jueves, 3 de julio de 2008

Greenpeace alerta de que tres proyectos de puertos deportivos son una amenaza para el litoral (SUR)


Los recintos de Mijas, Fuengirola y Caleta son catalogados como puntos negros de la costa malagueña y un peligro para el fondo marino. Denuncian el «excesivo urbanismo» en Vélez-Málaga
LOS PUERTOS PREVISTOS
Vélez-Málaga
Lugar: Caleta de Vélez.
Tipología: Pesquero y deportivo.
Proyecto: La finalidad es elevar el total de amarres a 791, medio millar más de los actualmente existentes.
Denuncia: El informe alerta de que la construcción afectará a las praderas marinas.
Mijas
Lugar: La Cala de Mijas.
Tipología: Puerto deportivo.
Proyecto: Crear un puerto nuevo. Es una promesa electoral del PSOE, que en la pasadas autonómicas anunció que en esta legislatura se harían 4.500 nuevos puntos de atraque en todo el litoral malagueño.
Denuncia: Afección al medio marino de la zona.
Fuengirola
Lugar: Actual puerto.
Tipología: Puerto deportivo.
Proyecto: Ampliar el número de puntos de atraque.
Denuncia: Afección al medio marino.

Cambian los peligros que acechan a la degradación del litoral malagueño. Si en los últimos años la amenaza eran los edificios de viviendas, complejos residenciales y campos de golf construidos al borde del mar, ahora la espada de Damocles son los proyectos de construcción o ampliación de puertos deportivos y pesqueros, concretamente, los de Mijas, Fuengirola y la Caleta de Vélez. Así lo alertó ayer la organización ecologista Greenpeace durante la presentación de su informe anual 'Destrucción a toda costa 2008'. En el documento se denuncia la construcción de dos puertos deportivos tan cercanos en el espacio. En el caso de Mijas se trata de una promesa electoral recogida en el programa del PSOE de las pasadas elecciones autonómicas. Greenpeace alerta, haciéndose eco de un estudio de la Universidad de Málaga (UMA), de las afecciones que puede provocar en el fondo marino, con una importante biodiversidad en la que coexisten especies europeas y africanas, atlánticas y mediterráneas. Mientras, en Fuengirola se prevé una ampliación de las actuales dependencias portuarias para atender la demanda. Greenpeace denuncia que a estas expansiones portuarias en la Costa hay que sumar el visto bueno del Gobierno central a la segunda desalinizadora de la Costa del Sol cuya planta estará en suelo mijeño, aunque las obras de captación de agua y de retorno de la salmuera al mar se realizarán en Fuengirola, «lo que también podría tener un impacto negativo sobre los espacios naturales marinos de esta zona».En el caso de Vélez-Málaga, Greenpeace señala que la ampliación del puerto pesquero y deportivo de Caleta de Vélez es un peligro para las praderas marinas de la fanerógama marina Zostera, una planta endémica del litoral veleño y que está protegida, al crearse una enorme barrera litoral y turbidez en las aguas. Asimismo, alerta sobre «el excesivo urbanismo» que se está produciendo en la zona.
Almería, en cabeza
Los puertos deportivos de Mijas-Fuengirola y la ampliación de la Caleta de Vélez son dos de los dieciocho puntos negros del litoral andaluz. El ranking lo encabeza la provincia de Almería con seis zonas, entre ellas el polémico hotel de El Algarrobico, en pleno parque natural de Cabo de Gata-Níjar. Le siguen Cádiz con cinco, destacando la «gravísima» ampliación del puerto de Tarifa, y Huelva con tres, en especial el Polo Químico, una de las zonas «más contaminadas de Europa». Con dos figura Granada.Y es que Andalucía, junto a la Comunidad Valenciana, Murcia, Canarias y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla ocupan el podio de las regiones litorales con peor historial de desmanes urbanísticos. En este sentido, el informe de Greenpeace concluye que pese a estar entre los destinos turísticos más visitados del planeta, Andalucía tiene un litoral «maltratado» por la Administración encargada de su gestión, la Junta. La protección de forma efectiva de los primeros 500 metros de costa de la urbanización en aquellas zonas a las que el ladrillo aún no haya llegado, la terminación de la delimitación del dominio público-terrestre, la eliminación de las construcciones ilegales, la conservación de los espacios costeros, la puesta en marcha de una estrategia para la sostenibilidad del litoral, acabar con los vertidos industriales y urbanos y crear reservas litorales y marinas son algunas de las medidas que, según recoge el documento, deben ponerse en marcha de «manera urgente» para dar un giro a la situación actual del litoral andaluz y español. En todo el litoral español se han contabilizado 137 actuaciones que agreden a ecosistemas costeros valiosos. Además, se alerta del exceso de cemento, la contaminación por vertidos y la corrupción en mayor o menor medida. Los datos de Greenpeace revelan que en lo que va de 2008 han llegado a los tribunales 67 casos de corrupción urbanística con 527 implicados de los que 180 son cargos públicos y reclama a los poderes públicos cumplir la Ley de Costas, aprovechar la crisis para poner fin al modelo del 'ladrillazo' y reformar la financiación de los municipios, informa Colpisa.

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