jueves, 12 de septiembre de 2013

El edificio que ocupaba C&A será reformado para atraer a grandes cadenas comerciales (Sur)

Los propietarios del inmueble, que cuenta con la máxima protección arquitectónica, prevén ofertarlo en alquiler a comienzos de 2014

Durante décadas fue sede del antiguo Banco Central. Tras una importante rehabilitación volvió a abrir sus puertas reconvertido en un gran almacén de ropa y ahora será sometido a otra reforma antes de volver a salir al mercado en busca de un nuevo inquilino. El cierre a mediados de agosto de la tienda que la cadena holandesa C&A tenía en el Centro ha dejado sin uso uno de los edificios mejor situados del mapa comercial del casco antiguo: una joya arquitectónica levantada a comienzos del siglo XX bajo el diseño del malagueño Fernando Guerrero Strachan, que cuenta con el máximo grado de protección y con el valor añadido de una ubicación estratégica, en la esquina entre las calles Liborio García y Mesón de Vélez con su fachada principal mirando a calle Larios.
La marcha de C&A, enmarcada en el cierre de 21 establecimientos en toda España y motivada por la imposibilidad de rentabilizar el negocio, será aprovechada por los propietarios del inmueble (el grupo inmobiliario Piscis) para modernizar sus instalaciones interiores durante lo que queda de año con el objetivo de volver a ofertarlo en régimen de alquiler a comienzos de 2014. Además, aún quedan por resolver algunos flecos del contrato con la firma de moda en cuanto a las condiciones de entrega que se resolverán en breve.
Trabajos
En principio, la idea es que el edificio mantenga su uso comercial, según explica el presidente de la promotora malagueña, José Gómez, quien avanza que los trabajos de reforma consistirán, entre otras cuestiones, en renovar las escaleras mecánicas o instalar aire acondicionado. El precio del alquiler dependerá de la demanda, pero varios expertos inmobiliarios consultados por este periódico apuntan a que el edificio completo, de 1.500 metros cuadrados distribuidos en tres plantas (baja y dos en altura), podría salir por una cuota mensual de entre 30.000 y 45.000 euros, una cuantía que, como apuntan en el sector, solo está al alcance de grandes cadenas. Prueba de ello es que C&A optó por cerrar sus puertas a raíz de que la caída de ventas registrada en los últimos años desnivelara considerablemente la balanza de ingresos y gastos.
El inmueble responde a un estilo clasicista moderno. Su construcción se sitúa en los primeros 20 años del siglo pasado, aunque ha sido objeto de varias reformas. La última se produjo entre 2006 y 2007 siguiendo las directrices de la Oficina de Rehabilitación del Ayuntamiento sobre el tratamiento de la fachada, que recuperó su aspecto original en tonos grises claros. También se respetó la cornisa escalonada que remata el conjunto, así como las ventanas decoradas con pilastras y cornisas de motivos vegetales.
A escasos metros de este edificio también hay otro inmueble que sus dueños (Salsa Inmobiliaria) esperan alquilar como gran almacén. Se trata del espacio dejado por la tienda de complementos Orly y una oficina de Cajasur en plena calle Larios. Inditex se ha interesado en hacerse con la planta baja y la galería comercial del primer piso para instalar un Zara Home.

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