El Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) ha dado un giro a su política de construcción de VPO forzado por la crisis y las restricciones en el crédito. Ha abandonado los proyectos de grandes operaciones de construcción en zonas de expansión, como la acometida en Soliva, centrándose en ejecutar cuatro o cinco promociones pequeñas al año en solares.
El concejal de Urbanismo y Vivienda, Francisco Pomares, apun
tó que se ha aparcado por ahora la promoción de VPO prevista en la ampliación de la Universidad, con unas mil viviendas proyectadas. «Si empezamos ese proyecto es para hacerlo de una vez y con todos los equipamientos necesarios», indicó Pomares, en referencia a la magnitud de un proyecto que exige una inversión considerable.
Este cambio de política supone que el IMV se centra en desarrollar los solares vacíos que hay en la ciudad y que son de su propiedad. Esto les permite acometer edificios de viviendas más pequeños y fáciles de promover. Trinidad-Perchel o algunas promociones en el Centro (Nosquera) son ejemplo de esta tendencia, ya que cuentan con más facilidades de acceso a los créditos.
El edil de Urbanismo insistió además en que estas nuevas promociones optan por el alquiler a precios asequibles (de 150 a 300 euros), como alternativa a la caída de los ingresos familiares para afrontar una compra.
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