IVA (10%) y para que la EMT puede hacer frente al incremento del precio del gasoil (un 18% en 2011 y un 8% en lo que va de 2012). Así, el billete ordinario se encarecerá en 0,10 céntimos hasta los 1,3 euros, siguiendo así con la tónica de fijar precios redondos para facilitar el cambio al conductor. La tarjeta de trasbordo con 10 viajes se situará en 8,3 euros (30 céntimos más), mientras que subirán en un euro la tarjeta mensual (39,95 euros) y la subvencionada para jóvenes, estudiantes y jubilados con ingresos superiores a 730 euros (actualmente el límite está en 700), que pasará a costar 27 euros. Asimismo, el billete especial al aeropuerto aumenta a 3 euros (ahora 2). Para rematar, el Instituto Municipal del Taxi debatirá mañana la propuesta del sector de elevar sus tarifas en un 2,4% en 2013.
Grúa municipal
También será notorio el incremento para los infractores al volante, ya que el servicio de enganche de vehículos mal estacionados o abandonados por parte de la grúa municipal se gravará en un 10% más, fijándose en 74,24 euros para los coches y en 23,15 para las motos.
Por su parte, Parcemasa no aplicará ninguna subida en sus tasas, aunque sí que repercutirá el correspondiente aumento del IVA (los actos funerarios han pasado a tributar del 8 al 21%) cuando se contraten los servicios a una empresa privada. Además, se bajarán algunos precios para ser más competitivos (traslados o tanatosalas) y se crean otras como el uso de la sala de ceremonias aconfesional (50 euros) o la cremación infantil (362).
En 2013 también aumentará la presión fiscal sobre las grandes empresas. El Impuesto de Actividades Económicas (IAE), sólo obligatorio para los negocios que facturan más de un millón de euros, se actualizará en un 2,2% en función del IPC del pasado mes de julio, manteniéndose las bonificaciones por inicio de actividad (exención durante los dos primeros años y gradual hasta el quinto) o por la creación de empleo indefinido, uso de energías renovables o establecimiento de planes de transporte para sus trabajadores, que pueden llegar al 50%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario