Los permisos para actuaciones mayores y menores crecieron de forma significativa en 2011 respecto a 2010 · El desplome es evidente en el último lustro en la capital
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 02.05.2012 - 01:00
Lo que antaño era una vía de ingreso irreductible para los ayuntamientos de la provincia de Málaga, hoy no es más que una maquinaria al tran-tran, que se sostiene a duras penas con las necesidades propias de una ciudad. La fotografía que desde hace unos años se toma de la industria del ladrillo tiene un nuevo exponente en la ciudad de Málaga y los datos licencias que la Gerencia de Urbanismo concede en el último lustro, en el que se observa un más que apreciable desplome.
Aunque entre tanta negrura, se aprecia una pequeña rendija por donde parece entrar algo de luz, ya que en 2011, según los datos oficiales, se expidieron más permisos de obras, tanto de carácter mayor como menor, que la anualidad anterior, extremo que los técnicos creen puede estar vinculado con la entrada en vigor del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) a finales del pasado mes de agosto.
Los números, que vienen asegurando los constructores desde el inicio de la etapa de carestía, hablan por sí solos. En 2007, anualidad que marca la frontera entre el crítico momento actual y el antaño periodo de bonanza, el Ayuntamiento concedió 716 licencias de obra mayor (correspondientes a demoliciones, reformas de envergadura o construcciones de edificios), así como 6.713 menores, frente a las 389 y 5.794 registradas en 2011, respectivamente. Es decir, que en el intervalo de los últimos cinco años, la caída de actuaciones vinculadas al ladrillo es del 45% en el caso de las intervenciones de mayor envergadura y del 13,7% en las obras de adecuación.
"Lo que evidencian los números es que existe un estocaje de viviendas que no se venden y que hasta que el mercado no lo elimine, los constructores no pedirán más licencias", opina el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga, José Prado. El portavoz del sector indica, no obstante, que la gran bolsa inmobiliaria empieza a perder peso, albergando a finales del pasado ejercicio menos de 10.000 viviendas.
Desde la institución municipal la lectura de los datos es semejante. "La bajada que hay entre estos años es consecuencia de la crisis económica", afirma el delegado de Ordenación del Territorio y Vivienda, Diego Maldonado, quien pone el acento en la variación positiva que se produce en 2011 respecto a 2010. "Hay un aumento llamativo de las licencias que se conceden, quizá por la entrada en vigor del Plan General", precisa en el caso de las obras mayores.
Este repunte parece mostrar un cambio de tendencia. Si dos años atrás fueron apenas 278 licencias de obra mayor las expedidas, el pasado ejercicio el número fue de 389, con un aumento de casi el 40%. Comportamiento similar en el caso de los permisos de obra menor, actividad que cerró 2011 con 5.794 expediciones, 247 más que el periodo previo.
Maldonado, a su vez, hace hincapié en el beneficio que tiene para los usuarios la aplicación desde hace años del denominado procedimiento abreviado, que permite disponer del permiso de obra menor en apenas uno o dos días. En este sentido, destaca el hecho de que casi el 70% de todos los permisos para este tipo de intervenciones concedido desde 2007 se han realizado mediante este mecanismo. Ejemplo claro es el episodio de 2011, cuando de la totalidad de licencias menores, el 77% se concedieron por esta vía.
Al tiempo, desde Urbanismo se entiende que este incremento de la fórmula abreviada posibilita que muchos ciudadanos que optaban por no pedir siquiera la autorización del departamento para efectuar pequeñas reparaciones en casa, por ejemplo, decide entrar en la vía de normalidad por la rapidez con la que se producen los trámites.
Aunque entre tanta negrura, se aprecia una pequeña rendija por donde parece entrar algo de luz, ya que en 2011, según los datos oficiales, se expidieron más permisos de obras, tanto de carácter mayor como menor, que la anualidad anterior, extremo que los técnicos creen puede estar vinculado con la entrada en vigor del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) a finales del pasado mes de agosto.
Los números, que vienen asegurando los constructores desde el inicio de la etapa de carestía, hablan por sí solos. En 2007, anualidad que marca la frontera entre el crítico momento actual y el antaño periodo de bonanza, el Ayuntamiento concedió 716 licencias de obra mayor (correspondientes a demoliciones, reformas de envergadura o construcciones de edificios), así como 6.713 menores, frente a las 389 y 5.794 registradas en 2011, respectivamente. Es decir, que en el intervalo de los últimos cinco años, la caída de actuaciones vinculadas al ladrillo es del 45% en el caso de las intervenciones de mayor envergadura y del 13,7% en las obras de adecuación.
"Lo que evidencian los números es que existe un estocaje de viviendas que no se venden y que hasta que el mercado no lo elimine, los constructores no pedirán más licencias", opina el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga, José Prado. El portavoz del sector indica, no obstante, que la gran bolsa inmobiliaria empieza a perder peso, albergando a finales del pasado ejercicio menos de 10.000 viviendas.
Desde la institución municipal la lectura de los datos es semejante. "La bajada que hay entre estos años es consecuencia de la crisis económica", afirma el delegado de Ordenación del Territorio y Vivienda, Diego Maldonado, quien pone el acento en la variación positiva que se produce en 2011 respecto a 2010. "Hay un aumento llamativo de las licencias que se conceden, quizá por la entrada en vigor del Plan General", precisa en el caso de las obras mayores.
Este repunte parece mostrar un cambio de tendencia. Si dos años atrás fueron apenas 278 licencias de obra mayor las expedidas, el pasado ejercicio el número fue de 389, con un aumento de casi el 40%. Comportamiento similar en el caso de los permisos de obra menor, actividad que cerró 2011 con 5.794 expediciones, 247 más que el periodo previo.
Maldonado, a su vez, hace hincapié en el beneficio que tiene para los usuarios la aplicación desde hace años del denominado procedimiento abreviado, que permite disponer del permiso de obra menor en apenas uno o dos días. En este sentido, destaca el hecho de que casi el 70% de todos los permisos para este tipo de intervenciones concedido desde 2007 se han realizado mediante este mecanismo. Ejemplo claro es el episodio de 2011, cuando de la totalidad de licencias menores, el 77% se concedieron por esta vía.
Al tiempo, desde Urbanismo se entiende que este incremento de la fórmula abreviada posibilita que muchos ciudadanos que optaban por no pedir siquiera la autorización del departamento para efectuar pequeñas reparaciones en casa, por ejemplo, decide entrar en la vía de normalidad por la rapidez con la que se producen los trámites.
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