Obras Públicas dará el visto bueno al documento en quince días, cumpliendo el plazo prometido.
MIGUEL FERRARY MÁLAGA Ya ha comenzado la cuenta atrás para la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga, que en apenas 15 días recibirá el visto bueno definitivo de la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Andalucía (Cotua), que se convocará poco antes del 24 de diciembre para cerrar un largo trámite de cinco años desde que se presentara el Avance de este documento.
La aprobación definitiva a cargo de la Junta de Andalucía es el último paso que queda para que la capital disponga de suelo libre para incentivar al sector de la construcción y desbloquear diversos proyectos que están a la espera de este trámite, como la construcción de VPO.
La entrada en vigor del PGOU llegará con un retraso de un año y medio, tras el rechazo de la Cotua al documento en el mes de julio de 2009, al no estar de acuerdo con una decena de aspectos del planeamiento municipal.
De hecho, el documento que se tramita es fruto de un amplio consenso entre la Consejería de Obras Públicas y el Ayuntamiento de Málaga, que ha tenido que cambiar algunos aspectos del plan original como renunciar a construir al norte de la Ronda Este, la reserva de Arraijanal como zona verde o el cambio de configuración de la urbanización de la ribera del río Campanillas.
El planeamiento que recibirá el visto bueno de la Cotua, que se convocará en los próximos días, fue aprobado provisionalmente en pleno por el Ayuntamiento de Málaga a finales de julio, tras lo cual se remitió a la Consejería de Obras Públicas para su revisión final y recibir los informes sectoriales de distintas administraciones afectadas. No obstante, la Consejería se comprometió a reducir a la mitad del plazo de análisis de la documentación una vez que tuviera todos los informes, algo que se cumple con su aprobación en los días previos al 24 de diciembre.
La aprobación del PGOU liberará a partir de enero suelo para la construcción de 73.000 viviendas, de las que 43.000 serán en terrenos nuevos y el resto están pendientes de ejecutar dentro del planeamiento actual. Además, un 30% de estas serán VPO, lo que supone una previsión de 22.184 viviendas protegidas para los próximos 15 años.
Uno de los aspectos más polémicos del documento original eran los proyectos de rascacielos previstos, especialmente en los antiguos terrenos de Repsol. Finalmente, las cuatro torres previstas tendrán que rebajar su altura por las exigencias de Aviación Civil, de modo que la más alta se sitúe en 35 plantas y 125 metros. Este proyecto supondrá la construcción de 1.330 viviendas libres y 400 de VPO en esos terrenos, así como de un parque circundante de 80.000 metros cuadrados. En el caso de los rascacielos de la Térmica, al final se quedarán en cuatro edificios de 25 plantas, con otras 1.300 viviendas.
Un proyecto que está pendiente de la aprobación definitiva del PGOU es el traslado del polígono de San Rafael, que calificará este espacio industrial como residencial, lo que permitirá llevarse las naves a la Finca de Bellavista y reurbanizar el entorno con 3.600 viviendas y ampliando el entorno del soterramiento con un parque a lo largo del futuro bulevar.
La gran expansión urbana de la ciudad se realizará en Campanillas, donde se concentra una gran parte de las nuevas viviendas previstas. De hecho, frente a las 3.000 viviendas previstas inicialmente, al final se le añaden otras 6.000 más, con lo que serán 9.000 las nuevas casas que se diseñen en el entorno del río.
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