El propietario del hotel Villa Padierna espera que los inversores de los mercados emergentes den salida a las 40.000 viviendas vacías · "Tenemos que eliminar el complejo de que el mercado ruso es complicado", dice
El salón inmobiliario que la pasada semana reunió a promotores españoles y agentes de la propiedad rusos se organizó en un lujoso hotel de Benahavís, el Villa Padierna, propiedad del presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial, Ricardo Arranz, uno de los promotores de la iniciativa. Arranz destaca el "punto de inflexión" que ha supuesto la feria para el mercado inmobiliario de la Costa del Sol y confía en que los inversores de mercados emergentes adquieran algunas de las cerca de 40.000 viviendas vacías que hay en la comarca.
-¿Qué valoración hace de la feria inmobiliaria?
-Ha sido una inyección de optimismo para el sector. Ha habido un gran interés por las viviendas vacías en la Costa del Sol, especialmente por aquellas ubicadas en el Triángulo de Oro, la zona que forman Marbella, Estepona y Benahavís. También destaca el interés que ha habido por productos nuevos y terrenos en los que construir. El evento ha puesto de manifiesto que Marbella y su entorno vuelve a despegar.
-¿Por qué tipo de viviendas se han interesado más los operadores rusos?
-Han realizado muchas visitas a viviendas unifamiliares de gran standing ubicadas en grandes urbanizaciones, como La Zagaleta. Los precios de estas propiedades oscilan entre los 3 y los 12 millones de euros. También han preguntado por grandes promociones en manos de bancos.
-¿Qué aspectos quedan por pulir para captar a los inversores rusos?
-Tenemos que agilizar algunos trámites burocráticos, como la obtención de visados y los permisos de residencia, que nos hacen perder competitividad frente a otros destinos, como Francia o Inglaterra. No pude ser que un propietario ruso que se compra una vivienda en España tenga que renovar el visado cada tres meses, trámite para el que incluso tiene que salir del país. En este sentido la Administración Pública tiene mucho que hacer. También tenemos que eliminar el complejo de que el ruso es un mercado complicado.
-¿Qué destacaría de este mercado?
-La enorme predisposición al consumo de los clientes rusos con un poder adquisitivo medio o alto. En Marbella tenemos los mejores productos inmobiliarios de Europa para ofrecerles. Disponemos además de comunicaciones fantásticas con Rusia. Hay vuelos prácticamente cada día o, en el peor de los casos, uno cada tres días desde Málaga a aquel país, a parte de los trayectos que se pueden realizar a través de Barcelona o Madrid.
-¿Se repetirá el salón el próximo año?
-El formato de la feria, en el que los interlocutores negociaban por las mañanas las compraventas y por la tarde visitaban los inmuebles, que ha sido un éxito, se podría copiar para organizar salones orientados a los mercados emergentes, como el del Golfo Pérsico o incluso el chino. También se podrían realizar otras iniciativas con mercados que tradicionalmente han invertido en la zona, como el alemán, el inglés o los escandinavos.
-¿Cuántas viviendas vacías se calcula que hay en la Costa del Sol y cuántas de ellas están en el Triángulo de Oro?
-Es difícil saberlo porque ni las propias entidades bancarias tienen contabilizados sus inmuebles. En la Costa del Sol podría haber como mucho 40.000. De ellas, unas 10.000 estarían entre Marbella, Estepona y Benahavís, lo que es una cifra muy baja. El 80% de estos inmuebles están en manos de los bancos, una gran parte a precios que están al 50 por ciento y con una capacidad de financiación del cien por cien. En el plazo de un año a partir del momento en el que el mercado se comience a mover, bien a través del mercado ruso, pérsico o chino año podríamos estar pensando en hacer nuevos productos.
-¿Qué le parece que la posibilidad de que el nuevo gobierno libio retome los proyectos inmobiliarios que inició Gadafi?
