sábado, 11 de agosto de 2007

Una fachada que luce pese a la estrechez de Los Mártires (La Opinión)

Las pinturas decorativas del número 7 de esta calle tienen una gran riqueza con elementos decorativos y figurativos que las hacen ser muy espectaculares
La estrecha calle de Los Mártires cuenta con ejemplos espectaculares de pinturas decorativas en las fachadas que han pasado desapercibidas para los malagueños durante años. Las capas de pintura que las han tapado durante décadas y la falta de perspectiva, por la estrechez de la calle, para apreciarlas hacen que hayan estado doblemente escondidas. Las obras de rehabilitación en el número 7 de esta calle Los Mártires han descubierto unas ricas pinturas que enmarcan los balcones de este edificio.Una importante obra de rehabilitación está logrando que salgan a la luz una decoración rica y con un estilo delicado. Las obras, con un presupuesto de 220.000 euros, cuentan con el apoyo de la Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro Histórico, dependiente del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV). Esta oficina, que apoya los proyectos de mejora de edificios históricos del núcleo antiguo de la ciudad, aportará un 40% del presupuesto total. No obstante, está pendiente de que se apruebe en el consejo de administración de la Gerencia Municipal de Urbanismo.Los trabajos de recuperación de las pinturas se han encargado a la empresa Tarma, que ya ha actuado en otros edificios con fachadas ornadas profusamente. En este caso se trata de dibujos que utilizan el amarillo y un azul grisáceo. Esta elección cromática y el tipo de dibujo hace pensar que se tratan de pinturas que superan ya el Barroco y se acercan al Neoclásico. De hecho, no se recurren a elementos arquitectónicos fingidos y la pintura se limita a enmarcar los balcones con motivos ornamentales y decorativos.Cuernos de la abundancia, guirnaldas, ángeles con trompetas y jarrones son algunos de los elementos que destacan en la fachada de este edificio.La intervención de Tarma se centró el eliminar las numerosas capas de pintura que se habían aplicado sobre la decoración original. Eso había provocado que se perdiera parte del color y del revestimiento, así la aparición de grietas, la separación del enfoscado con la pintura del muro y la presencia de sales que amenazan con destruir la fachada original.Esta situación obligó a Tarma a recuperar el revestimiento original, para lo cual se procedió a eliminar las capas de pintura añadida con medios naturales como el bisturí y el escalpelo. Además, se picó el cemento y el mortero añadido durante años.El trabajo de los operarios de Tarma buscó consolidar el color de la fachada, de forma que se asegure su pervivencia durante los próximos años. El sellado de las grietas se realizó mediante la aplicación de un mortero de cal y árido similar al original.La falta de pintura en algunos puntos se reintegra mediante la aplicación de color elaborado con materiales propios de la época, siempre buscando que se diferencien los añadidos de las pinturas originales del siglo XVIII. Además, se les aplicó un material que rechace el agua y la humedad para asegurar la conservación de las pinturas para un futuro.Estas pinturas se recuperarán dentro de un proyecto para la recuperación de todo el edificio, que consta de dos plantas sobre la baja y que se encuentra frente a una de las fachadas del futuro Museo Thyssen, que se ubicará en el palacio de Villalón.De forma paralela, se está rehabilitando otro edificio en el número 5 de la calle Los Mártires con importantes pinturas barrocas

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