lunes, 23 de febrero de 2009

"El sector de la construcción no se va a recuperar hasta dentro de dos o tres años" (Málaga Hoy)

Este ex directivo de gigantes inmobiliarios como Sando o Vallehermoso asegura que las entidades financieras están captando suelos por valor de 10.000 millones de euros de promotoras con problemas

Es uno de los mayores expertos en el mercado inmobiliario de la comunidad autónoma, tras ocupar altos cargos directivos en Sando o Vallehermoso. Este sector, el más perjudicado por la crisis, está en pleno proceso de cambio y hay que adaptarse a las nuevas tendencias. Consciente de ello acaba de constituir en Málaga una empresa, CDA, junto a dos socios que también conocen perfectamente este área, ya que uno posee un estudio de arquitectura y el segundo es un broker inmobiliario en Madrid. Su objetivo es gestionar los activos inmobiliarios que se han quedado las entidades financieras en concepto de pago de las promotoras con problemas.

-¿Qué les ha llevado a crear CDA?

-A finales de verano del pasado año vimos un cambio en la política de las entidades financieras, que empezaron a plantearse la posibilidad de quedarse con activos inmobiliarios de promotoras con dificultades de pago. Los tres socios nos conocemos de haber trabajado juntos en épocas mejores y pensamos que podemos dar un servicio necesario. Creamos la sociedad en diciembre.

-¿Su objetivo es venderle los pisos a las entidades financieras?

-No nos hemos basado en la venta de pisos porque hay otras compañías que lo pueden hacer. Nosotros nos centramos en activos que puedan ser conflictivos para una entidad financiera. Vender un piso o un bloque terminado no es un gran problema para un banco, se lo encarga a una comercializadora y ya está. Nuestro trabajo se basa en la gestión de suelos que haya que desbrozar desde el punto de vista urbanístico, o promociones que se hayan quedado sin terminar por el motivo que sea y en los que haya problemas con los contratos de los clientes. Nos hemos encontrado, por ejemplo, un caso de un aparcamiento subterráneo en la plaza de un pueblo cuya obra se ha parado y está toda la plaza central levantada.

-No parece que sea un buen momento para vender suelo.

-No, no lo es, pero sí es un momento malo para no hacer nada. Lo peor que le puede pasar a un activo es que se quede en barbecho. Un suelo bien gestionado es una fuente de riqueza a medio plazo. Vender suelo ahora es complejo porque el mercado es pequeño y hay escasez de financiación. En cualquier caso, el sector residencial es necesario. Los ciudadanos van a seguir casándose y van a seguir necesitando viviendas, por lo que cuando toda la crisis se acabe el sector inmobiliario va a seguir existiendo.

-¿Qué diferencia habrá?

-Será un sector distinto, habrá que adaptarse a nuevas características de los clientes, a nuevos mercados pero básicamente la idea de que dos personas se casen y busquen un sitio para vivir seguirá igual.

-¿Cuándo cree usted que se empezará a recuperar la construcción?

-Pienso que todavía habrá que esperar dos o tres años.

-El número de promotoras en concurso se ha disparado en España. ¿Cuánto ha aumentado la cartera de suelo de las entidades financieras?

-A finales de 2008 se han quedado 10.000 millones de euros de activos inmobiliarios de promotoras en las entidades financieras como pago de deuda. Creo que ese tipo de negociaciones es el camino correcto porque llevar las empresas a concurso de acreedores no conduce a nada.

-Los ciudadanos no entienden qué han hecho los promotores con los miles de millones de euros que han ganado en los últimos años para que muchos se declaren ahora en concurso.

-Es verdad que se ganó mucho dinero pero casi todo se reinvirtió. Los procesos administrativos de recalificación de suelo son muy largos y complejos, por lo que el poco suelo que había disponible estaba a un precio desorbitado. Ha habido una hiperinflación en el precio de los pisos porque, entre otras cosas, ha habido una fuerte demanda extranjera que distorsionó mucho el precio. Hay propietarios de vivienda de segunda mano que elevaron sus precios y todo ese flujo de mercado ha dado lugar a la situación actual. Todos tenemos culpa.

-¿Y ahora qué?

-Bueno, lo que hemos comentado anteriormente. El fundamento del negocio inmobiliario es crear casas y éstas van a seguir siendo necesarias. La ambición de una familia media europea es tener una vivienda en la Costa del Sol o en Levante porque es un mercado conocido, con muchos servicios, del primer mundo y con 280 días de sol al año.

-¿Podríamos repetir, dentro de unos años, la misma vorágine del último lustro?

-Los tiempos de hace cinco o seis años no volverán. Esa locura de compras sobre plano, las colas en la inmobiliaria, no creo que se repitan porque no era normal, aunque tampoco es normal que ahora tampoco se venda ningún piso. En el sector hay un consenso generalizado de que el ritmo normal de venta de vivienda en España es de 450.000 inmuebles al año. En estos momentos hay un millón de viviendas extra por lo que lo normal es que en un par de años se resuelva la situación.

-¿Por qué se tarda tanto en aprobar los PGOU?

-Son documentos complejos con factores económicos, de medio ambiente, políticos... Espero que el debate político se centre en hacer cosas y estamos notando que se intenta ir más rápido.

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