Prasa entrega el sector ante la imposibilidad de pagar la hipoteca que pesaba sobre el mismo
S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 15.09.2011 - 01:00
Unicaja sigue aumentando su bolsa de suelos e inmuebles en la provincia de Málaga. A las varios cientos de viviendas cuya venta oferta a través de su portal de internet y ser partícipe de uno de los más importantes proyectos residenciales de la capital de la Costa del Sol, las torres de Martiricos (a través de la inmobiliaria Acinipo y junto a la promotora Espacio), la caja malagueña suma ahora los suelos de Sánchez Blanca, donde se autoriza la ejecución de más de 3.300 viviendas.
Estos terrenos, con un superficie de 660.000 metros cuadrados, pasan a manos de la firma presidida por Braulio Medel ante la imposibilidad de su anterior propietaria, la cordobesa Prasa, de asumir los costes de la hipoteca que pesa sobre la promoción y autorizada por Unicaja. Así lo expusieron fuentes de la promotora cordobesa, que precisaron que a la parcela de Sánchez Blanca se añaden otros terrenos en el entorno Cañaveral, también con financiación de la caja. El acuerdo tiene una finalidad clara: responder a la nula capacidad de Prasa para asumir los costes de las diversas hipotecas suscritas en su momento con la entidad financiera.
De hecho, las fuentes fueron expresivas: "Es como si un usuario de a pie pide un préstamo años atrás para una vivienda que el banco tasa en unos 300.000 euros; pero la casa ahora no vale ni 200.000 euros". Según las cifras puestas sobre la mesa por esta fuente, los terrenos ahora en manos de Unicaja fueron adquiridos por el doble del valor actual de los mismos.
El acuerdo de cesión de los terrenos, en el caso al menos de Sánchez Blanca, lleva aparejada la asunción por parte de Unicaja de los pagos que en su día acordaron Prasa y el Ayuntamiento de Málaga mediante un convenio urbanístico. El acuerdo, que data de principios de 2005, incluía el pago por parte de las promotoras del terreno de 55,5 millones de euros, a cambio de lo cual el Consistorio accedía a aumentar un 50% la edificabilidad de la parcela.
Pero el devenir de los años no ha permitido fraguar si el inicio de la construcción de las promociones residenciales ni el abono completo de la cuantía económica comprometida. De hecho, hasta la fecha, los anteriores dueños del terreno sólo han abonado la mitad del montante de la operación, restando aún por ingresar en la caja municipal del orden de 28 millones de euros.
La posición adoptada y formalizada por la Gerencia de Urbanismo es de flexibilidad absoluta, al punto de haber introducido recientemente una addenda al convenio original por el que se permite el pago de la cuantía de forma aplazada y conforme se vayan solicitando las preceptivas licencias urbanísticas, aunque fijando un plazo máximo de seis años.
Estos terrenos, con un superficie de 660.000 metros cuadrados, pasan a manos de la firma presidida por Braulio Medel ante la imposibilidad de su anterior propietaria, la cordobesa Prasa, de asumir los costes de la hipoteca que pesa sobre la promoción y autorizada por Unicaja. Así lo expusieron fuentes de la promotora cordobesa, que precisaron que a la parcela de Sánchez Blanca se añaden otros terrenos en el entorno Cañaveral, también con financiación de la caja. El acuerdo tiene una finalidad clara: responder a la nula capacidad de Prasa para asumir los costes de las diversas hipotecas suscritas en su momento con la entidad financiera.
De hecho, las fuentes fueron expresivas: "Es como si un usuario de a pie pide un préstamo años atrás para una vivienda que el banco tasa en unos 300.000 euros; pero la casa ahora no vale ni 200.000 euros". Según las cifras puestas sobre la mesa por esta fuente, los terrenos ahora en manos de Unicaja fueron adquiridos por el doble del valor actual de los mismos.
El acuerdo de cesión de los terrenos, en el caso al menos de Sánchez Blanca, lleva aparejada la asunción por parte de Unicaja de los pagos que en su día acordaron Prasa y el Ayuntamiento de Málaga mediante un convenio urbanístico. El acuerdo, que data de principios de 2005, incluía el pago por parte de las promotoras del terreno de 55,5 millones de euros, a cambio de lo cual el Consistorio accedía a aumentar un 50% la edificabilidad de la parcela.
Pero el devenir de los años no ha permitido fraguar si el inicio de la construcción de las promociones residenciales ni el abono completo de la cuantía económica comprometida. De hecho, hasta la fecha, los anteriores dueños del terreno sólo han abonado la mitad del montante de la operación, restando aún por ingresar en la caja municipal del orden de 28 millones de euros.
La posición adoptada y formalizada por la Gerencia de Urbanismo es de flexibilidad absoluta, al punto de haber introducido recientemente una addenda al convenio original por el que se permite el pago de la cuantía de forma aplazada y conforme se vayan solicitando las preceptivas licencias urbanísticas, aunque fijando un plazo máximo de seis años.
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