Compañías logísticas y de producción optan por trasladar sus proyectos a polígonos del área metropolitana porque los pueden iniciar de inmediato. La imposibilidad de encontrar terrenos adecuados a la demanda provoca que los costes se disparen
No encuentran lo que quieren y se van. Las grandes empresas de logística y fabricación que desean instalarse en Málaga necesitan suelo disponible de inmediato y con buenas condiciones para sus proyectos, pero terminan por trasladarlos a otros puntos de la provincia o de Andalucía porque aquí no lo tienen. Así lo aseguraron a este periódico varias compañías expertas en la comercialización de suelo industrial, que destacaron que la capital ha perdido un buen número de oportunidades de albergar a grandes grupos productivos en los últimos años por esta razón.«La carencia de suelo industrial y terciario en Málaga es evidente. No tenemos más remedio que desviar a las grandes empresas a otros lugares, porque aquí no podemos ofrecerles lo que buscan», comentó Rafael Pérez, de Minza Consulting Inmobiliario. Según indicó, hay compañías que necesitan terrenos de unos 20.000 o 30.000 metros cuadrados para colocar una nave de unos 15.000 metros cuadrados y que no pueden instalarse en la ciudad. «Han querido venir a Málaga como capital económica que es, pero muchas han desistido», agregó este experto, quien puntualizó que este tipo de empresas necesitan suelo industrial que esté disponible de inmediato para dar cumplimiento a sus planes de expansión, por lo que no esperan.
Extranjeras
Como ejemplo, Rafael Pérez señaló que ha tenido los casos de una empresa extranjera de muebles, una farmacéutica y otra de logística que han intentado encontrar un hueco en el término municipal de la capital, pero que no han podido. «Es una pena que las compañías productivas no puedan venir a Málaga, porque son las que generan empleo de verdad», dijo el responsable de Minza. Según aclaró, al margen de la generación de riqueza para la economía malagueña, la implantación de cada uno de estos proyectos supone inversiones de unos 20 millones de euros que no se materializan.Además, algunas empresas que insisten en poder encontrar un terreno adecuado en Málaga se encuentran con lo elevado de los precios por la escasez de suelo industrial, y desisten de iniciar su inversión al no poder rentabilizarla. Así lo asegura un informe elaborado por la consultora Richard Ellis, que arroja cantidades entre los 1.400 y los 2.800 euros por metro cuadrado para la venta de suelo empresarial en la capital.Según este estudio, el polígono más caro es Santa Bárbara, donde el coste mínimo de una parcela en venta puede alcanzar los 1.700 euros por metros cuadrado y el máximo puede llegar a 2.800 euros. En el lado opuesto, se encuentran zonas como la Azucarera, El Viso o Villarosa, donde son más bajos los precios tanto del alquiler como de la venta de naves o parcelas.
Equiparación
«Actualmente, los niveles de precios en Málaga son equiparables a mercados más maduros como Madrid o Barcelona», señala el informe. No obstante, los precios terminan por auyentar a las empresas, ya que resultan muy elevados para unos polígonos con demasiadas deficiencias en materia de infraestructuras y servicios.Íñigo Molina, director en Málaga de Richard Ellis, confirmó las dificultades para encontrar suelo empresarial de buenas condiciones y grandes dimensiones en la capital, y aseguró que, ante esta situación, muchas empresas han puesto sus ojos en polígonos mejor cualificados de localidades de la corona metropolitana de Málaga como Alhaurín de la Torre, Cártama o Casabermeja, así como en Antequera y municipios cercanos.«En Málaga hay poco suelo inmediato, por lo que estos otros lugares resultan ser buenas alternativas para aquellas empresas que no cejan en su empeño de buscar un lugar en la provincia», precisó Molina, quien matizó que la situación cambiaría sin la ciudad pudiera ofrecer más suelo industrial y, sobre todo, con las condiciones de amplitud y buenas comunicaciones que precisan las compañías de logística y productoras.Ignacio Muñoz, de Atisreal, confirmó que este tipo de grupos son los que tienen más dificultades a la hora encontrar el suelo que buscan en Málaga. Menos problemas tienen aquellos que sólo precisan de pequeñas naves destinadas al almacenaje o la comercialización de sus productos.
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