El PGOU se aprobó hace casi un año, pero todavía continúa a la espera de iniciar su desarrollo
JAVIER GARCÍA RECIO Las urgencias del alcalde por que se aprobase el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) eran sólo políticas. Como el tiempo ha demostrado, no había urgencias económicas o sociales para aprobar un plan general en un momento en que su desarrollo debe esperar. Y así ha sido. El PGOU se aprobó definitivamente en agosto del pasado año y, desde entonces, nada se ha movido. Ni la iniciativa privada ni la pública están en condiciones de afrontar ahora mismo ningún aspecto de su desarrollo ante la fala de recursos.
Tímidamente, algunos promotores de suelo están iniciando la tramitación urbanística de algunas zonas, despejando obstáculos administrativos para tener el camino más ligero cuando llegue el tiempo de ejecutar actuaciones de relieve.
Sin aventurar
El nuevo PGOU que debía haber sido un motor de activación de la economía y especialmente del sector inmobiliario y constructivo no ha podido cumplir ese papel ante la gravedad de la crisis económica. Ni promotores ni responsables de Urbanismo se atreven a aventurar cuándo el PGOU, sobre el que tantas esperanzas había, podrá despegar y activar su enorme potencial.
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