La primera piedra de la sede en La Virreina se colocará el próximo mes y contará con 800 metros cuadrados para fomentar la convivencia Las asociaciones de inmigrantes contarán con un edificio compartido para realizar talleres y actividades culturales
14.02.2011 -
El futuro edificio en Las Virreina contará con salas de reuniones y un observatorio que analizará los problemas de los inmigrantes. :: SALVADOR SALAS
La actividad en la Asociación de Bolivianos de Málaga no para ni un segundo: reuniones informativas, celebraciones típicas, clases de bailes folclóricos, talleres para desempleados... Su único problema es que no cuentan con un local propio. Lo mismo les ocurre a otras muchas asociaciones de inmigrantes de Málaga que, pese a que se encuentran entre los colectivos más activos de la ciudad, se las ven y se las desean para encontrar un espacio para llevar a cabo sus encuentros que también solicitan otras asociaciones humanitarias o culturales de la ciudad. Hasta ahora...
Las asociaciones de extranjeros de la capital contarán con una Casa del Mundo donde desarrollar sus proyectos. El Ayuntamiento de Málaga pondrá el próximo mes la primera piedra del edificio, que se situará un una parcela municipal en La Virreina cedida por la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) y que compartirá con un Centro de Encuentro Andaluz de la comunidad evangélica que se encargará de su construcción.
El inmueble contará con 700 metros cuadrados disponibles y será un punto de información, formación y encuentro de ciudadanos y asociaciones de inmigrantes con los malagueños. Contendrá tres salas de reuniones que también servirán para cursos de capacitación e inserción sociolaboral; un salón de actos multiusos para realizar jornadas, encuentros y actividades culturales; una sala de juntas para las reuniones internas de las propias asociaciones; y un local de ensayo para grupos musicales y culturales de las diferentes nacionalidades.
Además, dispondrá de una infoteca con una veintena de equipos informáticos para consultas en Internet; una sala de lectura con un fondo documental de convivencia y ciudadanía; y un servicio de información y seguimiento a entidades de inmigrantes, así como un servicio de investigación sobre los problemas de los inmigrantes.
«Se trata de un equipamiento que venían solicitando desde hacía tiempo las asociaciones de extranjeros de la ciudad y además es un compromiso electoral del equipo de Gobierno, así que estamos muy satisfechos de que su construcción empiece en el próximo mes», indica Julio Andrade, concejal del Área de Participación Ciudadana, Inmigración y Cooperación, desde donde se ha impulsado el proyecto. «El centro podría ser una realidad dentro de doce meses», afirma.
El nombre, a debate
Pese a que ya esta claro el equipamiento y el espíritu que tendrá el inmueble, el nombre todavía no es definitivo. «Esperamos contar con el consenso de las asociaciones para ponerle nombre, pero será algo parecido a la Casa del Mundo, Casa de las Naciones o Casa de las Banderas», dice. Precisamente, la propuesta contempla que el edificio esté decorado con las banderas de todas las nacionalidades presentes en Málaga. Fruto de su carácter transversal, también contará con la colaboración de otros organismos municipales como la GMU, el Centro Municipal de Informática (CEMI) y las áreas de Juventud, Bienestar Social e Igualdad.
Las asociaciones de inmigrantes aplauden la iniciativa y esperan que el edificio esté listo en un espacio breve de tiempo. «Para nosotros es imprescindible contar con un lugar donde desarrollar las propuestas culturales, que sirva para fomentar el debate y la reflexión, y además disponga horarios amplios para poder utilizarlos los fines de semana, que es cuando realizamos la mayoría de los encuentros», indica Gerardo Márquez, presidente de la Coordinadora de Inmigrantes de Málaga.
«No es necesario que cada asociación tenga un espacio propio, sino que todos podamos contar con uno común que, además, promueva la convivencia, porque cuando nos conocemos es cuando creamos sociedad», dice Márquez. En este sentido, señala que debe ser también un enclave abierto al resto de los malagueños, para que se impliquen y conozcan otras formas de ver el mundo.
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