domingo, 28 de marzo de 2010

VÉLEZ. Las urbanizaciones de Vélez se rebelan. (SUR)

Vivir fuera de los cascos urbanos consolidados tiene ventajas, pero también inconvenientes. Uno de ellos, en Vélez-Málaga, es la obligación que tienen los propietarios de constituirse en Entidades Urbanísticas de Conservación para garantizar el mantenimiento de viales, aceras, sistemas de alumbrado y zonas verdes, además del mobiliario urbano. Esta obligación ha provocado el rechazo de los vecinos afectados por esta figura recogida en el PGOU de 1996, al entender que supone una discriminación para los titulares de viviendas fuera de los cascos urbanos consolidados.
Colectivos como la asociación de vecinos de Chilches han iniciado una recogida masiva de firmas en contra de estas entidades, y están manteniendo contactos con otros colectivos afectados por la medida con el fin de hacer un frente común ante el Consistorio. «Queremos el mismo trato que cualquier otro vecino del centro de Vélez o Torre del Mar. Lo que no puede ser es que el Ayuntamiento nos grave por recibir los mismos servicios que el resto», señala el presidente de la asociación de Chilches, Francisco Malpartida.
La movilización de los 31 sectores afectados en el municipio ha llevado al equipo de gobierno del Ayuntamiento (PSOE, GIPMTM e IU) a paralizar la puesta en marcha de las entidades. Según el edil de Urbanismo, Salvador Marín (IU), porque se han observado grandes diferencias entre la realidad actual y el PGOU.
Así las cosas, el gobierno ha anunciado que habrá reuniones con los vecinos de cada urbanización para ver caso por caso, y que se estudiarán los criterios acordados en su día.
Vivir a un lado de la calle
En Vélez son 31 los sectores que están obligados a constituirse en Entidades Urbanísticas de Conservación, algunos separados del casco urbano por una simple calle o una avenida. En esta situación se encuentran sectores como Vélez-Málaga 7 y 8, conocidos también como nuevo ensanche de Vélez. Los vecinos con viviendas en el lado derecho de la calle no tienen que pagar nada para garantizar el mantenimiento de las infraestructuras, en cambio de los de la margen izquierda sí.
E l presidente de la asociación de vecinos Velis, Fernando Mata, se pregunta en concepto de qué pagan entonces el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el resto de impuestos y tasas municipales.
Según Malpartida, los propietarios de viviendas en los sectores obligados a convertirse en Entidades Urbanísticas de Conservación, ademas de tener que hacer frente a las cuotas de sus comunidades de vecinos tendrán la obligación de afrontar con derramas extraordinarias las cantidades que sean necesarias para reparar cualquier avería.
«Lo que quiere el Ayuntamiento es desentenderse del mantenimiento. Es un chollo, porque por un lado ingresan los impuestos y por otro no atienden los gastos que genera el mantenimiento y conservación de las infraestructuras», señala.
El asunto ha llegado incluso a la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, que en julio admitió a trámite la queja planteada por un grupo de vecinos de Chilches contra el acuerdo del pleno municipal acordando los criterios generales para exigir la creación de estas entidades.
Para el colectivo, el Consistorio no es competente para regular esta figura. Además asegura que lo que hace el Ayuntamiento se eximirse de cumplir las competencias que la Ley Reguladora de Bases Régimen Local le obliga en cuanto a la prestación de los servicios municipales mínimos. «La Oficina del Defensor del Pueblo ha calificado al consistorio como Ayuntamiento entorpecedor porque no contesta los requerimientos que realiza sobre esta cuestión», afirma Malpartida.
Para esta asociación, la LOUA sólo obliga a crear estas entidades urbanísticas de conservación durante el periodo de su transformación a suelo urbano recepcionable por el Ayuntamiento. Asimismo consideran que se vulnera el principio constitucional de igualdad, a la vez que hace caso omiso al artículo 4.1 de la Ley de Demarcación Municipal de Andalucía sobre la obligación de los ayuntamientos de garantizar el mismo nivel de prestación de servicios en todo su territorio.
Según Mata, sólo en Vélez ciudad se ven afectadas zonas como la situada al norte del Polideportivo, la comprendida entre la avenida La Pasionaria y el Camino de Remanente, La Mata y El Limonar, así como las situadas entre el colegio Zona Norte y el arroyo del Cementerio. Por su parte en Torre del Mar, entra la zona nueva de la Azucarera y el ensanche al oeste.
El consistorio veleño, según los criterios aprobados por el pleno, se comprometía a pagar el consumo eléctrico del alumbrado público de estas entidades, a la vez que el mantenimiento de los viales estructurales, sistemas generales y equipamientos públicos, algo que los vecinos consideran insuficiente.

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