El espacio está formado por 32 columnas de gran porte a lo largo de tres mil metros cuadrados, lo que le confiere una imagen monumental El intercambiador donde conectarán las dos líneas del suburbano y el resto de medios de transporte toma forma en la Explanada de la Estación
La imagen del futuro intercambiador está marcada por la sucesión de columnas de gran fuste y la amplitud del espacio. :: ÁLVARO CABRERA
Su nombre oficial es el de estación El Perchel, pero cuando se refieren a ella los técnicos de Metro Málaga ya hablan de la «catedral». Y no les faltan argumentos para defender semejante superlativo. La pequeña escalera metálica que da acceso a las obras da paso a un espacio diáfano de 3.150 metros cuadrados, sustentado mediante 32 columnas de metal y hormigón, de entre uno y dos metros de diámetro, de las que solo asoman cinco de sus 35 metros de longitud. Dimensiones suficientes para que por sus entrañas caminen apresurados del orden de ocho millones de personas al año, según las previsiones iniciales de la concesionaria.
El futuro intercambiador modal de transporte de la capital ya toma forma en las inmediaciones de la estación Málaga-María Zambrano. A partir de febrero de 2013 permitirá que los usuarios puedan pasar de una línea a la otra del suburbano (en el mismo andén, sin cambiar de nivel), para desplazarse desde Carretera de Cádiz hasta Teatinos. A la vez conectará con los trenes de Cercanías, de media y de larga distancia; así como con los autobuses urbanos e interurbanos. Y todo ello con el aparcamiento público de la terminal ferroviaria a escasos metros.
Arrancó en septiembre de 2009 y la fase más compleja de los trabajos concluirá a principios del año que viene, para dejar paso a los revestimientos interiores y los sistemas técnicos. Dispone de tres niveles, del que el más cercano a la superficie es el vestíbulo, la zona de tránsito, acceso y salida al nudo de comunicaciones, con tres bocas, de las que dos entrarán en funcionamiento en 2013: Roger de Flor y Explanada de la Estación (está prevista otra en la avenida de las Américas). A esta disposición de accesos habría que añadir la conexión con el vestíbulo de María Zambrano, que se hace sin salir a la calle.
Correspondencia a nivel
Conforme a la llamada solución Bustinduy -por el ingeniero que la planteó- los cambios entre las líneas 1 y 2 se producen sin necesidad de cambiar de planta. Así, en el segundo nivel del complejo (andén -1) se produce la correspondencia entre los trenes de la línea 2 procedentes del Palacio de Deportes y los de la línea 1, con destino a Teatinos. Ya en el tercer nivel (andén -2) se efectúa la conexión entre las composiciones de línea 1 procedentes de Teatinos y las de la línea 2 con destino al Palacio de Deportes. Ambos espacios subterráneos tienen una extensión similar, en torno a los mil metros cuadrados. En el nivel inferior los viajeros estarán a unos 18,5 metros de profundidad, y para conectar todos los espacios entre sí y con la superficie se habilitarán diez escaleras mecánicas (incluidas las de conexión con Vialia), cuatro fijas y ascensores.
En uno de los extremos del vestíbulo se integrarán los restos árabes encontrados durante la excavación, entre los que destaca la base de un torreón y una muralla nazarí, además de las defensas construidas en aquella época para evitar las crecidas del arroyo del Cuarto (que está embovedado y que también se integra en la construcción).
Un último detalle, especialmente esperado por los vecinos, los comerciantes y los usuarios de Vialia: la reurbanización se encuentra al 96% de ejecución y en breve el tráfico volverá a la normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario