Testigo del debate del Plan del Puerto, insiste en que el muelle 1 sea espacio de disfrute y no de comercios
S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 13.06.2010 - 01:00
-¿Cómo asiste a la reapertura del debate sobre el Plan Especial del Puerto?
-Lo que creo es que es absurdo que se reabra un debate que está cerrado. La reapertura es por motivos económicos de la concesionaria y del puerto. Pero entiendo que el responsable de lo que está ocurriendo es la Autoridad Portuaria. No había necesidad para llegar a esta situación. Y todo es por motivos económicos.
-La razón que se esgrime para esta nueva variación es la necesidad de diseñar un equipamiento cultural con capacidad para albergar exposiciones de gran tamaño. ¿Es un argumento suficiente?
-Primero he de decir que me opongo rotundamente a hacer un edificio en altura en esa zona. Y ya he escrito en alguna ocasión que argumentar ese cambio en la necesidad de dar forma a un edificio que albergue obras de gran tamaño no justifica variar el proyecto para elevar su altura manteniendo la edificabilidad. A mi juicio un edificio como el que ahora están planteando en la esquina sólo conseguirá convertir el Paseo de la Farola en el Callejón de la Farola.
-El alcalde, que hace años defendió la idea de mantener a ras de cota del Paseo de la Farola esa edificación, parece haber cambiado de opinión en los últimos meses. Ahora incluso habla de hacer algo parecido a lo que David Chipperfield hizo en el puerto de Valencia.
-No creo que el ejemplo utilizado por el alcalde sea acertado. Se trata de un maravilloso edificio, pero que no hubiese tenido encaje junto a las voluminosas torres del barrio de La Malagueta. El de Valencia es un puerto exento de edificios residenciales en altura.
-Otro asunto que en los últimos meses está marcado por la polémica es la decisión de la concesionaria del muelle 1 de hacer un supermercado junto a la esquina de oro.
-Entiendo que no es lo suyo. Parto de la premisa de que siempre he estado en contra de privatizar ese espacio del muelle 1 para poner negocios. Trasladar el uso comercial al puerto no creo que sea lo más adecuado. Siempre he pensado que cualquier edificación que se haga en el espacio portuario no debe sobrepasar la rasante del Paseo de la Farola y considero que los usos que se incluyan deberían ir destinados a los cruceristas que llegan a la capital y al disfrute. Nunca como comercio. A mi juicio, como comercio tendría una misión similar a lo que tiene Aena en los aeropuertos, mientras que en la otra vertiente el ocio estaría dedicado a la cultura y al mar.
-¿Se ha perdido el espíritu de lo que se buscaba al integrar el puerto en la ciudad?
-Es eso lo que está ocurriendo. Integrar el puerto en la ciudad supone que la ciudad disfrute del puerto, que sea parte de su paisaje. Otra cosa es que eso suponga llevar al puerto actividades que no son deseables para ese paisaje. Por poner un ejemplo, abrir las puerta de la Catedral significa que la gente la conozca pero no puede suceder que la Catedral se emplee para usos no debidos. Cuando ahora se plantea un supermercado, en su día unos cines... Lo que se hace es abrir el puerto a la ciudad pero para usos que no son los deseables. El puerto admite unos buenos restaurantes, un comercio propio del turismo y actividades culturales relacionadas con el mar. No entiendo qué pinta una pinacoteca en el puerto. No se trata de llevar el comercio de la calle Larios o del centro a esa zona.
-Usted fue miembro del Consejo de la Autoridad Portuaria...
-Y recuedo que cuando se empezó ha hablar del Plan Especial lo primero que se preguntó fue qué tenemos que hacer con el puerto. Lo que dije de manera inmediata fue que lo que había que hacer era llenarlo de barcos. ¿Qué hacemos con todo el suelo que es de la ciudad y que linda con el puerto? Llenarla de personas que disfruten, no de gente con carritos de la compra.
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