La barriada critica que no se haya hecho nada en el anunciado parque del Lagarillo, rechaza un minigolf en Almellones y denuncia vallas en el Monte San Antón
"Somos un barrio que por la mala gestión administrativa se ha quedado sin zonas verdes en lo que es el casco urbano y se tiene que trasladar a los montes", resume la situación medioambiental del Palo el presidente vecinal, Santiago González.A pesar del déficit de zonas verdes, las grandes promesas no llegan. "El parque del Lagarillo es una promesa que algunos han conocido de niños y ya tienen el pelo cano", ironiza Santiago González, en referencia al futuro parque en la ladera del Monte San Antón. "Denunciamos la desidia del Ayuntamiento porque eso es un erial lleno de basura y escombros", recalca, mientras reclama que se ejecute como parque, para que no gane "la presión atroz de las inmobiliarias".La asociación aprovecha para denunciar la reciente instalación de vallas en mitad de caminos de acceso al Monte San Antón, como ya recogió en marzo La Opinión.La otra zona verde en el aire es la finca de Almellones, en la parte alta de la Pelusa. Las asociación rechaza la proyectada instalación de un campo de golf de nueve hoyos. "No queremos instalaciones privadas para la ´elite´ de la sociedad. El ciudadano de a pie no juega al golf", cuenta Francisco Leal, de la asociación de vecinos. También preocupa en el barrio el futuro de la Facultad de Ciencias Laborales, ahora que la Universidad se marcha del edificio de la avenida de la Estación. "Pedimos que se convierta en sede de la junta de distrito y en centro cívico, ante la falta de infraestructura en el barrio", cuenta Santiago González.La asociación no entendería que la Universidad de Málaga quisiera darle una nueva utilidad al edificio. Cuatro Esquinas. La futura plaza de las Cuatro Esquinas, el corazón del barrio, sigue su lento avance. El presidente vecinal recuerda la promesa hecha hace seis meses por el alcalde de reunirse con los vecinos para tratar este asunto. El propósito de la asociación es que sea "una plaza moderna y emblemática", en cuyo diseño puedan participar los vecinos, y que incluya un guiño tradicional: el regreso de la fuente de la Olla, con la estatua de una mujer, cántaro en mano, de las que acudían en el pasado a por agua. El principal escollo: un bloque que deberá derribarse y construirse unos metros más alejado, para no romper la armonía de la plaza. "El dueño y los inquilinos están de acuerdo porque salen ganando", resalta Francisco Leal. La asociación también subraya la falta de infraestructura deportiva. "Lo único que tenemos es una cancha de baloncesto que no tiene las medidas legales", cuenta Francisco Leal. Por su parte Antonio Rodríguez, de la asociación de vecinos, reclama que el Ayuntamiento ejecute las prometidas instalaciones deportivas en el campo de San Ignacio, que contarán con aparcamiento, y en las antiguas cocheras de los tranvías, junto al Arroyo Jaboneros. La asociación vecinal quiere que, cuando se hagan las obras en el campo de San Ignacio, se aproveche para prolongar la calle Practicante Fernández Alcolea. Una solución: un tramo subterráneo que no quite terreno al parking. Con respecto a las cocheras, que acogerán instalaciones de la ACB, Antonio Rodríguez lamenta que el Ayuntamiento, "al no tener dinero, los grandes proyectos de los barrios no los puede realizar y se los da a empresas privadas". Otra gran promesa, muy ´activa´ en periodos electorales, es la legalización de las casas de la playa. "Las administraciones han intentado legalizarlas pero seguimos como siempre y no se les da una solución", resume Antonio Rodríguez.Francisco Leal también saca a colación un problema ´menor´ pero muy importante para el tráfico: un socavón en la calle Practicante Fernández Alcolea, señalizado "de mala manera" y sin reparar desde hace una semana.Aparcamientos. Otra gran queja es la falta de aparcamientos. Además de los proyectados, la asociación entiende que hay necesidad de nuevos parkings en zonas como Echeverría y propone que se estudie el colegio Valle Inclán. Antonio Rodríguez explica que El Palo necesita "4.000 aparcamientos y por ahora el Ayuntamiento ha hecho 300, en el mercado del Palo".Los vecinos reclaman también más presencia policial en un barrio que consideran "tranquilo" pero en el que hay algunas plazas tomadas por "energúmenos" como la de Alfonso Comín y otra en la zona alta de Villafuerte. Con respecto a la limpieza, Santiago González entiende que El Palo "tiene carencias muy importantes" y también pide más contundencia con las personas que no recogen la caca de los perros. La asociación pidió el mes pasado una reunión con Emasa y la junta de distrito, "para que expliquen qué hacen para evitar el problema del mar olor de la estación de bombeo", junto al Gálica, objeto de numerosas protestas. Por último, Francisco Leal recuerda el carácter de plazas "de utilidad pública" en la barriada, de las plazas interiores de urbanizaciones como Echeverría, la plaza del Chicuelo y de la urbanización Villa Cristina. Leal denuncia que se les dé un uso exclusivamente privado.
