Retienen la piedra con una malla metálica ante el riesgo de que se desprenda del risco y provoque una catástrofe
DATOS
Roca: El peñasco es de grandes dimensiones y tiene aproximadamente 20 toneladas de peso. Tipo: Se trata de una roca caliza oolítca blanca, formada por envolturas minerales parecidas a los huevos de pescado alrededor de un núcleo.
Viviendas: En caso de desprendimiento corren riesgo de verse afectadas unas diez casas. Solución: De manera provisional se ha instalado una malla metálica con unos anclajes. Se estudia mientras tanto la forma de acabar con el problema de manera definitiva, aunque no se ha establecido fecha.
Una roca de grandes dimensiones y de unas 20 toneladas de peso podría desprenderse del risco en el que se encuentra y rodar hasta colisionar con algunas viviendas de Montejaque. Este risco sufrió hace unos semanas un desprendimiento en su base y dejó está piedra sobresaliente en forma de cornisa. El peligro procede de la posibilidad de que esta roca se desgaje de donde está y ruede por la ladera que hay bajo ella hasta llegar a las viviendas. El alcalde, Miguel Alza, ha manifestado que este peñasco sólo dañaría a una casa por sus dimensiones, pero que las posibilidades se reparten entre ocho o diez viviendas que se encuentran en las direcciones que podría tomar la roca. La Diputación Provincial de Málaga ya ha tomado cartas en el asunto y ha montado una malla metálica con unos anclajes que sujetan, de manera provisional, toda la peña, y cuyo presupuesto ha sido de 28.000 euros.
Soluciones
Ahora los técnicos de este organismo están estudiando las posibles maneras de solucionar el problema sin poner en peligro los hogares que hay en las cercanías. De momento, ya se han descartado varias posibilidades como la de provocar un desprendimiento controlado, puesto que es muy difícil determinar la reacción de la piedra, y la de romperla en trozos más pequeños estando aún sujeta al risco, ya que lo más probable es que, directamente, se desgajara de donde está. Lo que todavía no se ha determinado, precisamente por las dificultades que conlleva, es el tiempo en el que se podrá solucionar el problema de manera definitiva.Así las cosas, la preocupación continúa en el pueblo, aunque como matizó Alza, «ahora ya es menos, desde que sabemos que se ha protegido con esa malla de contención». No obstante, los montejaqueños miran estos días al cielo con cierta aprensión ya que estas rocas son de origen calizo y la lluvia podría acelerar que se desprendiese la piedra. El alcalde manifestó también que ya hacía más de 20 años que no se producían este tipo de incidencias en el pueblo.
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