La norma puede activar la economía, pero los expertos se preguntan si la ciudad puede absorber 73.000 viviendas nuevas
Málaga espera un nuevo empujón a su desarrollo con el nuevo PGOU. Gregorio Torres
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«Plan… rataplan». MálagaJAVIER GARCÍA RECIO. MÁLAGA Si se cumple lo previsto, en unos días, semanas quizá, el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Málaga (PGOU) estará en vigor y listo para comenzar a ejecutarse y desarrollarse. El desarrollo del plan contempla un escenario de entre 15 y 20 años por lo que el crecimiento de la ciudad, las nuevas zonas de expansión, hacia donde irá ese crecimiento está más o menos previsto hasta el año 2030 aproximadamente.
Con todo, el gran interrogante que pende sobre el PGOU a las pocas horas de entrar en vigor es si valdrá este PGOU hecho en 2006 con datos, parámetros y previsiones de cuando Málaga vivía su mejor momento económico para adaptarse a estos otros tiempos de parálisis económica. ¿Será posible que la ciudad sea capaz de demandar en los próximos años las cerca de 75.000 viviendas programadas, con un sector de la construcción tocado y casi hundido?
Cierto es que la crisis no se prolongará muchos años, pero también que será difícil que la ciudad vuelva a generar los niveles de riqueza de la primera década del siglo XXI.
Las dudas vienen expresadas en las opiniones de cuatro agentes sociales y ciudadanos pulsados por este periódico. El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), José Prado, en una visión a largo plazo considera que la ciudad sí será capaz de generar una demanda de viviendas que absorba las programadas en el PGOU.
Las grandes cifras
El nuevo plan prevé la construcción de unas 43.000 viviendas, de las que casi 17.000 serán viviendas protegidas. A este número hay que sumar otras 30.000 viviendas que están pendientes de ejecutar del anterior plan de urbanismo. Más de 7 millones de metros cuadrados están calificados para dotaciones y equipamientos públicos de la ciudad, de los que aproximadamente la mitad (3.659.059 m2) lo son para espacios libres, de manera que la ciudad de Málaga contará con 8,5 metros cuadrados por habitante.
Campanillas será la gran zona de expansión de la ciudad. En un principio se preveía un crecimiento de 3.000 viviendas y posteriormente se le añadieron otras 6.000 viviendas más, convirtiéndose en una de las nuevas áreas de oportunidades de la capital malagueña y una zona que triplicará su número de habitantes y de viviendas.
La relación de metros cuadrados de espacios libres quedará establecida en 9,03 metros cuadrados de zonas verdes por habitante. El nuevo plan general protege el paraje natural de la desembocadura del río Guadalhorce y el parque natural los Montes de Málaga.
Arraijanal se califica como un sistema general de espacios libres de interés territorial para que la capital malagueña y su área metropolitana incorporen un parque de 50 hectáreas.
El proyecto de las torres de Repsol queda condicionado a la realización de unos estudios acústicos. Se prevén cuatro torres, la más alta de 125 metros y 35 plantas. En total habrá 1.330 viviendas de renta libre y 400 de VPO.
Se prevé también la implantación de un macrohospital en suelos de la zona de Soliva Norte quedando garantizados los terrenos a cargo de los aprovechamientos urbanísticos.
El gran bulevar de Málaga, que irá sobre los suelos ganados por el soterramiento de las vías del tren, contempla también el desmantelamiento de los polígonos de San Rafael y La Princesa. El bulevar hará desaparecer de su actual emplazamiento las instalaciones de la EMT y de los Servicios Operativos del Ayuntamiento.
Además de en Repsol, habrá rascacielos en La Térmica, con cuatro torres de unas 25 plantas; también en Martiricos, con la construcción de dos torres gemelas de 30 plantas cada una para 472 viviendas libres y 200 VPO.
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