Las obras de la línea 2 del suburbano todavía incluyen excavaciones en varios subtramos de la calle pero acabarán en cinco meses. Sólo quedará la zona de la estación de Huelin y los cruces en Juan XXIII, La Paloma y Molière. La apertura al tráfico depende del Ayuntamiento
Las obras del metro de Málaga arrancaron un lejano 26 de enero de 2006. El lugar elegido para comenzar un proyecto tan ambicioso fue la Carretera de Cádiz, arteria principal de la línea 2, por ser el lugar más complicado dada su elevada población. La decisión de iniciar los trabajos en dicho lugar se debió a una política de pragmatismo: cuanto antes se empiece por la peor zona, antes se acabará. Aquel día surgiría en miles de casas la pregunta de cuándo terminarían su trabajo las máquinas. Hoy, más de dos años después, hay fecha aproximada: el próximo agosto quedará liberada la calle, que podrá volver a ser tomada por los vecinos.Éste es el plazo que el director de la oficina del metro, Enrique Urkijo, prevé para un hito esperado y deseado por las decenas de miles de personas que habitan en la Carretera de Cádiz. Salvo varias pequeñas zonas, como la estación de Huelin o los cruces en las avenidas Juan XXIII, La Paloma o Molière, que necesitarán algún tiempo más, la calle quedará expedita en lo que al metro concierne. Otra cosa es la reapertura al tráfico de la misma, algo que ya compete en exclusiva al Ayuntamiento de Málaga y que podría retrasarse si los técnicos municipales aprovechan el nuevo estado de la vía para realizar cambios en la circulación u obras como aparcamientos públicos.No obstante, el recorrido de la línea 2 -que unirá el Martín Carpena con La Malagueta, nudo común futuro de toda la infraestructura del suburbano- por la Carretera de Cádiz aún no se puede dar por terminado. Todavía se llevan a cabo excavaciones en tres subtramos y el mes que viene se acometerán en otro más, el que une la avenida de La Paloma con la calle Frigiliana.La marcha general de los trabajos, no obstante, es satisfactoria. Los muros pantalla utilizados para construir los túneles están construidos ya a más de un 92% del total, mientras que los dinteles de los propios túneles -los ´techos´- están a más de la mitad. En los meses que restan hasta el próximo mes de agosto se finalizarán todas estas estructuras, según Urkijo, salvo imprevistos que a estas alturas no tendrían por qué producirse.Hasta el momento, los vecinos ya han ´recuperado´ el espacio público entre el Martín Carpena y la glorieta de Molière, entre La Paloma y el cruce con Juan XXIII y, de forma parcial, entre este punto y el nuevo puente de Juan Pablo II. Si todo marcha con la celeridad prevista y continúa el satisfactorio ritmo que han tenido las obras en el último año, la ciudad recuperará en breve toda la Carretera de Cádiz. La línea 2 quedará abierta entre Renfe y el Martín Carpena a lo largo del año próximo, 2009, según las estimaciones oficiales.
Las obras del metro de Málaga arrancaron un lejano 26 de enero de 2006. El lugar elegido para comenzar un proyecto tan ambicioso fue la Carretera de Cádiz, arteria principal de la línea 2, por ser el lugar más complicado dada su elevada población. La decisión de iniciar los trabajos en dicho lugar se debió a una política de pragmatismo: cuanto antes se empiece por la peor zona, antes se acabará. Aquel día surgiría en miles de casas la pregunta de cuándo terminarían su trabajo las máquinas. Hoy, más de dos años después, hay fecha aproximada: el próximo agosto quedará liberada la calle, que podrá volver a ser tomada por los vecinos.Éste es el plazo que el director de la oficina del metro, Enrique Urkijo, prevé para un hito esperado y deseado por las decenas de miles de personas que habitan en la Carretera de Cádiz. Salvo varias pequeñas zonas, como la estación de Huelin o los cruces en las avenidas Juan XXIII, La Paloma o Molière, que necesitarán algún tiempo más, la calle quedará expedita en lo que al metro concierne. Otra cosa es la reapertura al tráfico de la misma, algo que ya compete en exclusiva al Ayuntamiento de Málaga y que podría retrasarse si los técnicos municipales aprovechan el nuevo estado de la vía para realizar cambios en la circulación u obras como aparcamientos públicos.No obstante, el recorrido de la línea 2 -que unirá el Martín Carpena con La Malagueta, nudo común futuro de toda la infraestructura del suburbano- por la Carretera de Cádiz aún no se puede dar por terminado. Todavía se llevan a cabo excavaciones en tres subtramos y el mes que viene se acometerán en otro más, el que une la avenida de La Paloma con la calle Frigiliana.La marcha general de los trabajos, no obstante, es satisfactoria. Los muros pantalla utilizados para construir los túneles están construidos ya a más de un 92% del total, mientras que los dinteles de los propios túneles -los ´techos´- están a más de la mitad. En los meses que restan hasta el próximo mes de agosto se finalizarán todas estas estructuras, según Urkijo, salvo imprevistos que a estas alturas no tendrían por qué producirse.Hasta el momento, los vecinos ya han ´recuperado´ el espacio público entre el Martín Carpena y la glorieta de Molière, entre La Paloma y el cruce con Juan XXIII y, de forma parcial, entre este punto y el nuevo puente de Juan Pablo II. Si todo marcha con la celeridad prevista y continúa el satisfactorio ritmo que han tenido las obras en el último año, la ciudad recuperará en breve toda la Carretera de Cádiz. La línea 2 quedará abierta entre Renfe y el Martín Carpena a lo largo del año próximo, 2009, según las estimaciones oficiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario