lunes, 12 de septiembre de 2011

Casi 100 días con el PGOU (La Opinión)


El balance que se puede hacer del Ayuntamiento es escaso: se ha cerrado el PGOU y esbozado un distrito





El pleno de investidura de la nueva corporación municipal se celebró el 11 de junio de este año.
El pleno de investidura de la nueva corporación municipal se celebró el 11 de junio de este año.  Carlos Criado

MIGUEL FERRARY El PGOU y poco más es el balance de los primeros 100 días de gobierno del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y su equipo al frente del Ayuntamiento. Queda apenas una semana para cumplir esa simbólica fecha de gracia que se le concede a un gobierno para que esboce su programa. El balance es magro, aunque ha conseguido cerrar la entrada en vigor del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), un documento que acumulaba más de siete años de negociación.

Es difícil encontrar mucho más en la acción de un equipo de gobierno que tiene muchas caras nuevas y cambios de cometido, lo que requiere de un cierto proceso de adaptación y aprendizaje a las nuevas responsabilidades.

Más allá del nuevo PGOU, que va a marcar la agenda política y económica de la ciudad para los próximos años, apenas se aprecian algunas pinceladas para el futuro. La nueva distribución de distritos, con la creación de uno nuevo en Teatinos, viene a plantear un intento de cambiar la administración para buscar una mayor cercanía con el ciudadano. Sin embargo, el proceso es lento y Miguel Briones, delegado municipal para el nuevo distrito, no cuenta con sede ni con estructura. No es el único desajuste existente en el organigrama municipal, donde la Carretera de Cádiz sigue sin contar con un director de distrito que acompañe a su delegado municipal, Raúl Jiménez.

Otro aspecto que se empieza a intuir es el nuevo modelo de financiación de proyectos municipales. La dependencia del Ayuntamiento de Málaga del cobro de los convenios urbanísticos para acometer inversiones y la búsqueda de dinero privado se han puesto de relieve en estos tres meses de gobierno de De la Torre. El proyecto del funicular al Gibralfaro y de la posible rehabilitación del antiguo cine Astoria-Victoria van en esta línea, con una llamada a la empresa privada a que asuma los proyectos a cambio de concesiones.

Por otro lado, la negociación iniciada por Urbanismo con las promotoras de los cinco grandes convenios urbanísticos del PGOU van en la línea de asegurar el pago de los 126 millones pendientes, fundamentales para asegurar diversas actuaciones municipales.

Estas líneas de trabajo que se están iniciando dan pistas sobre el futuro presupuesto municipal, del que todavía no se tienen muchas certezas, salvo que habrá una subida leve de los impuestos, equivalente al IPC. La contención fiscal ha sido habitual en el Ayuntamiento de Málaga en los últimos años y se mantiene como línea de trabajo, pese a los muchos problemas de financiación que tienen los municipios.

Málaga no es una excepción y tiene que afrontar estos años de crisis con una caída de las transferencias provenientes del Estado, que suponen alrededor del 20% de sus ingresos. Esta situación se agrava con la obligación de devolver unos 66 millones de euros, fruto de la mala previsión de recaudación de impuestos realizada por el Estado y que llevó a ingresar más dinero del que debían.
Eso llevará a que el recorte de los gastos corrientes sea la clave de los próximos presupuestos municipales.

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