domingo, 27 de mayo de 2012

La rehabilitación de los edificios del Centro toma nuevo impulso pese a la crisis (SUR)


La inspección técnica obligatoria y los proyectos de apartamentos turísticos activan las obras de reforma
27.05.2012 - 
JESÚS HINOJOSA jhinojosa@diariosur.es
 
MÁLAGA.

La rehabilitación de los edificios del Centro toma nuevo impulso pese a la crisis
La comunidad de propietarios del número 1 de Larios ha iniciado la restauración de las cubiertas y fachadas. :: PABLO LÓPEZ
Extraña al peatón que discurre por las calles del Centro Histórico de Málaga que en plena paralización del mercado constructor e inmobiliario se siga escuchando el ruido de taladradoras, excavadoras y cubetas a las que van a parar los escombros. Y es que el corazón de la ciudad vive un inusitado repunte de las obras de rehabilitación de sus edificios pese a la crisis económica y pese a que hace años que el Ayuntamiento no concede las sustanciosas subvenciones que en otro momento han contribuido decisivamente a impulsar la restauración de inmuebles con historia, muchos de ellos con protección arquitectónica.
Actualmente hay edificios en obras en la Alameda de Colón, en la acera norte de la Alameda Principal, en la calle Sebastián Souvirón, en la calle San Juan, en Larios, en la calle Compañía, en la calle Mártires, en Sánchez Pastor, en Carretería y, especialmente, en el eje de Fajardo y Fernán González, donde se concentran hasta cinco obras en una sorprendente concentración de proyectos que parecen haberse puesto de acuerdo para realizarse al unísono.
¿Qué explicación puede darse a esta creciente recuperación de inmuebles del casco antiguo en una época marcada por la escasez en todos los niveles? Para dar respuesta a esta pregunta, este periódico ha consultado a profesionales que siguen en primera persona la transformación del Centro de la ciudad en los últimos años. Uno de ellos es el arquitecto Antonio Díaz Casado, autor entre otros del proyecto del hotel Posada del Patio, en el pasillo de Santa Isabel. A su juicio las reformas que están ahora mismo en marcha son actuaciones que llevaban años aletargadas y que se han activado al calor del nuevo modelo económico del casco antiguo como lugar de atracción de visitantes.
«Existe una expectativa de negocio por el creciente turismo que está haciendo que florezcan muchas obras orientadas al sector terciario más que al residencial», dijo. En ese sentido, apuntó que son varios los negocios de apartamentos turísticos que se han puesto en marcha en los últimos años y hay varios promotores que quieren seguir por ese camino.
Hotel en la calle Fajardo
Un buen ejemplo es la citada calle Fajardo, donde una de las obras, la que hace esquina con Compañía, es para un hotel que será promovido por el mismo grupo que ha anunciado el proyecto de un cuatro estrellas para el inmueble en ruinas existente en la esquina entre la plaza de la Marina y la calle Vendeja. El hotel de Fajardo tiene cuatro plantas y contará con piscina y restaurante en la cubierta, según se especifica en la web de la constructora que lo realiza. Está previsto que entre en funcionamiento a finales de este año.
El resto de obras de la calle son para viviendas, unas edificaciones que los comerciantes están deseando ver terminadas para que finalice el calvario de ruido y polvo por el que están pasando. «Llevo un mes y medio abierta y por la calle no pasa nadie», apunta Amaya Galisteo, que tiene una tienda de moda. María Victoria Moreno, que regenta un negocio de cuadros en Compañía, también critica que el paso de los camiones está deteriorando el pavimento de unas vías que son peatonales.
Es la factura que tienen que pagar para ver renovada la fachada de los edificios en los que tienen sus comercios. Un «fachadismo» que, a juicio de Díaz Casado, ha hecho mucho daño porque el Ayuntamiento se ha preocupado «de proteger más a los edificios que a los vecinos». «¿Quién quiere vivir hoy en el Centro? Cada vez hay más ruido por las mesas de los bares y el auge de la hostelería, por lo que creo que las reformas que se están realizando últimamente son sobre todo para un público de fuera de la ciudad», agregó. Y es que este arquitecto ha sido testigo de cómo una promoción construida junto a la plaza de San Juan de Dios, en el entorno del Thyssen, y destinada inicialmente a viviendas en alquiler, ha sido finalmente cedido a un empresario que la explota como apartamentos turísticos.