-Me cuesta creer que con los problemas que tiene Libia, el Estado de aquel país, que no está consolidado, esté interesado en desarrollar un proyecto que queda tan lejos. Si con Gadafi no se hizo nada, en las actuales condiciones no creo que puedan hacer algo. Pegar campanadas de ese tipo está muy bien para fines publicitarios pero en la realidad desentona bastante. Se tienen que empezar a hacer cosas pero con los profesionales que tenemos aquí.
-Los escándalos de corrupción que han estallado en la zona ¿pueden ser un impedimento para dar salida al stock de viviendas vacías?
-No hay mal que por bien no venga. Estos escándalos redujeron el ritmo de construcción, lo que ha provocado que el número de viviendas vacías en Marbella y Estepona sea relativamente pequeño respecto a otros destinos de playa del país. Partimos de una mejor posición para eliminar el stock y comenzar a hacer nuevos productos. Ahora también tenemos que hacer toda la promoción y la fuerza posibles para que la marca Marbella, la más importante del país en términos turísticos, vuelva a estar en el nivel más alto.
-¿Cuál es la lección más importante que debería extraer el sector inmobiliario de la crisis?
-Tenemos que aprender que necesitamos apostar por la calidad turística y turística-residencial y no competir con productos medios o bajos. Todos tenemos que comprender que hacer calidad en arquitectura, servicios y construcción. También será fundamental el cuidar la marca y la promoción que se haga de ella y, sobre todo, será muy importante el empezar a hacer los nuevos productos que el mercado requiere.
- ¿Cómo son esos productos?
-Innovadores y dirigidos a consumidores jóvenes que no quieren tener fondos ociosos sino combinar sus inversiones con los inmuebles. Por ejemplo, en Estados Unidos se ofrecen propiedades dentro de un hotel. Cundo el inquilino no la ocupa, el inmueble pasa a manos del hotel, que la alquila. De esta forma, se obtiene una rentabilidad y se evitan los costes del mantenimiento.
-¿Qué espera del Gobierno regional que salga el domingo?
-Que cambie las leyes urbanísticas, porque son absurdas y lo único que han hecho ha sido paralizar la única industria importante de Andalucía, el turismo residencial. El problema es que cambiar e implementar la legislación llevará uno o dos años, tiempo que puede ser fundamental para la creación de empleo y riqueza. También espero que potencie y exija con buen criterio la calidad y el hacer las cosas bien.
-¿Qué valoración hace de la feria inmobiliaria?
-Ha sido una inyección de optimismo para el sector. Ha habido un gran interés por las viviendas vacías en la Costa del Sol, especialmente por aquellas ubicadas en el Triángulo de Oro, la zona que forman Marbella, Estepona y Benahavís. También destaca el interés que ha habido por productos nuevos y terrenos en los que construir. El evento ha puesto de manifiesto que Marbella y su entorno vuelve a despegar.
-¿Por qué tipo de viviendas se han interesado más los operadores rusos?
-Han realizado muchas visitas a viviendas unifamiliares de gran standing ubicadas en grandes urbanizaciones, como La Zagaleta. Los precios de estas propiedades oscilan entre los 3 y los 12 millones de euros. También han preguntado por grandes promociones en manos de bancos.
-¿Qué aspectos quedan por pulir para captar a los inversores rusos?
-Tenemos que agilizar algunos trámites burocráticos, como la obtención de visados y los permisos de residencia, que nos hacen perder competitividad frente a otros destinos, como Francia o Inglaterra. No pude ser que un propietario ruso que se compra una vivienda en España tenga que renovar el visado cada tres meses, trámite para el que incluso tiene que salir del país. En este sentido la Administración Pública tiene mucho que hacer. También tenemos que eliminar el complejo de que el ruso es un mercado complicado.
-¿Qué destacaría de este mercado?