"Somos un barrio que por la mala gestión administrativa se ha quedado sin zonas verdes en lo que es el casco urbano y se tiene que trasladar a los montes", resume la situación medioambiental del Palo el presidente vecinal, Santiago González.A pesar del déficit de zonas verdes, las grandes promesas no llegan. "El parque del Lagarillo es una promesa que algunos han conocido de niños y ya tienen el pelo cano", ironiza Santiago González, en referencia al futuro parque en la ladera del Monte San Antón. "Denunciamos la desidia del Ayuntamiento porque eso es un erial lleno de basura y escombros", recalca, mientras reclama que se ejecute como parque, para que no gane "la presión atroz de las inmobiliarias".La asociación aprovecha para denunciar la reciente instalación de vallas en mitad de caminos de acceso al Monte San Antón, como ya recogió en marzo La Opinión.La otra zona verde en el aire es la finca de Almellones, en la parte alta de la Pelusa. Las asociación rechaza la proyectada instalación de un campo de golf de nueve hoyos. "No queremos instalaciones privadas para la ´elite´ de la sociedad. El ciudadano de a pie no juega al golf", cuenta Francisco Leal, de la asociación de vecinos. También preocupa en el barrio el futuro de la Facultad de Ciencias Laborales, ahora que la Universidad se marcha del edificio de la avenida de la Estación. "Pedimos que se convierta en sede de la junta de distrito y en centro cívico, ante la falta de infraestructura en el barrio", cuenta Santiago González.La asociación no entendería que la Universidad de Málaga quisiera darle una nueva utilidad al edificio. Cuatro Esquinas. La futura plaza de las Cuatro Esquinas, el corazón del barrio, sigue su lento avance. El presidente vecinal recuerda la promesa hecha hace seis meses por el alcalde de reunirse con los vecinos para tratar este asunto. El propósito de la asociación es que sea "una plaza moderna y emblemática", en cuyo diseño puedan participar los vecinos, y que incluya un guiño tradicional: el regreso de la fuente de la Olla, con la estatua de una mujer, cántaro en mano, de las que acudían en el pasado a por agua. El principal escollo: un bloque que deberá derribarse y construirse unos metros más alejado, para no romper la armonía de la plaza. "El dueño y los inquilinos están de acuerdo porque salen ganando", resalta Francisco Leal. La asociación también subraya la falta de infraestructura deportiva. "Lo único que tenemos es una cancha de baloncesto que no tiene las medidas legales", cuenta Francisco Leal. Por su parte Antonio Rodríguez, de la asociación de vecinos, reclama que el Ayuntamiento ejecute las prometidas instalaciones deportivas en el campo de San Ignacio, que contarán con aparcamiento, y en las antiguas cocheras de los tranvías, junto al Arroyo Jaboneros. La asociación vecinal quiere que, cuando se hagan las obras en el campo de San Ignacio, se aproveche para prolongar la calle Practicante Fernández Alcolea. Una solución: un tramo subterráneo que no quite terreno al parking. Con respecto a las cocheras, que acogerán instalaciones de la ACB, Antonio Rodríguez lamenta que el Ayuntamiento, "al no tener dinero, los grandes proyectos de los barrios no los puede realizar y se los da a empresas privadas". Otra gran promesa, muy ´activa´ en periodos electorales, es la legalización de las casas de la playa. "Las administraciones han intentado legalizarlas pero seguimos como siempre y no se les da una solución", resume Antonio Rodríguez.Francisco Leal también saca a colación un problema ´menor´ pero muy importante para el tráfico: un socavón en la calle Practicante Fernández Alcolea, señalizado "de mala manera" y sin reparar desde hace una semana.Aparcamientos. Otra gran queja es la falta de aparcamientos. Además de los proyectados, la asociación entiende que hay necesidad de nuevos parkings en zonas como Echeverría y propone que se estudie el colegio Valle Inclán. Antonio Rodríguez explica que El Palo necesita "4.000 aparcamientos y por ahora el Ayuntamiento ha hecho 300, en el mercado del Palo".Los vecinos reclaman también más presencia policial en un barrio que consideran "tranquilo" pero en el que hay algunas plazas tomadas por "energúmenos" como la de Alfonso Comín y otra en la zona alta de Villafuerte. Con respecto a la limpieza, Santiago González entiende que El Palo "tiene carencias muy importantes" y también pide más contundencia con las personas que no recogen la caca de los perros. La asociación pidió el mes pasado una reunión con Emasa y la junta de distrito, "para que expliquen qué hacen para evitar el problema del mar olor de la estación de bombeo", junto al Gálica, objeto de numerosas protestas. Por último, Francisco Leal recuerda el carácter de plazas "de utilidad pública" en la barriada, de las plazas interiores de urbanizaciones como Echeverría, la plaza del Chicuelo y de la urbanización Villa Cristina. Leal denuncia que se les dé un uso exclusivamente privado.
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