domingo, 14 de diciembre de 2008

Un macropuente sin cimientos (La Opinión)


El faraónico proyecto del PP de circunvalar la ciudad por el mar no cosecha adhesiones en el sector profesional malagueño. El Colegio de Ingenieros elude opinar por la falta de concreción de la idea.

JOAQUÍN MARÍN D. MÁLAGA El pasado 22 de noviembre, el Partido Popular de Málaga presentó, en el congreso que eligió a Elías Bendodo nuevo presidente de la formación, un ambicioso y faraónico proyecto llamado a convertirse en el estandarte del cambio de la ciudad en los próximos años. Se trataba de un macropuente en la bahía que uniría la desembocadura del Guadalhorce y Rincón de la Victoria por medio de once kilómetros de carretera sobre el mar, enfrente de la costa. Una infraestructura que cerraría la circunvalación urbana y liberaría mucho tráfico del interior de la urbe. Y también sería una referencia internacional, como lo son muchos monumentos en otras tantas capitales del mundo.
Sin embargo, han pasado más de tres semanas desde aquel anuncio y poco más se conoce del proyecto. Y no sólo eso: en la situación actual, parece que escaso recorrido va a tener, al menos a corto plazo. Definiciones como "ingenuidad política sin precedentes", "proyecto sin recorrido porque no puede ser una realidad" o "dibujo sin más que Málaga no necesita" son las opiniones recabadas por este periódico de prestigiosos profesionales del sector de la arquitectura o la ingeniería al tratar de aportar movimiento a un debate inexistente.
Lo cierto es que el PP pidió la colaboración de todas las instituciones para hacer realidad una actuación cuyo coste cifró en una horquilla entre 500 y 800 millones de euros, con un plazo de construcción que podría variar entre los tres y los cuatro años y medio. Según los detalles del proyecto, desgranados el 28 de noviembre por el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, y Salvador Merino, profesor de la UMA y miembro del comité ejecutivo del PP, el macropuente sería atirantado, de hormigón armado pretensado, y con dos plantas -una para vehículos y para un tren y para pasarelas peatonales-.
Esta sucinta relación de características técnicas y la no presentación del proyecto a los profesionales del sector parece haber encajado la propuesta en el ámbito puramente político, del que será difícil sacarlo hasta que el PP dé el paso. Si lo da. Un portavoz de la demarcación de Andalucía del Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos justificó así la decisión de la decana, Virginia Sanjuán, de no opinar acerca del macropuente: "No se nos ha presentado como organismo profesional y no vamos a hacer juicios de algo que no conocemos". Muchos de los ingenieros consultados por el colegio oficial para que expresaran su valoración, sencillamente respondieron que tenían mucho trabajo y estaban demasiado ocupados como para valorar una propuesta con una falta de definición absoluta. Pedían datos concretos, planes. Pero por el momento sólo hay lo que hay.
Además, no sólo el colegio oficial de ingenieros ha evitado hacer pública su postura. Despachos privados y arquitectos de la ciudad han optado por declinar la invitación a comentar el faraónico proyecto del PP. Unos por guardarse opiniones muy duras, otros por cierto temor a ganarse las antipatías de la formación política y otros más por no dar verosimilitud con su participación a un proyecto que estan convencidos de que no verá la luz. De ahí comentarios como "cuanto menos se hable de ello, mejor" o "idea sin pies ni cabeza".
Hay que recordar que el propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se desmarcó claramente de este proyecto en el debate sobre el estado de la ciudad, celebrado en el Ayuntamiento el pasado 3 de diciembre, cuando sólo sacó a relucir el macropuente en uno de sus turnos de réplica -y no en su discurso principal- para definirlo como "un proyecto del PP". Así dio a entender que el gobierno municipal no lo hace suyo, al menos por el momento. Y desde entonces ha resultado muy difícil encontrar a algún político popular que hable y defienda la idea. Incluso la oposición, esto es, el PSOE, salió a criticar el proyecto días después de su presentación con unas duras declaraciones del secretario provincial, Miguel Ángel Heredia, pero no ha tenido la necesidad de volver sobre el tema por la práctica desaparición de éste del debate ciudadano.
Puentes como el que defiende el PP no hay en España. Sería, si ve la luz, el primero de su clase, el único que recorriera en paralelo toda una franja de tierra -en este caso la bahía- sin unir dos lugares diferentes. El impacto visual, aunque en el proyecto figura que estaría a una distancia de 3,5 kilómetros de la playa, sería muy elevado, y cambiaría para siempre la fisonomía de la Costa del Sol tal y como la conocemos ahora. No obstante, desde el punto de vista técnico, es del todo factible, según los expertos consultados. Sólo necesita consenso político, vía de financiación y el visto bueno del sector profesional. Justo todo lo que no tiene ahora.

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