-La enorme predisposición al consumo de los clientes rusos con un poder adquisitivo medio o alto. En Marbella tenemos los mejores productos inmobiliarios de Europa para ofrecerles. Disponemos además de comunicaciones fantásticas con Rusia. Hay vuelos prácticamente cada día o, en el peor de los casos, uno cada tres días desde Málaga a aquel país, a parte de los trayectos que se pueden realizar a través de Barcelona o Madrid.
-¿Se repetirá el salón el próximo año?
-El formato de la feria, en el que los interlocutores negociaban por las mañanas las compraventas y por la tarde visitaban los inmuebles, que ha sido un éxito, se podría copiar para organizar salones orientados a los mercados emergentes, como el del Golfo Pérsico o incluso el chino. También se podrían realizar otras iniciativas con mercados que tradicionalmente han invertido en la zona, como el alemán, el inglés o los escandinavos.
-¿Cuántas viviendas vacías se calcula que hay en la Costa del Sol y cuántas de ellas están en el Triángulo de Oro?
-Es difícil saberlo porque ni las propias entidades bancarias tienen contabilizados sus inmuebles. En la Costa del Sol podría haber como mucho 40.000. De ellas, unas 10.000 estarían entre Marbella, Estepona y Benahavís, lo que es una cifra muy baja. El 80% de estos inmuebles están en manos de los bancos, una gran parte a precios que están al 50 por ciento y con una capacidad de financiación del cien por cien. En el plazo de un año a partir del momento en el que el mercado se comience a mover, bien a través del mercado ruso, pérsico o chino año podríamos estar pensando en hacer nuevos productos.
-¿Qué le parece que la posibilidad de que el nuevo gobierno libio retome los proyectos inmobiliarios que inició Gadafi?
-Me cuesta creer que con los problemas que tiene Libia, el Estado de aquel país, que no está consolidado, esté interesado en desarrollar un proyecto que queda tan lejos. Si con Gadafi no se hizo nada, en las actuales condiciones no creo que puedan hacer algo. Pegar campanadas de ese tipo está muy bien para fines publicitarios pero en la realidad desentona bastante. Se tienen que empezar a hacer cosas pero con los profesionales que tenemos aquí.
-Los escándalos de corrupción que han estallado en la zona ¿pueden ser un impedimento para dar salida al stock de viviendas vacías?
-No hay mal que por bien no venga. Estos escándalos redujeron el ritmo de construcción, lo que ha provocado que el número de viviendas vacías en Marbella y Estepona sea relativamente pequeño respecto a otros destinos de playa del país. Partimos de una mejor posición para eliminar el stock y comenzar a hacer nuevos productos. Ahora también tenemos que hacer toda la promoción y la fuerza posibles para que la marca Marbella, la más importante del país en términos turísticos, vuelva a estar en el nivel más alto.
-¿Cuál es la lección más importante que debería extraer el sector inmobiliario de la crisis?
-Tenemos que aprender que necesitamos apostar por la calidad turística y turística-residencial y no competir con productos medios o bajos. Todos tenemos que comprender que hacer calidad en arquitectura, servicios y construcción. También será fundamental el cuidar la marca y la promoción que se haga de ella y, sobre todo, será muy importante el empezar a hacer los nuevos productos que el mercado requiere.
- ¿Cómo son esos productos?
-Innovadores y dirigidos a consumidores jóvenes que no quieren tener fondos ociosos sino combinar sus inversiones con los inmuebles. Por ejemplo, en Estados Unidos se ofrecen propiedades dentro de un hotel. Cundo el inquilino no la ocupa, el inmueble pasa a manos del hotel, que la alquila. De esta forma, se obtiene una rentabilidad y se evitan los costes del mantenimiento.
-¿Qué espera del Gobierno regional que salga el domingo?
-Que cambie las leyes urbanísticas, porque son absurdas y lo único que han hecho ha sido paralizar la única industria importante de Andalucía, el turismo residencial. El problema es que cambiar e implementar la legislación llevará uno o dos años, tiempo que puede ser fundamental para la creación de empleo y riqueza. También espero que potencie y exija con buen criterio la calidad y el hacer las cosas bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario