lunes, 17 de enero de 2011

"El parque de Arraijanal supone destruir los valores de la vega de Campanillas" (Málaga Hoy)

Quero reclama al Ayuntamiento que apueste por impulsar los suelos productivos reservados, ya que "pueden suplir parcialmente la baja actividad residencial" · Admite que éste es el último Plan General de crecimiento

SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 17.01.2011 - 01:00
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Damián Quero, en su despacho de Madrid.

-Tras casi siete años de trabajos, el Plan General de Málaga está a punto de ver la luz. ¿Satisfecho?

-Sí, fue increíble. Justo estaba con el alcalde cuando el concejal trajo la noticia de que se convocaba la Cotua. Tuvimos la alegría conjuntamente. Cuando pasa tanto tiempo tienes un poco sensación de escepticismo. Piensas: 'Que pase lo que Dios quiera'.

-Por que no es normal que transcurra tanto tiempo.

-No lo es, pero va a ser normal. La Ley del Suelo andaluza es de una exigencia al límite de lo imposible. Pedir que un documento incluya desde la estrategia general a largo plazo a las alineaciones calle por calle... Es una barbaridad. No hay documento que pueda sintetizar tanto, con el añadido de que todo el mundo tiene que estar de acuerdo.

-Usted empezó a revisar el PGOU de 1997 en 2004. ¿Para cuánto tendrá Málaga plan sin entrar nuevamente a revisarlo?

-Los planes tienen vigencia indefinida, son más estáticos de lo que se suele pensar. Un ejemplo es el de Barcelona que ha sobrevivido y con éxito a un plan de 1976. Lo que hay que hacer es reajustarlos. Esa fue la idea inicial. El encargo que se me hizo desde el Ayuntamiento fue dictaminar cómo estaba el anterior y si había que cambiar algo. Mi primer dictamen abogaba por tocar cuatro o cinco piezas, como La Térmica o Campanillas y propuse revisar el crecimiento.

-Se ha dicho que ya se agotan los últimos suelos de crecimiento.

-Sí, claro, porque para poner más suelos en actividad hay que meterse en Los Montes, con pendientes fuertes, o en terrenos protegidos, donde la sensibilidad ecologista no permite avanzar más. No hay más suelo que culturalmente deba incorporarse a la ciudad. ¿Cuánto tardará en ocuparse el suelo que hemos incluido? Eso va a depender mucho de la situación económica. El suelo destinado a vivienda está estancado, incluso el de VPO. El Ayuntamiento debe impulsar el suelo logístico, el de actividad económica. La situación es diferente a lo que ocurre con la vivienda, puesto que en Málaga no hay oferta de este tipo y sí demanda. Hay un hueco de mercado donde poner el punto de mira.

-¿Alternativa al residencial?

-Claro. Eso ya está apareciendo en otra ciudades, donde se potencia la urbanización para usos logísticos. Y con más razón debe hacerse en Málaga, porque la oferta ha estado muy retenida en los últimos años. Hay carencia de suelo en el mercado que se mantiene. Creo que esta actividad puede suplir parcialmente la baja actividad inmobiliaria, con el interés añadido de que fomenta el sector servicio, que es lo que le hace falta a la Costa del Sol.

-Asistimos, pues, al último gran Plan General de Málaga.

-Habrá que plantear regeneración de áreas y cambio de usos obsoletos... Todo esto se ha discutido mucho en este plan pero es muy difícil de llevar con la redacción de un plan. No habrá más planes generales de crecimiento, pero sí actuaciones más centradas en la gestión y la planificación de traslados de usos obsoletos. Un ejemplo es el polígono de San Rafael, pero son actuaciones que requieren de minigerencias dedicadas a ese proceso.

-¿Qué pieza del plan le ha causado más satisfacción?

-La que me parecía más importante era el crecimiento de Campanillas, con la que queríamos resolver una oferta residencial de calidad, una forma de crecimiento de la ciudad sobre terrenos de calidad ambiental. Pero es un éxito y un fracaso, porque eso se ha destruido por la necesidad de subir el aprovechamiento por el lío de Arraijanal. Era la pieza más satisfactoria. Todo ello funcionaba con encajes de bolillos, entre ellos la edificabilidad. Cuando ha habido que compensar el parque de Arraijanal sacando rendimientos de donde no había este modelo no se podía mantener.

-Algunos piensan que la obtención de Arraijanal como parque beneficia a la ciudad. ¿Está de acuerdo?

-Yo hago el discurso al contrario. Arraijanal, ¿marina deportiva o parque? El argumento de que un parque es mejor se puede predicar. Quién discute hoy día que un parque es mejor; uno pierde la batalla antes de iniciar la discusión. Todo depende de las estrategias, de la imagen turística que se quiera dar a la capital. Pero hago otra comparación: ¿Y los valores ambientales que queríamos mantener en la vega de Campanillas? Ya no se pueden mantener. Si para el parque de Arraijanal ha sido necesario aumentar la edificabilidad en Campanillas podemos empezar a dudar sobre si un parque es mejor o peor. La realidad es que lo del parque otros lo inventan y el Ayuntamiento lo paga y el Ayuntamiento no puede pagarlo sin perjudicar otra actuación. El costo-beneficio no está entre el parque y la marina de Arraijanal, sino entre el parque de Arraijanal y la destrucción de la vega de Campanillas.

-¿Otra actuación es La Térmica?

-Me parece una apuesta difícil por los tiempos que corren, pero es una pieza salvable. Este punto final de la ciudad es importante, debe ser un punto de referencia en el que Málaga se juega mucho.

-¿Son muchos los pagos que se han tenido que hacer para recibir el visto bueno de la Junta?

-No son muchos pero sí de mucha envergadura. Por ejemplo, el modelo de implantación sobre Los Montes. No me preocupa tanto porque queda aplazado, pero sí que no se entrase en una reflexión tranquila sobre lo que hacer allí.

-Los políticos dicen que este plan va a permitir que Málaga pase de ciudad grande a gran ciudad.

-Hacen falta lugares de referencia, que la ciudad física explique la ciudad social y económica. Eso está por ver aún en Málaga. Una gran ciudad es importante por su actividad y se explica a sí misma. El paseo marítimo tiene que ser a la escala de una ciudad grande, no a la de pueblo. La idea con Arraijanal era que Málaga recuperase la imagen de capital de la Costa del Sol.

-¿Eso es factible sin Arraijanal?

-Creo que no, no hay sitio. Esa idea era un tándem con la zona de Rojas Santa Tecla, con hoteles, apartamentos... Vinculado a una zona de actividad terciaria, comercial y la zona náutica. No hay más suelo donde reponer la imagen de Málaga como capital turística. Para eso no vale con ser la capital administrativa del turismo. Haber perdido la oportunidad de la marina de Arraijanal es importante.

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