lunes, 23 de junio de 2014

Mucho mejor sin amianto (La Opinión)

La empresa encargada de retirar la temida uralita culminó el pasado viernes su trabajo - Amianto Málaga explica el proceso a La Opinión

22.06.2014 | 19:03
Mucho mejor sin amianto
Dos especialistas trabajan desde una grúa sobre los restos de uralita de la cubierta del cine calcinado.
Dos especialistas trabajan desde una grúa sobre los restos de uralita de la cubierta del cine calcinado. 
El culebrón del cine Andalucía parece haber llegado a su fin. Al menos el del amianto, esa temida sustancia cancerígena que esconden los 860 metros cuadrados de placas de uralita maltrechas por el misterioso incendio que arrasó el edificio la madrugada del 15 de marzo, fecha desde la que los vecinos más próximos han descansado en duermevela. Más de tres meses después del siniestro, Amianto Málaga, la sociedad encargada de la retirada del material, ha culminado un trabajo de chinos que no comenzó antes por la densa burocracia a la que se enfrenta una actividad bajo la lupa de la Administración.

José Antonio Méndez, responsable de Área de la única empresa de este tipo en Málaga con certificación en Medio Ambiente, se encoge de hombros mientras explica que sus especialistas no pudieron entrar en el cine hasta que Medio Ambiente, Trabajo y Salud Laboral aprobaron por separado su plan de actuación. «Nosotros elaboramos el plan y lo enviamos por correspondencia ordinaria con doble copia a cada departamento», indica Méndez.
Controles a los empleados
Entre una cosa y otra, los operarios de Amianto Málaga no entraron en el solar de la calle Victoria hasta el 29 de abril y previo apuntalamiento de la parte superior de la estructura más dañada por el fuego con un andamio. Entonces, las primeras medidas de niveles de fibras de amianto en suspensión dieron prácticamente cero, según la empresa, aunque a lo largo de los actuaciones también se ha sometido a los trabajadores a una medición personal con una sonda que llevan durante cuatro horas una vez concluidos los trabajos.
Aquel día comenzó un trabajo sujeto al riguroso protocolo que exige la ley. Desde que el trabajador entra hasta que sale todo está calculado al milímetro. De hecho, el principio y el fin de la cadena se ha producido todo este tiempo en el antiguo hall del cine, sellado a cal y canto como centro de operaciones en el que los empleados que se han enfrentado al amianto han pasado por tres cabinas diferentes tanto a la ida como a la vuelta del tajo.
Según el responsable de Amianto Málaga, la primera fase consistió en recoger del suelo de los restos de uralita desprendidos de la cubierta durante el incendio, pero no sin antes rociar los restos con líquido encapsulante para evitar que se suspendan en el ambiente durante los trabajos. Las altas temperaturas provocaron la fractura de muchas de las placas que volvieron a fracturarse en trozos más pequeños al caer. «Afortunadamente, este tipo de amianto es no friable, es decir, es el que menos riesgos tiene contra la salud», puntualiza el experto.
Sacas de fibrocemento
Ataviados con trajes especiales y desechables de un solo uso, los especialistas recogieron cuidadosamente con sus propias manos sacas y sacas de fibrocemento. Cada una de ellas podía albergar hasta mil kilos de uralita. A 13 kilos el metro cuadrado, la calculadora arroja un total de 11.180 kilos, muchos de los cuales aguantaron en la cubierta las embestidas de las llamas. Una vez limpio el antiguo patio de butacas, la estrategia de la empresa fue recoger las placas del techo de con una grúa desde el interior del propio solar y redoblando las precauciones, ya que se encontraban en muy mal estado y prácticamente se deshacían al manipularlas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario