lunes, 10 de agosto de 2009

Urbanismo declarará en ruina un edificio del Centro habitado por siete familias (SUR)

El deficiente estado del inmueble avala el expediente, que llevará al desalojo de los inquilinos de las viviendas
Urbanismo declarará en ruina un edificio del Centro habitado por siete familias
Aspecto de la fachada del edificio, en la zona del Cervantes. / ANTONIO SALAS
El deficiente estado que presenta el edificio ubicado en el número 11 de la calle Hinestrosa llevará a su declaración como ruina en una próxima reunión del consejo de la Gerencia de Urbanismo, según informaron a este periódico fuentes consultadas. Se trata de un inmueble habitado por siete inquilinos que recientemente ha sido objeto de dos órdenes de desalojo debido a las pésimas condiciones de dos de los pisos habilitados en su interior. Al parecer, la pierna de uno de los ocupantes de las dos casas ya desalojadas llegó a traspasar el suelo sin efectuar esfuerzo alguno y abrió un boquete en el techo de la vivienda inferior, también ya desocupada.
Rocío Sánchez, una de las vecinas que recibió la orden de desalojo a principios del pasado mes de julio, confirmó que el pasado lunes se vio obligada a abandonar la vivienda ante la presencia de la Policía Local, que la precintó. «Nos han dado una ayuda de 1.200 euros y hemos alquilado un piso, pero tengo marido y tres hijos y no sé si voy a poder salir adelante», relató Rocío. El otro vecino desalojado se ha marchado a Cáceres.
Sin embargo, en la casa quedan siete familias que, con la declaración de ruina, se ven abocadas a tener que desalojar las viviendas en el plazo de uno o dos años. La declaración de ruina permite a la propiedad resolver los contratos de renta antigua, si bien el proceso no es inmediato, ya que requiere algunos trámites judiciales.
Las actuaciones del Ayuntamiento en relación a este caso comenzaron en enero de este año a raíz de un escrito remitido por el área de Bienestar Social a Urbanismo. En marzo se abrió el expediente por el que se realizaron varias visitas de los técnicos a la construcción en las que se detectaron numerosos desperfectos en su estructura. Esto llevó a Urbanismo a ordenar a la propiedad a retirar tramos inestables del enfoscado del patio y otros trabajos que obligaron a tener que apuntalar algunas de las viviendas. Ya en julio, el Ayuntamiento informó de que el expediente de ruina era claro. «La situación del inmueble es de precariedad estructural, habiéndose producido colapso parcial de un forjado por la sobrecarga de uso», señaló el Consistorio.
El defensor del Ciudadano, Francisco Gutiérrez, presentó en febrero un informe a Urbanismo donde denunció el estado del inmueble y la dejadez de la propietaria y del administrador en su mantenimiento. Gutiérrez ha echado en falta en este caso una mayor presión del Ayuntamiento a la hora de ordenar la reparación del edificio.

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