domingo, 30 de enero de 2011

Marbella abre la puerta al mar (SUR)

Con once accesos, el tramo de San Pedro, entre Ventura del Mar y Guadalmina, está pendiente de la ampliación del paseo marítimo hacia Linda Vista, lo que condiciona las actuaciones previstas, mayormente de asfaltado
30.01.2011 -
Cristina González
Sol y playa. Marbella es un destino turístico ligado de un modo indisoluble a este binomio. Nadie puede ponerlo en duda pero sí mimar uno de sus grandes atractivos para no perder fuelle. Por el astro rey nadie tiene que preocuparse. Siempre está ahí, redondo y deslumbrante. Los últimos días de lluvia son solo un paréntesis en unos meses donde los rayos acompañan los paseos de nativos y turistas. Pero las playas son otro cantar. Los 27 kilómetros de costa de los que presume la ciudad allá donde exhibe sus credenciales son fruto de la naturaleza pero requieren de continuos retoques para que luzcan su mejor cara, especialmente con el frenético desarrollo urbanístico de las últimas décadas que tiene ocupado casi todo el frente litoral. No es solo una cuestión de que cada vez haya menos arena, que también, sino de que se pueda acceder de la forma menos laberíntica posible, sin barreras arquitectónicas y con un equipamiento cuidado, a la misma orilla del mar Mediterráneo. Y si se tercia, darse un chapuzón.

Para que no decaiga, sobre la mesa hay dos actuaciones de distinta envergadura y con horizontes diferentes. De una parte, el Gobierno central ha encargado sendos estudios para poner sobre el papel una fórmula que permita acabar con la pérdida de arena en el litoral y con las estampas de playas arrasadas que hay que reparar primavera tras primavera. De momento es solo un estudio, así que para que los espigones sumergidos, los diques o lo que quiera que determinen los técnicos tomen forma pueden pasar años. Más adelantado lleva los deberes el Ayuntamiento, que anda enfrascado en una puesta a punto de todos los accesos a las playas de este a oeste, desde Calahonda a Guadalmina. El ambicioso proyecto, en el que han estado trabajado a lo largo de todo un año y sobre el terreno los técnicos de la Delegación Municipal de Obras, hace un repaso exhaustivo a las 105 entradas a la costa habilitadas en todo el término municipal tanto para peatones como para vehículos. El resultado es un diagnóstico pormenorizado de las principales carencias y una batería de actuaciones de mejora, desde la eliminación de barreras arquitectónicas a la creación de bolsas de aparcamiento, de pasarelas de madera o de un nuevo acceso en Nueva Andalucía. Decenas de obras que, según las estimaciones municipales, se ejecutarán antes del verano de 2012.

Plan Qualifica
No es un plazo fijado al azar. Según explica el delegado de Obras, Javier García, el Consistorio ya tiene lo más importante: La financiación. En total, 4,8 millones que se enmarcan en el Plan Qualifica para la mejora de infraestructuras turísticas, a cuenta de la Junta y del Ayuntamiento al 70 y al 30 por ciento respectivamente. «El objetivo es modernizar los accesos y dar mejor servicio siguiendo criterios de sostenibilidad y accesibilidad para que nuestras playas sigan siendo competitivas», abunda mientras muestra fotografías de carriles con el asfalto agrietado o de escaleras que se tambalean.

La lista de actuaciones que se realizarán en todos y cada uno de los accesos es interminable. Desde soterrar los contenedores a colocar farolas, pasando por la instalación de nuevas señalizaciones o el asfaltado de viales o aparcamientos que antes eran terrizos. «En algunas zonas las calles acaban en fondos de saco donde la gente deja el coche y en estos casos se pavimentará, siempre fuera del dominio público, para reordenar el estacionamiento», añade acerca de algunas de las medidas previstas sobre el papel.

La hoja de ruta está trazada. Tanto que el delegado de Obras espera que se liciten las obras este año -en este caso las empresas se encargarán también de redactar el proyecto- en un solo expediente dividido a su vez en cinco lotes, uno por cada uno de los cinco tramos en que se ha segmentado el litoral. Esto permitirá que se actúe de forma paralela en cada uno de los puntos para entorpecer lo menos posible a los vecinos. Donde se pondrá más hincapié, por las propias características de la zona, será en el núcleo de Las Chapas. De playas dunares pero a la sombra del ladrillo, los accesos presentan un deterioro evidente, agravado por el trasiego que conlleva ser la joya de la corona de la costa.

Medio kilómetro
A la espera de que Costas acometa alguna de las actuaciones previstas en las dunas, el Ayuntamiento va a tomar la delantera con la creación en los 43 accesos de Las Chapas de más de 10.000 metros cuadrados de aparcamientos y con la instalación de una veintena de pasarelas de madera, que suman más de medio kilómetro y que se complementarán con rampas para minusválidos. «En esta zona era una prioridad salvar los accidentes geográficos», anota García, al hilo de los dos puentes de madera que irán en las desembocaduras de Río Real y del arroyo Siete Revueltas.

En el casco urbano de Marbella, donde se contabilizan 38 accesos públicos a la playa, la urbanización de las zonas de aparcamiento del Pinillo, Banana Beach o la desembocadura de Arroyo Primero se dará la mano con mejoras en el alumbrado, en el mobiliario urbano, en la señalización, en el pavimento e incluso en el saneamiento. Mientras, entre El Ancón y Río Verde, con nueve accesos, toma protagonismo la eliminación de barreras arquitectónicas con rampas, por ejemplo, en El Oasis.

Los dos últimos tramos -Nueva Andalucía y San Pedro Alcántara- suman 16 accesos al litoral y se centrarán en el primer caso con la renovación de los viales y la creación de uno nuevo, con todos lo servicios urbanos, en paralelo al arroyo Cañas Verdes. En San Pedro, el asfaltado de la zona de Los Magnolio o calle Los Pinos será una primera intervención. El grueso quedará a la espera de que se desbloquee la prolongación del paseo marítimo hacia el oeste, actuación en la que están implicadas Junta, Gobierno central y Consistorio.

El plan estratégico para abrir la puerta al mar no se quedará ahí. En un futuro, Marbella tendrá incluso que habilitar más accesos para cumplir con la Ley de Costas. La normativa establece que las entradas al litoral deben estar separadas entre sí como máximo 500 metros para el tráfico rodado y 200 metros para los peatones. Se incluyen los pasos a través de urbanizaciones, que siguen siendo públicos. «Aunque tengan barreras deben estar levantadas y en caso de que no sea así actúa disciplina urbanística», matiza el delegado. Toda una puesta a punto de las puertas de entrada a las playas de Marbella, que en algunos casos estaban desvencijadas por el paso de los años y la falta de inversión.

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