El Ayuntamiento logra comprador para tres parcelas este ejercicio, dos de ellas para VPO y otra de uso comercial en la zona de Bahía Málaga. El dato crece respecto a lo obtenido en 2009 y 2010.
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 14.11.2011 - 07:30
El valioso bien que durante años ha sido el suelo es hoy más que nunca un objeto de dudosa atracción. Los efectos de la crisis económica se dejan notar, y mucho, en la capacidad, fundamentalmente, de las administraciones públicas para hallar en el mercado promotores interesados en adquirir terrenos antaño codiciadas como el oro. Un ejemplo palmario de ello es el Ayuntamiento de Málaga, que ha pasado de ingresar casi 80 millones de euros en 2007 por la venta de patrimonio municipal de suelo a rebajar ampliamente estas expectativas y prever a final del presente ejercicio unos ingresos por este concepto de unos 6,5 millones. Y a pesar de la notoria variación en los últimos cuatro ejercicios, este último dato supone una mejora relevante respecto a los dígitos de 2009 y 2010, cuando las arcas de la Casona del Parque apenas pudieron recoger 1,2 y 2 millones, respectivamente, por esta línea de actuación. Desde la Gerencia de Urbanismo explicaron a Málaga Hoy que en lo que llevamos de ejercicio se ha logrado encontrar comprador para una pastilla de uso comercial en Bahía Málaga, enajenada por 3,9 millones de euros, y de otra prevista para la construcción de viviendas de protección oficial (VPO) en Parque del Norte, por 1,3 millones.
A estas dos operaciones, desde el ente municipal suman una tercera, la que va a permitir adjudicar un suelo también previsto para VPO para jóvenes en el centro de la ciudad y que reportará algo más de 1,1 millones de euros al Ayuntamiento. Según las fuentes, este concurso, abierto desde hace algunas semanas, sólo ha merecido el interés de una empresa privada. Aunque escasos, en comparación con los periodos de bonanza urbanística, estos dineros llegan como agua de mayo a unas arcas sensiblemente mermadas por los nulos ingresos obtenidos de los convenios firmados al albur del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) y que deben traducirse en unos 160 millones. La incertidumbre que hoy se mantiene respecto al futuro de estos acuerdos (Térmica, Repsol y Martiricos) hace que los responsables del organismos hayan optado por no dibujar ingreso alguno dentro del presupuesto de 2012, corrigiendo el que en 2011 se contemplasen del orden de 150 millones por este concepto, de los que se ha recogido una mínima parte.
La imposibilidad de recibir estas cuantías tras la entrada en vigor del planeamiento tiene un efecto directo sobre el capítulo de inversiones municipales, puesto que las cuentas diseñadas para la presente anualidad imputaba destinos claros para parte de estas cuantías, como para la construcción de 660 viviendas de protección oficial, hoy aparcadas; o la ejecución de proyectos largamente planteados, como el soterramiento de Cánovas del Castillo, para el que se reservaban 10,2 millones del convenio de La Térmica.
Las estadísticas oficiales de Urbanismo son una radiografía fiel del descalabro de la industria del ladrillo (comprobable igualmente con los datos de viviendas visadas) y el efecto inmediato que ello tiene sobre las posibilidades económicas de la capital de la Costa del Sol. Tomando como referencia los ingresos derivados de la venta de suelo cabe destacar que el Ayuntamiento obtuvo 485, millones en 2006, cuantía que creció hasta los casi 80 millones de 2007. Pero no es la única variable a considerar. Por licencias, Urbanismo recogió 13,8 millones en 2006, cifra que cae de forma continuada en 2007, con 10,8 millones; 2008, con 7,2 millones; 2009, con 4,8 millones, y 2010, cuando se ingresaron 3,5 millones.
Pero mermado el grifo de los ingresos de este sector, ¿qué ha hecho el Ayuntamiento con los suelos que tiene en propiedad? Lo ha usado como moneda de cambio en algunas de las operaciones de mayor entidad de las desarrolladas en los últimos años. Dos son los casos más palmarios: la adquisición de la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria, y la compleja ecuación de Arraijanal, destinada a que el jeque del Málaga pueda ejecutar su ciudad deportiva.