No le falta razón cuando habla de 'fachadismo'. Este periódico pudo detectar varios ejemplos de edificios rehabilitados y vacíos sin embargo por dentro en busca de inquilinos o compradores, como algunos en las calles San Juan, Alameda Principal y Panaderos, entre otros.
Para Silverio Cuevas, gerente de la constructora Obras y Restauraciones Picasso (ORP), la proliferación de proyectos de rehabilitación en el Centro puede tener varias explicaciones. Una de ellas es que la Inspección Técnica de Edificios (ITE) desarrollada en los últimos años por la Gerencia Municipal de Urbanismo ha obligado a muchas comunidades de propietarios a acometer mejoras en sus inmuebles. Otra es que, pese a las actuales circunstancias económicas de escasez de créditos bancarios, muchas comunidades se están haciendo con los préstamos necesarios para financiar los trabajos. Y una tercera es que algunas empresas constructoras están bajando los precios con tal de no perder trabajo. «Podríamos hablar de una reducción del 20% ó 30% en los costes», aseguró el responsable de ORP.
El último de Larios
Esta empresa acomete uno de los proyectos de rehabilitación más visibles de los que están actualmente en marcha. Se trata de la restauración de las fachadas y cubiertas, así como de la eliminación de barreras arquitectónicas, en el número 1 de la calle Larios, el único edificio de la calle más conocida de Málaga que todavía no había pasado por una puesta a punto de 'chapa y pintura'.
Silverio Cuevas coincide con Antonio Díaz Casado en que son muchas las viviendas que, ante la imposibilidad de venderlas o alquilarlas, se convierten en apartamentos turísticos. No obstante, asegura que la existencia de varias actuaciones de recuperación de edificios en estos momentos responde a que su estado de conservación era tan grave que no podía esperar más tiempo una intervención. En ese sentido, apuntó que uno de los que está realizando su empresa es la torre situada en la esquina de la Alameda de Colón con la avenida de Manuel Agustín Heredia, cuya fachada presentaba una patología de desprendimientos que necesitaba una urgente reparación.
Alternativa a la obra nueva
Ramón Alcalá, de la constructora Alcalá Godoy, avala el argumento de que las obras de rehabilitación en el Centro están cada vez más enfocadas al turismo y no tanto a la residencia permanente de la población local. «Precisamente estamos terminando de recuperar el número 5 de la calle Calderón de la Barca, que se va a dedicar a apartamentos», apuntó. Alcalá también comentó que, como la obra nueva es prácticamente inexistente en estos momentos en el sector de la construcción, muchos promotores procuran no dejar a cero su actividad con la recuperación de edificios del casco histórico. «Digamos que es un mal menor que asumen para poder alquilar viviendas y mantener el negocio. A empresas como la mía nos viene bien porque, al menos, podemos ir tirando con algunos trabajos», agregó.
No obstante, aunque se ha andado bastante en los últimos años, no todo el camino está recorrido en la revitalización de los inmuebles del Centro de Málaga. Hay casos como los de hermosos edificios barrocos existentes en las calles San Juan, Atarazanas o Madre de Dios que llevan años pidiendo a voces una restauración antes de terminar siendo objeto de la piqueta. Afortunadamente ya parece que no van a correr esa suerte inmuebles como el de la fachada norte de la plaza de San Juan de Dios -en reparación por el 'efecto' del Museo Thyssen- o el de la calle Panaderos en el que se encontraron unas interesantes pinturas barrocas que pueden admirarse desde la Alameda Principal gracias a que derribaron un inmueble en el solar contiguo. No obstante, todavía no hay un destino cierto para el interior de ambos, algo que llene de contenido y vida el corazón de la ciudad más allá de fachadas remozadas con mayor o menor acierto. En caso contrario, se dará la paradoja de un Centro cada vez más restaurado y con un menor nivel de población.
«En estos momentos hay una expectativa de negocio por el creciente turismo y se está apostando por los apartamentos para visitantes, porque la gente ya no quiere vivir en el Centro»
«La inspección técnica obligatoria ha animado las obras y también el hecho de que algunas constructoras hayan bajado los precios»
«Hay promotores que, ante la falta de obra nueva, se han dedicado a la rehabilitación para ir tirando con el negocio de los alquileres»

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