La Junta critica que el Ayuntamiento le impida decidir la aprobación de las torres (SUR)

El Consistorio remitirá el expediente a la Consejería de Obras Públicas una vez que concluyan unos estudios sobre el tráfico que generarán los nuevos bloques. La promotora granadina Comarex, dispuesta a continuar con la actuación

PROYECTO

Torres (933 viviendas)

Menor: Tendrá 24 plantas, y una altura total de 99 metros.

Segunda: 26 plantas, y un total de 106 metros.

Tercera: 113 metros, lo que permitirá construir 28 alturas.

Rascacielos: 168 metros (48 plantas), con lo que será el edificio habitado más alto de Málaga.

Zona comercial y de oficinas: 44.387 metros cuadros construidos en la base de las torres.

Aparcamiento subterráneo bajo las torres: 1.500 plazas.

Equipamientos

Pisos de VPO: Dos edificios con 400 pisos de VPO al este de la parcela.

Colegio: En el extremo suroeste de la parcela.

Parque: Zona verde central de 80.000 metros cuadrados.

Inversión

Presupuesto de las obras: 573 millones de euros.

Convenio urbanístico: 82,3 millones para el Ayuntamiento.

La Junta de Andalucía expresó ayer su malestar por no poder participar de manera vinculante en el proceso abierto por el Ayuntamiento para autorizar la construcción de cuatro grandes torres de pisos en los suelos de los antiguos depósitos de Repsol. Como ayer adelantó este periódico, esto ha provocado que el proyecto de la promotora granadina Comarex haya quedado fuera de las negociaciones que mantienen la Gerencia de Urbanismo y la delegación de la Consejería de Medio Ambiente sobre el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).«Ha sido una iniciativa de carácter municipal, no contemplan las torres de Repsol en la revisión del planeamiento, sino que lo hacen como una pieza separada», insistió ayer el delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, que añadió que, con esto, el Consistorio pretende «que la resolución del tema esté en sus manos».

Evitar la evaluación

De esta forma, la tramitación corresponderá a la Administración local y la Junta sólo podrá emitir un informe «de carácter indicativo pero no vinculante», dijo Trillo, por lo que se trata, agregó, «de una actuación libre del Ayuntamiento que evita la evaluación de impacto ambiental», que podría haber prohibido que se construyeran las torres.El delegado indicó que lo que el Consistorio «no ve» es que la Junta tiene que hacer «una evaluación sobre un suelo que ellos consideran que está ya consolidado» y agregó que, aunque no se cuente con esta declaración ambiental, «hay una modificación de la zona verde que tiene que ir a la Junta», en relación al informe que debe emitir el Consejo Consultivo de Andalucía sobre el cambio de zonas verdes y equipamientos.Por su parte, el alcalde, Francisco de la Torre, declaró que el proyecto se hará sobre un terreno que ya está tipificado como suelo urbano no consolidado y matizó que este tipo de suelo «está dentro de la autonomía municipal». Además, garantizó que el Ayuntamiento «lo hará todo dentro de la legalidad».En este sentido, explicó que en el polígono de San Rafael no se superará la cifra que la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) fija como límite para las transformaciones de espacios productivos a residenciales, de 1,3 metros cuadrados de techo por cada uno de suelo, y en esta zona la proporción será de un metro cuadrado de techo.

Defensa

El regidor consideró «interesante para la ciudad» el proyecto, ya que son «necesarios en el espacio vacío de los antiguos depósitos, además del parque de 80.000 metros cuadrados, elementos arquitectónicos que le den calidad y creen centralidad».Por su parte, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, apuntó que el expediente será trasladado a la delegada de Obras Públicas para que emita su informe preceptivo, aunque no vinculante, una vez que concluyan unos estudios que se están elaborando sobre la repercusión que la actuación tendrá en el tráfico de la zona. Díaz confió en que estos estudios puedan estar concluidos el mes que viene.Por otro lado, fuentes de la promotora granadina Comarex indicaron que está dispuesta a seguir adelante con el proyecto pese a que se han producido cambios en el organigrama de su dirección, ya que Manuel Rodríguez Acosta ya no es su máximo responsable.