domingo, 5 de diciembre de 2010

MARBELLA El PGOU da señales de vida. (SUR)

La crisis lleva al ralentí el desarrollo del nuevo modelo de ciudad, pero el equipo de gobierno espera que el gran despegue llegue en 2011. Las primeras regularizaciones animan el primer medio año de vida del Plan.

LAS CIFRAS

47 licencias de primera ocupación se han otorgado desde mayo.

102 permisos de obra mayor se han tramitado en este medio año.

155 citas se han atendido en Urbanismo con potenciales inversores.


21 de mayo de 2010. Esta fecha quedará marcada en las páginas de la historia de Marbella. Casi podría considerarse como un día festivo, algo así como el Día del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). No es para menos. La ciudad estrenaba hace poco más de seis meses su primer planeamiento con todas las de la ley en 24 años. Todo era parabienes. La vuelta a la legalidad, la normalización del caos del ladrillo que legó el gilismo y la seguridad jurídica. Todo conseguido de una tacada con un único pero abultado documento. Medio año después, queda el entusiasmo y un largo camino por delante. Ya lo advertía el equipo de gobierno. El desarrollo del nuevo modelo de ciudad no iba a ser fácil. Y tanto. Tras 180 días de gestión municipal y de trabajo de puertas para adentro, el nuevo Plan apenas empieza a dar señales de vida.
Al problema de una herencia que hay que ir diluyendo se suma la crisis económica, que retrae a los inversores de dar el paso definitivo para desembolsar sus euros en los cimientos de la nueva ciudad y que pone difícil a algunos promotores hacerse cargo de las compensaciones para regularizar las más de 16.000 viviendas ilegales que salpican el término municipal. Marbella tiene PGOU pero ni mucho menos iba a ser la varita mágica que solucionara todos los problemas, más aún cuando el sector inmobiliario está tocado y casi hundido a nivel nacional. El recorrido es largo y tortuoso.
Desde el Ayuntamiento no esconden que los frutos no son tan jugosos como quisieran. «Si nos hubiese pillado otra época a lo mejor se hubieran regularizado de manera más rápida un mayor número de viviendas», confiesa Pablo Moro, concejal delegado de Urbanismo, quien confía en que la «gran remontada» se deje notar a lo largo del próximo año, dependiendo también de hacia dónde sople el viento de la coyuntura económica.
Pese a que las turbulencias no amainan, ya se han subido los primeros peldaños. Hace diez días el equipo de gobierno daba luz verde a la normalización de las primeras 225 viviendas que el Plan General regulariza mediante el pago de compensaciones. Dos promociones -Santa María Green Hills y El Palmeral- que ya pueden colgar el cartel de legalizadas tras ceder suelo y abonar 1,3 millones para cumplir con sus cargas. «Esperamos cerrar al menos ocho más antes de Navidad, que sumarán unas mil viviendas, pero evidentemente la crisis no ayuda a que los promotores puedan asumir las cargas», anota. Incluso, como medida para que el Plan no se atasque, el Ayuntamiento estudia fórmulas para que se pueda fraccionar el abono de las compensaciones y «flexibilizar» las condiciones en los casos en que haya «buena voluntad».
En este medio año, estas dos regularizaciones han sido el gran titular del Plan General, que se estrenó en junio con las licencias de primera ocupación para 300 pisos que aún están pendientes de regularizarse. Junto a estos dos puntos de inflexión, el concejal de Urbanismo alude al dictamen jurídico remitido al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para informar de que no se podrán ejecutar 900 sentencias que implican derribos o a la redacción en curso de planes parciales para urbanizar las primeras zonas conforme al nuevo Plan.
Más lento de lo previsto
Desde el otro frente, el de los promotores, las valoraciones de este primer medio año del PGOU son contrapuestas. José Prado, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, valora la importancia de que Marbella cuente con una herramienta para trabajar desde la seguridad jurídica y que ayude a la ciudad a recuperar el brillo perdido. Eso sí, reconoce que, pese a que es positivo que sea el primer municipio con el urbanismo al día, «no está yendo tan rápido como querríamos».
Más crítico es Ricardo Arranz, presidente de la Federación de Urbanizadores y Turismo Residencial de Andalucía. Insiste en que el documento será «imposible» de gestionar, especialmente en lo relativo a las compensaciones, y urge a trabajar con intensidad para captar inversores extranjeros para generar riqueza. Algo se mueve en este sentido. Según los datos facilitados por la Delegación Municipal de Urbanismo, desde mayo se han atendido 155 citas personalizadas con inversores.
«Están creciendo las consultas», abunda Pablo Moro. Colegios privados, residencias de ancianos, parques temáticos y hasta circuitos de velocidad están sobre la mesa. La cuestión es si los empresarios terminarán de dar el paso en los próximos meses o esperarán a que la palabra crisis sea un mal recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario