Urbanismo diseña la actuación en contra de la voluntad de la compañía eléctrica, que insiste en resolver el convenio de 2008
El conflicto no es nuevo, pero se recrudece a medida que pasan los meses. Aunque el equipo de gobierno municipal prefiere no ahondar en él, lo cierto es que las relaciones con Endesa en lo relativo al proyecto urbanístico para la zona de La Térmica son cada vez más tensas. Y ello a pesar de que el Ayuntamiento y la compañía eléctrica son compañeros de viaje en iniciativas como la que pretende convertir a Málaga en una ciudad pionera en el uso de vehículos eléctricos. Sin embargo, la cordialidad para desarrollar esa iniciativa se convierte en desencuentro cuando se trata del proyecto que creará una gran manzana como hito culminante del paseo marítimo de Poniente, cuyas imágenes fueron adelantadas ayer por este periódico.
La Gerencia Municipal de Urbanismo la ha diseñado en base a informes jurídicos que avalan que tiene la competencia para poder hacerlo, pero en contra de la voluntad de la propietaria de los terrenos, es decir, Endesa, a través de la sociedad Nueva Marina Real Estate. El trasfondo de todo este asunto es un convenio que la compañía rubricó hace cuatro años y por el que ya debería haber abonado a la ciudad 40,6 millones de euros para financiar obras como el bulevar sobre el soterramiento del AVE, entre otras.
En marzo del año pasado, Nueva Marina Real Estate presentó el primero de los cinco escritos que entregó en Urbanismo con el fin de solicitar la resolución del convenio de La Térmica, que lleva asociado el pago de 58 millones de euros en total para obras en la ciudad, una cantidad que difícilmente puede asumir la eléctrica en estos momentos de crisis. Su argumento para romper el acuerdo de 2008 es que en 2010 empezó a tramitarse un deslinde marítimo-terrestre en la zona que tiene efectos sobre sus derechos urbanísticos. Pese a lo reiterado de su solicitud, el Ayuntamiento la ha rechazado, dando lugar a la presentación de un recurso contencioso por parte de Endesa que, en primera instancia, ha venido a dar la razón a los responsables municipales, en el sentido de que la propietaria debe cumplir con su obligación de pagar los 40,6 millones de euros porque la ciudad ha cumplido su parte: que el proyecto quede aprobado en el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) en los términos pactados.
Recurso
¿Cuándo se cobrarían los restantes 17,4 millones hasta los 58 que recoge el convenio? Cuando esté aprobado el plan especial de ordenación de la zona. De ahí que Urbanismo lo haya aprobado ya inicialmente, apoyándose en que la normativa del nuevo PGOU le permite hacerlo. Y esta decisión también ha tenido el correspondiente recurso de Endesa, también rechazado por el Consistorio, en el que la eléctrica arremete duramente contra la actuación del equipo de gobierno, a la que se califica de «lesiva» e «imprudente» porque no tiene en cuenta el citado deslinde y no se considera suficientemente sustentada a nivel jurídico.
En este escrito de apelación, al que ha tenido acceso este periódico, Endesa insiste en que el convenio debe darse por resuelto y que, independientemente de lo que resuelvan los tribunales, el hecho de que el Ayuntamiento haya elaborado un diseño distinto al que podría haber realizado como propietaria de los terrenos -al haberlo hecho sin su consentimiento- «incidirá sin duda» en sus intereses patrimoniales, indica el recurso.
En definitiva, un capítulo más en esta historia de desencuentros fomentados por el telón de fondo de la crisis económica: un ayuntamiento que necesita dinero y una compañía privada que se niega a pagar lo que firmó en los tiempos de la famosa 'burbuja inmobiliaria'.
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