domingo, 1 de agosto de 2010

Frigiliana engalana su barrio morisco. (ELMUNDO)


Efe

Los vecinos del barrio morisco-mudéjar de Frigiliana engalanan las fachadas de sus casas, de una blancura extrema, y confían ser la representación española del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2010 para comunidades y descendientes de los moriscos-andalusíes.

La candidatura, presentada por la Fundación Blas Infante y el Parlamento de Andalucía cuando se cumplen 400 años del destierro de los moriscos, tendría como representantes, en caso de resultar premiada el próximo septiembre, a varios países del Norte de África, a la Universidad de Túnez, y al singular barrio de Frigiliana, entre otros.

El municipio malagueño, con una población de algo más de 3.000 habitantes, fue distinguido en 1982 con el Premio Nacional de Embellecimiento y tiene en el turismo uno de sus principales activos.

Guadalupe García, vecina de Frigiliana y alumna de un taller de empleo sobre Turismo Rural, ha explicado a Efe que el barrio histórico constituye una de las estructuras arquitectónicas más puras que se conservan de la ocupación musulmana de la Península Ibérica.

Este conjunto se denomina popularmente como 'Barribarto' y, según García, pasear por sus calles empedradas, en pendiente, estrechas y con fachadas blancas en las que la luz del sol se refleja, "transporta a épocas pasadas".

El 'Barribarto' cuenta con doce murales en los que se narra la batalla del Peñón de Frigiliana, que tuvo lugar en 1569, constituyó un episodio de la Rebelión de las Alpujarras y terminó con la derrota de los moriscos.

El barrio se caracteriza además por los revellines a la entrada de las viviendas, los adarves o patios comunes y la curiosa disposición de algunas casas, que se han adaptado a la orografía del terreno.

En el recorrido por estas calles es muy habitual encontrarse a algún vecino que encala su fachada o elimina cualquier resto de suciedad.

García ha señalado que el ex alcalde Antonio Navas, "gran amante de la historia", tuvo "mucha visión de futuro" al insistir en que se conservarán los rasgos mudéjares en el barrio histórico, y atribuye a este político el inicio de "la pasión" de los vecinos de Frigiliana por mantener impolutas sus calles y fachadas.

El Ayuntamiento se encarga de las zonas comunes y son los propietarios de las viviendas los que se ocupan de tener "en perfecto estado de revista" lo que a cada uno le corresponde.

Frigiliana utiliza como lema en los últimos años 'la Villa de las Tres Culturas', y en este sentido, en agosto se celebra un festival con este nombre y en la localidad existen esculturas e inscripciones en antiguas vasijas que representan a la religión musulmana, sefardí y cristiana.

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