jueves, 3 de noviembre de 2011

Pleno malagueño en Arquitectura (La Opinión)


Dos proyectos de estudiantes consiguen el primer premio de la Fundación Detea al fomento de la Arquitectura






Inmaculada Navarro, estudiante malagueña de Arquitectura, en el polígono de Los Guindos.
Inmaculada Navarro, estudiante malagueña de Arquitectura, en el polígono de Los Guindos.  La Opinión
ALFONSO VÁZQUEZ Un grupo de futuros arquitectos de Málaga ha copado los primeros premios al fomento de la Arquitectura de la Fundación Detea, que este año cumple su décima edición. Los premios, que persiguen el acceso al mercado laboral de los alumnos de las escuelas de Arquitectura y de las Ingenierías Industrial y de Caminos, están dotados con 3.000 euros y un periodo de prácticas en esta empresa.

En la modalidad de edificio industrial ha vencido Inmaculada Navarro Gaspar, estudiante malagueña de la Escuela Superior de Arquitectos de Granada, con el proyecto Adherencia, la «rehabilitación del polígono industrial de Los Guindos de Málaga, a través de equipamientos y espacios públicos, que son las principales carencias de la zona».

La estudiante, que confesó que llevaba bastante tiempo pensando en presentarse al concurso, diseñó un proyecto que pretende recuperar el potencial industrial de Málaga: «A raíz de mi investigación, descubrí que a finales del siglo XIX y principios del XX Málaga fue la segunda potencia industrial de España. Yo creo que esta es una forma de recuperar esa memoria que a pesar de que es reciente está olvidada. Andalucía, en general, tiene interés industrial, pero su potencialidad en este campo está eclipsada por el turismo y la agricultura», indicó.

De esta forma, Inmaculada se centró en el polígono de Los Guindos, integrado en Málaga. «Mi intención es llegar a integrar el tejido industrial y residencial de esta zona, que puedan coexistir, y apostar por no desmantelar el polígono», señaló.

El jurado destacó que se trataba de una «sugerente y adherente investigación sobre los tejidos productivos de Málaga», resaltando además el compromiso académico de esta propuesta.

En la modalidad de rehabilitación de antiguos espacios industriales, que este año planteaba la transformación de la central térmica de Corrales en Aljaraque (Huelva) en un centro de I+D+i de regeneración de áreas industriales, el primer premio ha sido para el trabajo Insección, presentado por Alberto Montiel Lozano, David Belmonte García y Pedro de la Torre Prieto, estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Málaga.

El injerto
Los jóvenes abogaron por conservar al máximo la estructura del edificio para que no perdiera la identidad y, como explicó Alberto Montiel, «surgió la idea de usar una especie de injerto que evocaba la apariencia que el edificio tenía antes, al mismo tiempo que permitía darle un nuevo uso», que según los requisitos para el proyecto, debía contemplar espacios comunes y de convivencia para los usuarios.
El jurado describió ese «injerto» como «una interesante estructura geométrica injertada en la arquitectura industrial y una inteligente gestión del vacío». Para estos futuros arquitectos, el premio es una buena oportunidad para entrar en el mundo laboral.

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