jueves, 7 de julio de 2011

MALAGA. El otro centro. (MALAGAHOY)

Los vecinos de la zona critican que las concejales sólo paseasen por la zona cuidada · Los problemas en la recogida de la basura, principal motivo de denuncia para los empresarios

SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 07.07.2011 - 07:19
El paseo que el pasado martes protagonizaron cuatro concejales del Ayuntamiento de Málaga para contemplar el centro con ojos de turista ha generado la crítica y la respuesta de los vecinos del casco antiguo, molestos con la imagen sesgada que se sigue mostrando de un barrio que no se limita al escaparate de la calle Larios. El recorrido de Carolina España, María del Mar Martín, Ana Navarro y Gemma del Corral les llevó a deambular durante la mañana por la Plaza de la Marina, Larios, Alcazabilla, el entorno de la Catedral, la Plaza de la Constitución y los alrededores del Museo Thyssen, es decir, por el espacio mejor tratado de toda la urbe, al ser donde más ha invertido el Consistorio en los últimos años.

"Pero es que el centro no es eso", dice molesta María José Soria, presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro. "La vuelta la dieron por el mismo sitio de siempre. ¿Por qué no fueron desde el Museo Picasso hasta la Casa Natal Picasso; por qué no subieron por la calle Mártires o pasaron por Tomás de Cózar o Beatas?", se preguntó. Zonas a las que pueden añadirse el entorno de Muro San Julián, piezas de la Málaga escondida, en la que proliferan los solares baldíos y plenos de vegetación, donde el escenario muestra no pocos edificios abandonados. Y sobre las que ninguna de las ediles hablaron.
Tras el itinerario, las ediles coincidieron en señalar la necesidad de mimar al turista que a diario llega a la capital de la Costa del Sol y hacerlo con la colocación de macetas, la inclusión de más color en estas calles y la realización de mejoras en la recogida de basuras, lastrada en los últimos meses por los problemas surgidos con los contenedores soterrados. Hoy es habitual ver las cubetas en superficie repletas de residuos.
Y en ese intento por cuidar al visitante, la representante vecinal pone sobre la mesa su duda. "¿En qué turismo estamos pensando? ¿En el de los años 60, cuando las gitanas se ponían en la puerta de los chiringuitos? Eso no es de recibo, no se pueden dar pincelas cuando a alguien se le ocurre algo, tiene que haber un plan hacer cómodo el centro, no sólo para los turistas sino también para los residentes". "No se trata de poner cuatro macetas; esto no es Bienvenido Míster Marshal, hay que ir a un turismo que pasee, que esté a gusto, no al que se lleve como borregos", sentenció. "Lo que no es calle Larios está muy sucio", decía una vecina preguntada sobre el asunto, mientras otra aconsejaba a las ediles que se pasasen por el puente de la Aurora, "a ver qué huelen por allí con el calorcito".
Menos crítico se mostró en sus comentarios Rafael Prado, presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Aehma) y propietario de uno de los establecimientos más conocidos del centro, situado en la Plaza de la Constitución. A su juicio se ha hecho un análisis "frívolo" de lo expuesto por las concejalas y subrayó el gesto de las mismas de "bajar a la calle" para observar la zona desde el punto de vista del turismo. Asimismo, destacó la necesidad de que la acción turística no sólo corresponda al área en cuestión, ya que afecta a otros departamentos como Medio Ambiente. "Lo de las flores y las macetas es un detalle dentro de las cosas que hay que hacer", expuso.
Sin embargo, admitió que el gran problema al que hoy se enfrentan los empresarios de la zona es el de la limpieza y el de los contenedores de basura en superficie. "Hemos dado un paso atrás con esa medida, porque en lugar de ser un remedio es un castigo", sentenció. Como ejemplo, dijo molesto que no es normal que en una parte del itinerario turístico del casco antiguo, como la calle Santa María, haya cinco cubetas de basura en superficie.
Una circunstancia de la que vienen quejándose desde hace meses algunos hoteleros como Jerusalén Mateos, responsable del Petit Palace Plaza Málaga, que a diario ve junto a su establecimiento varios contenedores en superficie. "El problema es mayor en esta época, cuando, al no respetarse los horarios de depósito de residuos, acaban llenándose rápido, con la mala imagen y los malos olores que genera", expone. Al tiempo, critica que a las 15:00 aparezca un camión de Limasa de gran tamaño a recoger los restos, en lugar de las pequeñas furgonetas que habían funcionado tiempo atrás.
Un motivo de queja que comparte la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro, Trinidad Fernández, quien subrayó los problemas que está generando el mantenimiento de los contenedores en superficie. "Ofrecen una imagen dantesca", denunció, al tiempo que insiste en la necesidad de encontrar una solución. A este punto añade como asignatura pendiente la señalización de los monumentos e itinerarios del centro. "Es fundamental que el turista sepa dónde está", dijo. A pesar de ello, optó por no ser especialmente dura con los nuevos responsables municipales, a los que dio tiempo para actuar.

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