sábado, 21 de julio de 2007

Viviendas adosadas del siglo XVIII en pleno Centro Histórico (La Opinión)

La rehabilitación del número 12 de la calle Hinestrosa ha permitido descubrir el gran valor y la decoración pictórica de un conjunto de nueve casas barrocas
El maestro Fray Juan Berni era el encargado de gestionar las rentas de 19.800 reales que obtenía la orden mercedaria en el año 1795 de las nueve casas, casi recién construidas por aquella época, que se encuentran en la calle Hinestrosa. En una relación de bienes que tiene la orden en la ciudad, aparece consignado este conjunto de casas, en casi una de las primeras referencias históricas que se tienen de ellas, además de estar dibujadas en un plano de 1791.Aunque no se conoce la fecha exacta de la construcción de estas nueve casas, de estilo adosado y quizá una de las primeras hechas de esta forma, está clara su influencia barroca en su diseño y ejecución. El número 12 de esta calle fue restaurado recientemente con unos resultados espectaculares, como se puede observar simplemente viendo la fachada. Fueron 111.000 euros de inversión los necesarios, con una subvención de 28.000 euros de la Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro, para hacer habitable este edificio, que tiene dos patios interiores y una fachada con pinturas decorativas. Una de las `sorpresas´ más agradables de esta actuación fue descubrir las pinturas decorativas que adornan los balcones, ventanas y la puerta de entrada. Estos dibujos, además, se reproducen por igual en el resto de viviendas de este conjunto de nueve, ya que están proyectadas y ejecutadas en serie. Esto se ha podido demostrar con las obras de rehabilitación que se están haciendo en el número 10 y que están descubriendo la misma decoración.Los técnicos de la Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro señalan que en la mayoría de las nueve viviendas se conservan los dibujos en buen estado, cubiertas por las capas de pintura posteriores que sirvieron de protección. No obstante, sí que hay una de ellas que las ha perdido casi todas al tener un enfoscado en cemento sobre el original.Los dibujos son de columnas, pilastras y juegos de volúmenes que dan perspectiva y profundidad a la fachada. La ventana de la planta baja y la puerta de entrada tiene unas ménsulas dibujadas, con molduras que imitan el volumen propio de estas piezas.Los balcones de la primera planta tienen más prestancia, con grandes columnas pintadas a cada lado de la abertura, realzando estos elementos y ofreciendo una imagen mucho más noble.Los trabajos de recuperación de las pinturas se centraron en eliminar las capas de pintura que se le habían aplicado con el tiempo y se reintegraron las partes que se habían perdido con el tiempo. En este aspecto, la empresa encargada lo hizo con un tono de color más bajo para que se diferenciara la pintura original de la aplicada en la restauración.Además de la decoración arquitectónica, el valor de estas viviendas se encuentra en que es uno de los primeros ejemplos de casas adosadas o hechas en serie de la historia. Fueron construidas sobre parte de las antiguas huertas del Convento de la Merced para su alquiler y obtener rentas. La estructura interior es igual en las nueve, con dos patios interiores y unas galerías que distribuyen el acceso a las habitaciones.

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