lunes, 28 de abril de 2008

El resultado de las catas en el patio del Hospitalillo defrauda a los arqueólogos. Marbella (SUR)


Cultura confiaba en encontrar los baños de la ciudad medieval frente a los vestigios hallados de pozos y estructuras de una casa de la época musulmana. Esta excavación arqueológica es el paso previo a la rehabilitación del inmueble

El resultado de las excavaciones arqueológicas en el patio central de Hospital San Juan de Dios, conocido popularmente como el Hospitalillo, ha dejado cierto sabor agridulce en la Delegación Municipal de Cultura. «No se ha encontrado lo esperado. El resultado es pobre desde el punto de vista arqueológico», aseguran. Las catas, desarrolladas durante dos meses y medio, sólo han sacado a la luz varios pozos, restos de cerámica y estructuras de una casa, que datan de la época musulmana. Según informan desde la Delegación Municipal de Cultura, no hay rastro de los baños árabes que esperaban hallar en estas tareas, previas a la rehabilitación de este señero inmueble, fundado en el siglo XV por los Reyes Católicos. Así, para la Asociación Cilniana en Defensa del Patrimonio Histórico, que lleva años reclamando la protección oficial de este señero edificio, aún no se logrado despejar la incógnita de cómo era antaño esa gran ciudad medieval.
Valoración
Sobre el resultado de estas catas, Catalina Urbaneja, presidenta de este colectivo cultural, asegura: «Es una pena. Se cierra una puerta que podría ser un puente hacia la investigación del pasado de Marbella». No obstante, sostiene que pese al resultado un tanto aciago de esta excavación, «Marbella tiene que tener un subsuelo con mucha información arqueológica», sin descartar así la posibilidad de que bajo superficie del centro haya importantes vestigios arqueológicos. Urbaneja defiende que este emblemático inmueble, ubicado a pie del Casco Antiguo, «fue adaptado a hospital por su ubicación y tuvo que pertenecer a una casa musulmana». En sus orígenes, según relata la presidenta de Cilniana, que llegó a solicitar en 2002 a la Junta la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), se le conocía como el hospital de la Misericordia, «con una asignación patrimonial equiparable a la de la iglesia mayor». Al margen de la protección oficial, la reclamada recuperación de este singular edificio está cada vez más cerca. A principios de este mes, el Ayuntamiento adjudicó a la empresa Trigemer SA la obra para remozar la cubierta del Hospitalillo, en que se emplearán tres meses de trabajo. La ejecución de esta primera fase condicionará la futura rehabilitación de una parte de este edificio. Se trata del antiguo laboratorio municipal. Los 42 alumnos de la escuela taller, puesta en marcha con la contribución de un millón de euros por parte de la Junta de Andalucía, acometerán como parte de su formación esta actuación con la que se pondrá en valor este edificio histórico, tras años de abandono por los anteriores gobiernos del GIL.

No hay comentarios:

Publicar un comentario