En el primero de los casos, el acuerdo con Baensa quedó cerrado con el abono de 9,9 millones en metálico y la aportación de once parcelas municipales, cuatro de ellas para VPO (dos en Parque Norte y dos en Morillas), mientras que el resto de pastillas para vivienda libre se localizan en en Hacienda Paredes. La enajenación de Arraijanal, ya apalabrada con el propietario mayoritario, Vallehermoso, se cierra hoy mismo con la firma del acuerdo entre las partes. A cambio de su propiedad, Vallehermoso recibirá a cambio de los derechos para edificar 230 pisos de protección oficial en La Térmica (repartidos entre régimen general y régimen especial), así como 402 metros cuadradosc de uso comercial en esta parcela, a lo que sumar otras 220 VPO en Bizcochero (donde también dispondrá de 6.463 metros de comercial), y 440 viviendas libres en Hacienda Cabello.
A estas dos operaciones, desde el ente municipal suman una tercera, la que va a permitir adjudicar un suelo también previsto para VPO para jóvenes en el centro de la ciudad y que reportará algo más de 1,1 millones de euros al Ayuntamiento. Según las fuentes, este concurso, abierto desde hace algunas semanas, sólo ha merecido el interés de una empresa privada. Aunque escasos, en comparación con los periodos de bonanza urbanística, estos dineros llegan como agua de mayo a unas arcas sensiblemente mermadas por los nulos ingresos obtenidos de los convenios firmados al albur del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) y que deben traducirse en unos 160 millones. La incertidumbre que hoy se mantiene respecto al futuro de estos acuerdos (Térmica, Repsol y Martiricos) hace que los responsables del organismos hayan optado por no dibujar ingreso alguno dentro del presupuesto de 2012, corrigiendo el que en 2011 se contemplasen del orden de 150 millones por este concepto, de los que se ha recogido una mínima parte.
La imposibilidad de recibir estas cuantías tras la entrada en vigor del planeamiento tiene un efecto directo sobre el capítulo de inversiones municipales, puesto que las cuentas diseñadas para la presente anualidad imputaba destinos claros para parte de estas cuantías, como para la construcción de 660 viviendas de protección oficial, hoy aparcadas; o la ejecución de proyectos largamente planteados, como el soterramiento de Cánovas del Castillo, para el que se reservaban 10,2 millones del convenio de La Térmica.
Las estadísticas oficiales de Urbanismo son una radiografía fiel del descalabro de la industria del ladrillo (comprobable igualmente con los datos de viviendas visadas) y el efecto inmediato que ello tiene sobre las posibilidades económicas de la capital de la Costa del Sol. Tomando como referencia los ingresos derivados de la venta de suelo cabe destacar que el Ayuntamiento obtuvo 485, millones en 2006, cuantía que creció hasta los casi 80 millones de 2007. Pero no es la única variable a considerar. Por licencias, Urbanismo recogió 13,8 millones en 2006, cifra que cae de forma continuada en 2007, con 10,8 millones; 2008, con 7,2 millones; 2009, con 4,8 millones, y 2010, cuando se ingresaron 3,5 millones.
Pero mermado el grifo de los ingresos de este sector, ¿qué ha hecho el Ayuntamiento con los suelos que tiene en propiedad? Lo ha usado como moneda de cambio en algunas de las operaciones de mayor entidad de las desarrolladas en los últimos años. Dos son los casos más palmarios: la adquisición de la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria, y la compleja ecuación de Arraijanal, destinada a que el jeque del Málaga pueda ejecutar su ciudad deportiva.
En el primero de los casos, el acuerdo con Baensa quedó cerrado con el abono de 9,9 millones en metálico y la aportación de once parcelas municipales, cuatro de ellas para VPO (dos en Parque Norte y dos en Morillas), mientras que el resto de pastillas para vivienda libre se localizan en en Hacienda Paredes. La enajenación de Arraijanal, ya apalabrada con el propietario mayoritario, Vallehermoso, se cierra hoy mismo con la firma del acuerdo entre las partes. A cambio de su propiedad, Vallehermoso recibirá a cambio de los derechos para edificar 230 pisos de protección oficial en La Térmica (repartidos entre régimen general y régimen especial), así como 402 metros cuadradosc de uso comercial en esta parcela, a lo que sumar otras 220 VPO en Bizcochero (donde también dispondrá de 6.463 metros de comercial), y 440 viviendas libres en Hacienda Cabello.
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