domingo, 8 de julio de 2007

Promotores compran pisos con inquilinos un 30% más baratos (La Opinión)

Los altos precios de los inmuebles ponen de moda esta práctica en el Centro. Las viviendas son antiguas y sus habitantes, ancianos, pagan rentas bajas. Denuncian que algunos son coaccionados para que abandonen sus casas
MálagaEntre un 20% y un 40% de ahorro, dependiendo de la vivienda y la zona en la que se encuentre situada. Promotores inmobiliarios invierten desde hace meses en la compra de pisos habitados por inquilinos mayores, personas con contratos vitalicios y rentas muy antiguas, a los que les quedan pocos años de vida, con la esperanza de que estos mueran cuanto antes, desocupar el edificio, rehabilitarlo y convertirlo en oficinas. Es una práctica cada vez más extendida en ciudades españolas, debido al alto precio de la vivienda, y que en Málaga se registra en el Centro y en los barrios cercanos.Según un informe del portal inmobiliario `Fotocasa.es´, perteneciente a Anuntis Segundamano, el precio de este tipo de inmuebles es inferior a la media del mercado, llegando a alcanzar, en ocasiones, la mitad de lo que costaría una vivienda de las mismas características y en la misma zona.Fotocasa pone como ejemplo tipo el de un un piso céntrico cualquiera de 52 metros cuadrados por 108.200 euros, la mitad de lo que suele costar en una zona de esas características. La vivienda en cuestión se compraría con un inquilino de avanzada edad, con contrato indefinido sin subrogación. Tal y como está el precio del metro cuadrado, tener una propiedad en el Centro o barrios históricos se convierte en un lujo, salvo para quienes poseen viviendas que están ocupadas por inquilinos que firmaron en su día un contrato de arrendamiento que no se renueva ni actualiza. Por ello, a través de estas operaciones, el anterior propietario deja de asumir la responsabilidad del mantenimiento y la conservación de un edificio que sólo le reporta pérdidas, debido a los bajos alquileres que recibe como contraprestación, y el nuevo propietario, por su parte, se beneficia, ya que compra a un precio considerablemente más barato con la única condición de aguardar el óbito de los inquilinos, y que el inmueble quede así desocupado.`Casa con bicho´. El delegado de la Asociación de Usuarios Bancarios (Ausbanc) en Málaga, Alfredo Martínez, explicó que en el argot inmobiliario estas operaciones se conocen como `venta de casas con bicho´. "Algo deleznable y que pone en evidencia las intenciones de muchos de los que compran estos inmuebles", añadió. Y es que, en demasiadas ocasiones, los inversores tienen poca paciencia. Ausbanc denuncia que muchos de estos vecinos sufren coacciones y amenazas con el objetivo de que abandonen sus hogares de forma precipitada. Martínez comenta que, a veces, los nuevos propietarios tratan de llegar a acuerdos amistosos con los vecinos, ofreciéndoles otra casa en otra zona, incluso con mejores condiciones de habitabilidad. Pero se trata de inquilinos que llevan toda la vida ocupando esa vivienda y a los que les cuesta mucho cambiar, puesto que ya están habituados. "No quieren casas mejores, ni más cómodas, ni que tengan ascensor... El arraigo es demasiado grande como para mudarse", añade el delegado de Ausbanc. "Es entonces, cuando intentan forzar su salida y les cortan la luz, el agua..." concluye.`Asustaviejas´. Estos casos de acoso inmobiliario son una de las principales preocupaciones del Defensor del Ciudadano de la Diputación Provincial. `Asustaviejas´. La oficina de Francisco Gutiérrez ha tramitado ya un total de cuarenta denuncias relacionadas con casos de `asustaviejas´, que así se denomina. Muchos inquilinos de casas situadas en zonas de la calle Beatas, la plaza de Uncibay, calle Granada, Alameda Principal, Trinidad Grund... y barrios como Capuchinos, La Malagueta o El Molinillo, sufren en sus propias carnes lo que significa verse indefensos y amenazados por "unos propietarios que demuestran no tener escrúpulos", argumenta Gutiérrez.El `modus operandi´ es clásico y la meta es provocar el desahucio del edificio, "rehabilitar la fachada, porque suelen ser inmuebles con alguna protección y demoler por completo el interior". El Defensor del Ciudadano ha denunciado ante la Fiscalía dos de estos casos, "los más flagrantes, en los que además de cortar la luz o facilitar la entrada de `okupas´ provocaron un incendio intencionado para asustar a los vecinos", explica Francisco Gutiérrez. Se trata de una casa en la calle Mariscal y otra en San Félix de Cantalicio.El Defensor del Ciudadano, muchas veces, intenta propiciar el encuentro y actúa como mediador para conseguir llegar a acuerdos entre los inquilinos y los propietarios.

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