lunes, 27 de abril de 2009

Los vecinos se quejan de que los nuevos tejados puestos tras el tornado se calan (La Opinión)

Cada vez que las nubes sobrevuelan la capital y amenaza lluvia los vecinos de Nuevo San Andrés, que fueron afectados por el paso del tornado del pasado 1 de febrero, miran con temor las consecuencias que puede traer en sus fachadas. Tanto es así que las intensas precipitaciones que se produjeron a lo largo de toda la mañana de ayer provocó que algunos vecinos de los bloques afectados llamaran a los teléfonos de emergencias de bomberos a consecuencia de que los tejados recién arreglados dejaban pasar el agua.
Algunos de estos avisos hicieron que varias dotaciones de bomberos se acercaran a la zona para inspeccionar los tejados y actuar en la medida de lo posible para evitar que siguiera entrando agua a través de las cubiertas.
A principios de este mes, el pasado día 10 de abril, el concejal del distrito de la Carretera de Cádiz, Julio Andrade, informó que las obras de rehabilitación de las cubiertas (un total de 6.500 metros cuadrados) de los once bloques afectados por el tornado habían finalizado. El coste de dicha actuación supuso cerca de dos millones de euros. También la Consejería de Vivienda de la Junta invirtió 600.000 euros en los arreglos.

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