La posibilidad de atraer congresos de envergadura pasa por contar con plazas suficientes en establecimientos de máxima categoría, por ello el Ayuntamiento de Málaga ha decidido ampliar la oferta del único hotel existente ofreciendo a las grandes cadenas hoteleras del país la posibilidad de instalarse en el puerto de la ciudad
Sonia Sánchez 22.09.2013 | 05:00
Pocos dudan ya de que Málaga se ha consolidado como uno de los destinos más importantes dentro de la industria de reuniones y congresos, pero queda mucho por hacer. Es un sector joven y la competencia es grande. La principal carencia de la capital a la hora de venderse en el extranjero es la falta de hoteles de cinco estrellas, necesarios para dar un salto cualitativo y cuantitativo en cuento a la captación de eventos de envergadura. Esta circunstancia, afirma el concejal de Turismo de la capital, Damián Caneda, «nos ha hecho perder la opción de traer congresos grandes», por lo que el Ayuntamiento decidió hace unos meses proponer a las cadenas hoteleras más importantes del país la posibilidad de instalar establecimientos de este tipo en el puerto de Málaga, oferta que, de momento, no ha encontrado respuesta.
Según Caneda, la ciudad necesita uno o dos hoteles de estas características para completar la oferta del único establecimiento hotelero de cinco estrellas que hay, el Hotel Vincci Selección Posada del Patio, en el Pasillo Santa Isabel, que abrió hace algo más de tres años con 106 habitaciones.
En la recámara, desde hace años, hay dos proyectos importantes para la ciudad a los que la suerte no les ha sonreído. Un hotel cinco estrellas gran lujo en el antiguo Palacio Miramar, con 191 habitaciones, cuyo proyecto de remodelación permanece a la espera de que mejore la situación económica. La cadena hotelera Santos frenó hace más de dos años el inicio de las obras debido a la caída de la facturación y a las dificultades para obtener créditos.
El segundo proyecto es el que la empresa Salsa proyecta a un palacete de calle Granada y que lleva paralizado desde hace cinco años por problemas arqueológicos y de estructura, si bien, la empresa renovó la licencia hace seis meses para retomar el proyecto.
Caneda insiste en que dentro del segmento del turismo de congresos existe una «demanda real» de este tipo de hoteles, afirmación que comparte el decano de la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga, Antonio Guevara, quien afirma que la ciudad tiene que ampliar esta oferta «si quiere aspirar a congresos de peso». Y es que, «si Málaga consiguiera un evento de los grandes (de más de 10.000 congresistas) no tendría más remedio que tirar de la planta hotelera de la Costa del Sol», idea, por otra parte, nada descabellada.
De hecho, Guevara defiende la necesidad de diseñar un plan estratégico a nivel de destinos que facilitaría a la ciudad optar a un congreso de calado con el apoyo logístico de otros municipios de la Costa del Sol, en cuanto a la planta hotelera, y que permitiría compartir el beneficio económico.
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