El Ayuntamiento no puede iniciar el trazado al Este al no tener la autorización para construir en el paseo Ruiz Picasso.


«Veremos si con el cambio de ministra –tras la llegada de Rosa Aguilar– y el previsto traspaso de las competencias a la Junta de Andalucía se puede resolver este problema», apuntó el concejal de Movilidad, quien añadió la posibilidad de reducir la obra en el paseo marítimo a señalizar un carril sin asfaltar en la playa y sólo con tierra compactada, para conseguir así el permiso de Costas.
La opción de renunciar a un asfaltado viene porque el recorrido discurre sobre un tramo de servidumbre de 9 metros de ancho desde del muro del paseo marítimo. Esa reserva es para proteger la tubería que viene desde la Viñuela y canalizaciones de servicio. «Esa zona ya es muy usada por muchos malagueños en bicicleta, en especial para uso recreativo», afirmó Casero, quien reconoció que este itinerario no se podrá completar para el final de esta legislatura, como estaba previsto, sin la autorización de Costas.
El otro gran problema al que se enfrenta la construcción de los carriles bici es a la obra del metro, que obliga a cortar numerosas calles y realizar desvíos del tráfico que interrumpe la ejecución de los trabajos. «Esto ralentiza las obras de construcción de los carriles bici», manifestó Casero, que destacó que se trabaja en los otros cuatro itinerarios que están previstos, con 17,82 kilómetros de trazado por la ciudad y una inversión de 2,7 millones de euros.
De estos, 7,02 kilómetros correspondientes a dos itinerarios que ya están completamente en servicio, mientras que siguen en obras otros 10,8 kilómetros de trazado de dos proyectos de itinerario: Universidad-Centro y Ciudad Jardín-Antonio Machado.
Los carriles bici que se están construyendo son bidireccionales en su totalidad y van separados de la acera y de la calzada. En este último caso, están diferenciados mediante una doble línea continua, reforzada con separadores de goma alternados.
La anchura mínima de estos viales es de 2,20 metros y cuentan con un acabado superficial de dos capas de material antideslizante de color rojo, que es parecido al asfalto y ofrece una gran adherencia. Las intersecciones con la calzada se han señalizado mediante pasos de ciclista con una banda longitudinal de color rojo en pintura plástica con resistencia al deslizamiento.
Sobre el impacto de las obras del metro, Alonso González lamentó que no se hayan previstos recorridos provisionales «como se hace con el tráfico de coches» para que el ciclista pueda realizar el recorrido sin tener que salirse en determinados tramos.
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